Sugar Daddy →KookMin← EDITANDO

Capítulo- 15

IMPORTANTE, LEER LA NOTA DEL FINAL uwu

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-¡Suéltame! ¡¡No te conozco!! No se quién eres, te estás confundiendo.

Chanyeol se aferraba a Jimin como si fuera a desaparecer justo en frente de él, inconscientemente estaba ejerciendo demasiada fuerza y lo único que estaba logrando era asustar al más pequeño, que se sacudía violentamente entre sus brazos, intentando soltarse del fuerte agarre.

- ¡Por favor! ¡me lastimas!

Con esas últimas palabras el muchacho de cabellos castaños soltó el delgado cuerpo de Jimin, quien de un empujón logró alargar la distancia entre ambos. El joven lo miró con preocupación, abrió la boca, con la intención de disculparse pero Jimin rápidamente se dirigió a la salida, no se quedaría en esa casa ni un segundo más.

-¡¡Espera!! ¡No te vayas! -Escuchó al chico gritar, lo cual lo alteró aún más. Lo único que quería era irse y no volver jamás.

-¡Jimin espera! No puedes irte así, es muy tarde, por favor, te podría pasar algo malo. -Esta vez era la voz de Chae, sus ojos se encontraron con los ojos color miel de la muchacha, quien lo miraba preocupada. Tenía las manos repletas de harina la cual también había alcanzado su ropa y parte de su cara.- Por favor, tranquilo...

-Chae, es Jimin, no dejes que se vaya, no permitas que se aleje de casa de nuevo, no otra vez...Chae.

-Cálmate, Chan. Lo estás asustando.

-Lamento causar todo esto, yo ni siquiera sé que hago aquí, esto fue un error. Lo siento, pero debo irme.

Con un sentimiento abrumador, Jimin dirigió su mano al picaporte, con toda la intención de marcharse lo más lejos posible. Pero en ese mismo instante la puerta se abrió dejando ver a una hermosa mujer ya algo mayor, la mujer lo miró confundida, para luego darle una rápida mirada a sus hijos.

-¿Qué esta pasando aquí? -Preguntó con el ceño fruncido mientras colgaba su saco y su cartera en el perchero que se encontraba al lado de la puerta.- ¿Quién eres tú muchachito? -Preguntó una vez se dio vuelta, mirando a Jimin de arriba abajo y con una ceja alzada.-

-Yo... No soy nadie y en realidad ya me iba.

-¿No eres nadie? -Preguntó lentamente alzando una de sus cejas para luego mirar a los otros dos jóvenes.- ¿Y ustedes dos que me dicen de este chico? ¿Que hace en nuestra casa?

-Yo lo invite, estaba perdido...

-¡¡Perdido!! ¿necesitas que llame a la policía niño? Podríamos contactar a tus padres, deben estar preocupados.

-Mamá, Jimin no tiene padres.

-Oh... Bueno, eso...yo lo siento...

-¡¡Si que tiene padres maldita sea!! ¡¡Tu eres su madre!! ¿no te das cuenta? ¿no puedes reconocer ni a tu propio hijo? Mamá, ese chico es Jimin, nuestro Jimin.

La mujer se quedó estática, no le gustaba hablar de su hijo menor porque jamás había superado su partida, no eran muchas las veces en las que alguien mencionaba su nombre, en especial sus hijos que sabían muy bien que el tema era un tanto tabú en la casa.

Sus ojos se dirigieron al chico, era pequeñito e iba vestido como si fuese un muñequito, Jimin odiaba vestirse de esa forma, siempre lo odio.
Sus cabellos eran rubios y estaban un tanto despeinados, su piel era blanca y parecía estar hecha de porcelana.

-Chanyeol ¿qué estas diciendo?

-¿A caso soy el único que se da cuenta? Por favor, míralo bien, mamá es tu hijo.