016

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Cuando las mariposas volaron dentro del arcángel, este sintió cómo su corazón se aceleraba. Algo que nunca antes había sentido.

"Oh, ¡esto lo leí en los libros!" Pensó el arcángel para sí mismo.

Bajó lentamente sus manos que se encontraban en las mejillas de Sanha, esta el cuello de este, e inclinó un poco su rostro para tener mejor acceso y comodidad a sus labios.

Era un besito muy suave y puro, lleno de amor. Apenas presionaban sus labios sintiendo la respiración del otro.

Al cabo de unos segundos, Sanha se separó lentamente el doble de sonrojado de lo que ya estaba y abrió sus ojos de par en par cubriendo su boca con ambas manos.

— Yo... —Sanha no pudo completar su oración ya que Eunwoo lo interrumpió.

— Sanha, por fin las sentí. Sentí las mariposas. —Susurró.

Sanha quedó boquiabierto.

— ¿Así se sienten las maripositas? —Sonrió al recordarlo— Vaya, se siente agradable.

El menor seguía perplejo, no podía creerlo.

— ¿Estoy soñando? —Pellizcó su mejilla lastimada, le dolió mucho— ¡¡Ay!! No, no es un sueño.

— No lo es. —El arcángel también se encontraba en shock. Aún así le sonrió— Eso fue genial.

— Sí que lo fue. —Sanha tocó sus labios con la punta de los dedos.

Eunwoo un tanto nervioso tomó a Sanha torpemente desde la cintura y volvió a besarlo.

Ya nadie podría detener a aquel rebelde arcángel. Lo hizo una vez y le gustó, ahora no pararía de hacerlo.

Sanha, igual de nervioso, cerró sus ojos y movió lentamente sus labios. Era totalmente inexperto, apenas podía guiarse por los libros que había leído en sus tiempos libres antes de conocer al arcángel. Los románticos eran sus favoritos.

Lo peor de esto es que Eunwoo era igual o aún más inexperto que el menor, así que entre los dos no sabían demasiado qué hacer, pero el arcángel le siguió el juego sin temor, pues movió sus labios de igual manera que lo hacía Sanha.

Ambos descubrieron qué era quedarse sin aire luego de un largo beso, pues al mismo tiempo se separaron para respirar aire.

Las mejillas de Eunwoo ahora se encontraban rojas.

— Hyung, te sonrojaste. —Sonrió el menor.

El arcángel tomó sus mejillas y las pellizcó. Era la primera vez que sentía esa sensación.

Esa sensación en su rostro, en su estómago, en su mente, en su corazón.

— No logro comprender lo que está pasando, hyung. —Susurró.

— Yo tampoco. —Negó mirando hacia la nada.

— ¿Cómo es que pudiste llegar a sentir las mariposas?

— Bueno, eso es simple. Los arcángeles suelen adoptar comportamientos propios de los humanos. Supongo que es por eso...

— Vaya... Por eso lograste sentirlas.

— ¿Cómo es que no pude antes? Es lo mejor del mundo. —Esbozó una sonrisa tonta.

Sanha se volvió a recostar en la cama y cerró los ojos dispuesto a seguir durmiendo, con una linda sonrisa en su rostro. Se lo notaba emocionado.

Eunwoo se sentó a su lado y comenzó a acariciar su cabello, como de costumbre, haciendo así que el menor caiga lentamente en un sueño profundo.

I Can Never Fly ; Eunsan || ASTRO Donde viven las historias. Descúbrelo ahora