Capítulo- 07

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-Bueno pequeño, ya terminamos. Te dejare las cosas escondidas para que el señor Jeon no sospeche nada.- el muchacho señaló una caja de zapatos en donde seguidamente metio los medicamentos que Jimin necesitaba para sus heridas. -

-Muchas gracias por ayudarme - Jimin sentía sus mejillas calientes y podría jurar que se encontraban más rojas que una manzana.-

- No me agradezca por favor, solo estoy haciendo lo correcto. Joven Park, usted también debería hacer lo correcto y comenzar a obedecer las cosas que ordena el joven Jeon, será por su propio bien.

Jimin lo miró con incredulidad ¿cómo podía decirle eso?

- ¿Se supone que debo deja su él me trate como un juguete? ¿A caso debo dejar que me golpee y me humille como si yo no valiera nada? Soy una persona, no voy a permitirlo.

- Yo sé que esto es difícil. Usted no es lo que el joven Jeon cree que es, pero debería simular serlo, debería simular ser lo que él quiere, por lo menos por un tiempo. No quiero escucharlo sufrir nunca más.

El corazón de Jimin se aceleró de sobre manera al escuchar las últimas palabras del muchacho. Ese hombre quería lo mejor para él y él sólo lo está metiendo en problemas.

- Yo lo voy a intentar. -Respondió Jimin en un suspiro, tal vez tenía razón, no sonaba del todo loco. Jeon había sido dulce y amable cuando él actuaba de forma inocente y tierna, se volvió un bruto cuando él comenzó a negarse a cumplir sus órdenes.-

- ¡Se que lo hará bien, así que suerte! Todas las personas del servicio doméstico lo apoyamos y apuesto todo a que los de seguridad también.

- ¡¡El joven Jeon llegará a la casa en diez minutos!! ¡¡Todos a sus puestos!! ¡¡Ya, ya, ya!! -El grito de la jefa del personal de la mansión se escuchó por cada rincón de ésta, alertando a cada trabajador.-

- Creo que tengo que irme, pero le prometo venir más tarde a conversar con usted -El muchacho le sonrió a Jimin y él por alguna razón, sintió cálido su pecho.- Aquí todos necesitamos un amigo, no dude en llamarme si necesita algo. -El joven se levantó de la cama y caminó hacía la puerta de salida.-

- Muchas gracias... -Jimin quedó mirando al muchacho, esperando que éste se presentará.-

- ¡¡Oh!! Lo siento, mi nombre es... - Justo en ese momento se escucharon las puertas principales abrirse y de forma inmediata una señora entró a la habilitación.-

-¡¡Niño!! ¿A casó tu quieres morir? Sal de aquí, si el joven Jeon se entera, te despedirá de inmediato -Dijo exagerando la mujer.- ¡¡Vamos a tu puesto!! Y usted joven Jimin, portese bien.

- Adios joven Jimin, tenga un agradable día - El muchacho cerró la puerta, yéndose junto a aquella señora a cumplir sus trabajos, dejando a Jimin algo confundido. -

¡¡Él se porta bien!!.

Un puchero adorno sus labios y se cruzó de brazos enfadado ¿Por qué esa señora pensaba que se portaba mal? Él era bueno.

Dejando atrás sus pensamientos infantiles se preguntó ¿por qué ese chico hizo todo eso por él? ¿Por qué su corazón se aceleró tanto? Se sintió como en casa, hace mucho tiempo que alguien no se preocupaba tanto por él.

Estresado por esos pensamientos, solto un bufido. No importa, dejaría de darle tantas vueltas al asunto, él ahora mismo fingira dormir para que Jungkook no lo moleste cuando llegué.

Se tapo con todas las mantas de su cama y cerró sus ojos.
En menos de diez o tal vez quince minutos, la puerta de su habitación se abrió.

- Jiminnie mira cariño, te traje un regaló - la voz de Jungkook lo hizo estremecer por completo, odiaba el efecto que ese sujeto tenía sobre él.-

Sugar Daddy →KookMin← EDITANDODonde viven las historias. Descúbrelo ahora