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Eunwoo era muy sabio pero, cuando de algo nuevo se trataba le tocaba investigar.

Quería averiguar por qué Sanha había logrado verlo, cuando él aún ni siquiera se había manifestado intencionalmente frente a su pequeño amigo.

Eunwoo era de los arcángeles que les gustaba escuchar las historias de los arcángeles más viejos y experimentados para así aprender de sus conocimientos, antes que leer libros antiquísimos donde probablemente no encuentre las respuestas a sus preguntas.

Para eso se dirigió a los aposentos de su viejo maestro. Un arcángel sumamente sabio, en quien confiaba y respetaba.

— Arcángel Myungjun, he venido a verlo. —Saludó a su superior arrodillándose ante él.

— ¡Mi querido Eunwoonie! Me he enterado de que estás desobedeciendo los principios —Le reprochó con diversión— ¿Por qué no dejas que los ángeles se ocupen de los humanos? —Habló dulcemente.

— ¡Arcángel Myungjun! Sabe que aquí me aburro fácilmente. Además creo que estoy haciendo un buen trabajo, ¿verdad? —Sonrió muy entusiasmado al recordar todas las buenas acciones que hizo por aquel ser humano.

— Eso es cierto. Está bien, pero no te metas en problemas. Sabes bien que hay ciertas cosas por lo que los arcángeles no pueden viajar mucho a la tierra. Eunwoo, te comportas demasiado como un humano, eso te pasa por observarlos mucho. —Lo regañó alegremente.

El sabio Myungjun se refería a cosas no muy graves, pero como bien se sabe, las cosas están hechas de cierto modo para ciertas cosas. Si los ángeles son los encargados de los humanos, ¿por qué hacerlo un arcángel? Ellos tenían otras funciones.

Pero Eunwoo pensaba “¿Por qué no?” yolo.

Los humanos por naturaleza tienden a ir en contra de la realidad. A ser muy desorganizados, rebeldes, explorar cosas nuevas. A entrar por la puerta que tiene un cartel de “prohibido pasar”.

Por otro lado, se decía que los arcángeles, a diferencia de los ángeles, podían aprender y copiar muchos comportamientos de otros seres, lo cual podría ser peligroso dependiendo de qué ser se tratase. Aunque hasta el momento eso era sólo un rumor, puesto que nunca se había presenciado un caso así, Myungjun comenzaba a sospechar que el rumor podría ser cierto.

Es por eso que el anciano decía que Eunwoo se parece a un humano, pues va en contra de los principios establecidos entre los arcángeles y demás criaturas místicas. Él hace lo que no debería. Es un arcángel aventurero sin remedio.

¿Qué tan malo podría ser?

“Los arcángeles de hoy en día”. Pensó Myungjun riendo.

— ¿A qué has venido? —Retomó el tema.

— Quería preguntarle algo sobre Yoon Sanha, mi protegido.

— ¿De qué se trata?

— Bueno, él pudo verme sin la necesidad de manifestarme frente suyo. ¿A qué se debe?

Myungjun rió y Eunwoo abrió aún más sus ojos, esperando una respuesta.

— Los estuve vigilando muy bien —señaló a Eunwoo con su dedo índice—, Elegiste a un muy buen humano. Él tiene mucha fe, valor, esperanza… Cuántas cualidades más puedo nombrar de él… —Eunwoo asintió con orgullo de tener a un humano como él— Él rezó por ayuda cuando más lo necesitaba y siempre creyó en ti, en su guardián.

— ¿Y eso cómo explica que me haya visto y antes no?

— Durante la noche se da el mayor índice de apariciones. Mientras Sanha duerme tú le transmites paz. Es ese el momento de conexión entre ambos, donde están compartiendo su alma y formando una en común. Debido a esto es que pudiste ser visible para él, estaban conectados siendo uno sólo. —Explicó el maestro.

I Can Never Fly ; Eunsan || ASTRO Donde viven las historias. Descúbrelo ahora