Estropear todo está en mi sangre.

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La fiesta estuvo realmente buena e intensa, llena de alcohol, música, baile y bastante desorden entre nosotros.

Hablé bastante con aquellos compañeros de clase que en su momento intentaron acercarse a mí. Resultaron ser chicos bastante geniales y divertidos, pero no me había dado cuenta antes por mi afán de alejar a todo aquel que se acercara a mí.

La fiesta finalizó a las 8am, luego de cortar la torta y darnos cuenta que ya nadie podía con su alma.

Bruce, por obvias razones, se encargó de conducir, ya que Jack y Joseph no podían seguir de pie.

La madre de Freddy fue a buscar a sus tres hijos, ya que ninguno de ellos continuaba de pie.

La mayoría de los invitados fueron buscados por sus padres, ya que todos estaban completamente ebrios. La única que tuvo la confianza suficiente para irse caminando casa fue Rei, que no había tomado demasiado.

Lisa fue buscada por su padre, quien tuvo una charla con Bruce en privado antes de irse.

Matthew y Madeleine estaban sanos... O por lo menos Madeleine estaba bien, Matthew... No tanto.

—Bruce— Hablé mientras caminaba tratando de no chocar con las paredes— ¿Puedo dormir en el sofá?— Pregunté observando las escaleras.

—No— Me regañó— Tus hermanos subieron, tú también puedes.

—Jódete— Dije con camino a la sala.

—No sé ni para qué preguntas— Bruce habló frustrado y subió a su habitación.

Yo me acosté en uno de los sofás, quedándome dormido inmediatamente.

Me desperté al escuchar mucho ruido y sintiendo un dolor de cabeza bastante terrible.

—Joder— Me levanté del sofá, encontrándome con la sorpresa de que tenía una manta sobre mí.

—Buenas tardes, Andrew— Me saludó Jack, quien estaba acostado en el otro sofá revisando el móvil— Por tus palabras mañaneras creo que no despertaste del todo sano— Rió.

—¿Tú crees?— Reí— La cabeza me duele horrores.

—¿Quieres que te busque una píldora?

—Por favor.

Jack se levantó y fue piso arriba.

Me senté correctamente en el sofá, sosteniéndome la cabeza.

—¿Ya despertaste?— Rió Bruce— ¿Cómo estás?

—Con dolor de todo y con nauseas, pero creo que bien— Reí.

—Nadie te manda.

—Tú eres mi hermano mayor, se supone tienes que detenerme— Reí.

—En las familias normales, el hermano mayor te da más alcohol para verte vuelto mierda al día siguiente.

—¿Cómo ahora?

—Exacto— Rió.

—Me encanta cómo cuidas a tu joya— Jack se acercó a mí, entregándome la píldora y un vaso de agua.

—Gracias— Tomé la píldora y luego el vaso de agua— ¿Cómo es qué estás como si no hubiese tomado ni una gota de alcohol?

—Porque en eso me recupero bastante rápido— Rió— Ayer sólo estaba cansado por bailar con Jeffrey, pero el alcohol fue poco el efecto que tuvo en mí.

—Joseph es el más débil de nosotros tres y aun así aguanta muchísimo— Explicó Bruce.

—¿Y dónde está?

Contigo A Mi LadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora