012

1.1K 162 92
                                        

El arcángel aprovechó que el menor quedó profundamente dormido y que aquellas presencias ya habían desaparecido abandonando el cuarto de los niños, ahora iría a investigar en la tierra.

Ya en esto no lo podía ayudar su maestro, el arcángel Myungjun, tenía que averiguarlo por su propia cuenta con los seres humanos.

Desplegó sus alas y voló lejos del insituto donde Sanha vivía y estudiaba. Llegó a la enorme ciudad.

— Wow, nunca vine por estos lares... Hay muchos edificios, y luces. —Susurró sorprendido por la inmensidad de la ciudad.

Puso los pies sobre la tierra literalmente, escondió sus alas y se materializó para que todos puedan verlo.

Era tarde, plena madrugada, no había mucha gente andando por la calle.
Él quería aprender a enamorarse, no se daría por vencido.

Caminó tranquilamente con las manos en sus bolsillos, buscando a quién podría preguntarle.

Una muchacha de cabello bien largo amarrado en una coleta y ropa de marca ajustada pasó en frente del alto arcángel, era su momento.

— Disculpe... —Tocó su hombro— ¿Puedo hacerle una pregunta?

La mujer se dio la vuelta y lo miró de pies a cabeza, relamiéndose los labios.

— ¿Sí, primor? —Le sonrió.

— Mmm bueno... ¿Tiene "tips" para enamorarse de alguien? —Se encontraba un poco nervioso bajo la mirada de la joven.

— Oh, tenemos a un romántico por aquí. —Rió— ¿Te atraigo, verdad? No necesitas enamorarme querido. ¿Sabes qué? Cobro caro, pero a tí te puedo hacer un regalito. —Le guiñó el ojo.

— ¿Un regalo? ¿De qué hablas? —Inclinó su cabeza.

— Ya sabes... Te puedo dar dos horas de sexo intenso al precio de una hora. ¿Qué dices? Es una gran oferta solo para tí, porque eres muy lindo. —Se le acercó lentamente.

— ¿Sexo? ¡No! Sanha dice que eso es aburrido. No planeo intentarlo de momento. —Frunció el ceño— Quiero saber cómo enamorarme de alguien.

— Aquí el aburrido eres tú. Procura no desperdiciar tu lindura, primor. —La muchacha lo empujó levemente para salir moviendo sus caderas en dirección opuesta.

— ¿Qué acaba de pasar? —Se encogió de hombros.

Eunwoo suspiró y siguió su camino por aquella iluminada calle de Seúl.

A lo lejos vio a un hombre sentado en el piso. Corrió hacia donde estaba para entablar una conversación.

— ¿Señor, puedo preguntarle algo? —Se acuclilló a su lado.

El hombre emanaba un fuerte olor a alcohol y su cuerpo se tambaleaba de un lado a otro.

— Oh, un muchacho de rostro angelical. —Habló entrecortadamente y sonrió— ¿Qué necesitas?

— ¿Sabes como puedo enamorarme de alguien?

De un momento a otro el muchacho comenzó a llorar desconsoladamente. Eunwoo se sorprendió, no sabía qué hacer.

— ¡Ella me dejó! ¡Yo la amaba más que a mi propia vida! ¡Estaba perdidamente enamorado! —Gritó mientras lloraba.

— ¿¿Qué pasó?? ¿Estabas enamorado? —Se lo notaba preocupado.

— ¡Me dijo que nunca me amó! Pero parecía tan feliz a mi lado... ¡Yo le daba todo lo que quería! ¡Ella era mi todo!

— ¿Por qué no te amaba? —Preguntó con curiosidad.

I Can Never Fly ; Eunsan || ASTRO Donde viven las historias. Descúbrelo ahora