007

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—¿Qué sucede, Sanha? No sueles saltarte las clases. —Eunwoo desplegó sus alas y se sentó en el suelo una vez llegaron a la azotea.

El menor se quedó callado y cruzó sus brazos, mordiendo su labio inferior.

—Hey, ¿por qué no hablas? Te noté algo enojado... —El arcángel se mostró preocupado.

—Tengo miedo. —Soltó— Por eso no hablo.

—La mejor manera de solucionar las cosas es hablándolo, y para superar tus miedos lo mejor es afrontar a lo que temes. —Sonrió con su dulzura característica— ¿A qué le tienes temor?

—A perderte. —El menor bajó la mirada.

—¿Perderme? ¿Por qué? —Se sorprendió.

—¿Sabes? Sí, estoy enojado. Pero simplemente no puedo enojarme contigo. Eres lo único que tengo. —Lo miró a los ojos.

—¿Por qué estás enojado? —El mayor no paraba de formular preguntas.

—Me enoja que le hayas dicho al profesor que los demás abusan de mí. —Se cruzó de brazos— Es un asunto mío, eso no te incumbe.

Eunwoo soltó una carcajada. Sanha lo miró con curiosidad, ¿qué le parecía tan gracioso?

—¡Claro que me incumbe! Soy tu arcángel guardián. —Rió debido a su "título"— Volviendo a lo que nos compete, lo hice por tu bien. No les viene mal una reprimenda. —Se encogió de hombros.

—Tú no sabes todos los problemas que puedo tener si el profesor se entera. Mis padres se enterarían ¡y cualquier cosa podría pasar a raíz de eso! Y mis compañeros se las agarrarían conmigo por "abrir la boca".

Eunwoo sonrió y negó con la cabeza.

—La forma de solucionar las cosas no es quedarse callado, pequeño. Debes tomar valor. Yo sé que tú lo tienes.

—Si hablo sólo empeoraría las cosas...

—Piensa respecto a ello. De todas formas siempre estaré cuidándote. No tengas miedo de perderme, yo tampoco querría perderte. —Despeinó los cabellos del pequeño.

Sanha se sonrojó levemente y asintió con la cabeza.

A partir de ese momento Eunwoo se convirtió en el ejemplo a seguir del pequeño Sanha, su guía, su ídolo.

También a partir de ese momento, Sanha supo que podía confiar en él. Eunwoo se volvió la única y más importante persona en su vida.

"Persona", si es que se le podía llamar así.

Por primera vez, el pequeño sintió calidez en su pecho.

—Bueno, ahora debes volver a clases. No seas desobediente como yo. —Rió.

—Nah, no tengo ganas de volver por hoy. No podría soportar las miradas de mis compañeros. —Sanha se encogió de hombros.

—Las soportas todos los días...

—Un día de descanso no viene mal.

Ambos rieron y Eunwoo negó con la cabeza.

Bajaron y una vez estuvieron frente a la puerta de su cuarto, el arcángel guardó sus alas y entraron.

Esta vez Rocky no se percataba de la presencia del arcángel.

—Así que ahora andas de gay, ¿eh? —Rió su compañero.

—¿Qué? ¿De qué hablas? —Frunció el ceño.

—¿Ya te olvidaste que hace un rato trajiste contigo al cuarto a un muchacho de rostro angelical? Veo que tus intenciones no eran buenas. —Carcajeó.

—¿Cómo sabes tú cuáles eran mis intenciones? —Se cruzó de brazos.

Eunwoo observaba con atención la situación.

—Alguien con buenas intenciones no traería a la habitación a otra persona sabiendo que está prohibida la entrada de ajenos al cuarto. —Elevó sus cejas.

—Teníamos que hablar de algo. Es un nuevo amigo. —Desvió la mirada.

—Ajá, como tú digas. —El muchacho se recostó en su cama.

Sanha suspiró aliviado de que su compañero de cuarto no prosiguiera con su interrogatorio y se subió a su litera.

El pelinegro lo siguió y se sentó a su lado.

—Quiero escucharte cantar, nunca lo había hecho de cerca. —Eunwoo habló sonriendo, sabía que Rocky no podía escucharlo.

Sanha un poco dudoso, carraspeó y obedeció a la petición de su místico amigo.

Dejó fluir las estrofas de su canción favorita, Awake.

Eunwoo lo miraba sonriente con cierto brillo en sus ojos, mientras que Sanha miraba por la ventana, pues estaba un poco avergonzado.

A mitad del estribillo fue interrumpido por la voz de Minhyuk.

—¿Podrías callarte? Estoy tratando de estudiar. —Dijo fastidiado.

El menor se calló, aunque sabía que era mentira. Minhyuk nunca estudiaba.

Eunwoo suspiró y miró con tristeza a Sanha, quien hizo un puchero y se encogió de hombros.

—Cantas fenomenal, me encantó. —El arcángel levantó su dedo pulgar.

El pequeño susurró un "gracias" para que Rocky no lo escuchase y se acostó. Estaba aburrido.

—Me aburro... —Ahora Eunwoo hizo un puchero, luego de estar aproximadamente quince minutos en silencio.

Sanha se sentó de repente al ocurrírsele una idea magnífica.

Sacó de su cajonera su cuaderno de dibujo y le enseñó a Eunwoo todos y cada uno de ellos.

—Wow, ¡qué linda gallina! —Expresó sonriente el arcángel.

Sanha, como no quería ser escuchado por su roomie, tomó un lápiz y escribió.

"No es una gallina, ¡¡es un pato!! Sé que no soy el mejor dibujante..."

Eunwoo estalló en carcajadas.

—¡Lo siento! Es que no sé mucho sobre los animales de la tierra. —Se fundamentó— ¡Pero dibujas bonito!

Las hojas pasaban y Eunwoo podía apreciar diversos tipos de aves y alas.

—¿Te gustan mucho las aves? —Hizo una pregunta muy obvia.

Sanha volvió a escribir en una hoja para no ser oído.

"Sí, pero además de eso me gustan mucho sus alas, como las tuyas. También su vuelo. Quisiera volar como ellos, o como tú."

—Lo sé, me lo habías dicho. —Sonrió.

Siguieron pasando las hojas de aquel cuaderno y llegaron a la última, donde había un bosquejo de Eunwoo y sus enormes alas, sentado en la ventana del salón de clases.

—Wow, ¡ese soy yo! —Habló emocionado el arcángel al reconocerse en el papel.

Sanha sonrió y asintió.

—Qué hermoso dibujo, gracias. —Le sonrió.

Sanha tomó con nerviosismo el lápiz con su mano derecha y dudó en escribirle como respuesta lo que estaba pensando en ese momento.

Con mucho miedo, pero lo hizo.

"Tú eres hermoso".

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OKEY, A PARTIR DE ACÁ LLEGA LA PARTE BUENA.

Acá empieza el salseo 7u7 ah

I Can Never Fly ; Eunsan || ASTRO Donde viven las historias. Descúbrelo ahora