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Taco Bell era el lugar de preferencia para comer de los tres, la pareja veía como Cameron comía su chalupa lentamente, los tres tenían miedo de lo que le iba a pasar.

"Cameron..."

"Prometió que no me iba pegar" dijo sin mirarlos.

"Sí, Cam pero..."

"¡No lo va a volver a hacer!" chilló con lagrimas saliendo de sus lindos ojos grises "¡Lo prometió!"

Max y Johana no dijeron nada, solo se miraron preocupados. Max conocían a Cameron desde antes que empezara a salir con Jonas, y él no les había dicho nunca sobre lo violento que era, en una ciudad pequeña como esa Max había ido a la escuela con Jonas, sabía que el pelinegro disfrutaba de meter cabezas a los inodoros, pero no sabía que era tan violento. Se habían enterado que Jonas golpeaba a Cameron cuando un día el chico había llegado con el labio partido y les había dado explicaciones completamente diferentes a los dos.

"Deberían ir a terapia" dijo Johana.

Los chicos la miraron.

"No, tan solo menciónaselo se volvería loco" dijo Max.

"Sí, Jo, no es buena idea" apoyó Cameron.

Si alguien conocía todas las reacciones de Jonas era Cameron, lo había visto en sus mejores y sus peores momentos.





Cameron abrió la puerta con cuidado de no hacer ruido, buscó en la casa y vio que Jonas no estaba. No supo que no estaba respirando hasta que sacó de golpe todo el aire guardado en sus pulmones. Se metió a bañar para ir a la universidad. El agua caliente le recorría el cuerpo tranquilizándolo un poco, creía que si lograba hablar con Jonas antes de que él si quiera levantara la mano tal vez entendería.

Salió del baño con boxers y el pelo empapándole la espalda pecosa y vio a Jonas mirándose el rostro con detenimiento en el espejo del cuarto, acto extraño en él, por lo que supo que algo andaba mal.

"¿Qué pasa, bebé?" el pelirrojo se acercó a él y le tocó el hombro.

"Nada" Jonas le dio la espalda y salió del cuarto sin mostrarle el rostro "Vístete para ir a llevarte a la escuela. "

Cameron frunció los labios y sacó ropa de un cajón. Cuando estuvo listo agarró su mochila y su celular, Jonas estaba afuera fumando, salió de la casa sin hacer ruido y se plantó enfrente de su novio. Su ojo izquierdo estaba casi completamente cerrado e hinchado, rodeado por una mancha roja que no tardaba nada en hacerse morada. Cameron soltó un grito ahogado y acercó su mano al rostro magullado de su novio, pero este se quitó y lanzó el cigarro al rosal..

"Déjame revisarte."

"No, estoy bien."

"¿Qué pasó?"

"¡Nada, Cameron, estoy bien, no te preocupes por mi!" le dio un beso en la frente y caminó al carro "Vámonos ya o vas a llegar tarde."

Jonas no quiso decir que había pasado y solo hacía a Cameron preocuparse aún más. En ningún momento Jonas mencionó algo sobre el incidente de la mañana, y a Cameron le preocupaba más saber en que estaba metido su novio para que le dieran tremenda paliza que si este decidía golpearlo por estar hablando con otro chico.








Al día siguiente el ojo de Jonas estaba aún más hinchado, tanto que cuando Cameron despertó y lo vio casi gritó. No le gustaba ver a su novio así, Jonas tenía un bello rostro como para que volviera a las peleas. Incluso las secuelas que tenía de peleas callejeras le daban más belleza, como la nariz un poco chueca a causa de una riña en un callejón, o la ceja derecha partida por no pagar un préstamo. Cameron se acomodó en el pecho de Jonas, que se despertó solo un poco al sentir al pelirrojo moverse sobre él, lo abrazó y levantó su rostro para juntar sus labios y luego volvió a dormir.

"Se te va a hacer tarde" dijo Jonas medio dormido.

"Nah."

"Seh."

"Que aburrido eres" que quejó su novio levantándose de él.

"Wow, dije que se te hacía tarde, no que debías irte ya" lo jaló de nuevo hacía él apresándolo en sus brazos calientes.

"No, se me hace tarde" dijo Cameron con falsa indignación sentándose sobre su novio.

"Estás tonto" Jonas lo acomodó un poco más arriba y posó sus manos sobre el trasero del pelirrojo.

"Tú me estás corriendo" dijo Cameron pasando sus manos por el torso de Jonas hasta llegar a su cabello, el cual ya necesitaba un corte.

"Nadie te está corriendo" las manos del pelinegro recorrieron la espalda pecosa del menor mandándole escalofríos por toda la espina dorsal.

Acomodó su mano en la nuca de su novio, lo acercó a sus labios y lo besó con cuidado, nada como lo hacía la mayor parte del tiempo, este beso no era brusco y controlador, era tierno y delicado, caliente y liberador. Cuando se separaron por falta de aire el pelo le tapaba la cara a Jonas, Cameron se lo acomodó detrás y se quedó viendo su ojo hinchado.

"Parezco..."

"No pareces nada, bebé, eres perfecto" lo interrumpió Cameron.

Juntaron sus labios de nuevo y Jonas solo podía pensar que, en efecto, no parecía un monstruo, lo era, solo un monstruo... no, solo el mismísimo diablo sería capaz de lastimar a un ángel como lo era Cameron. Sabía que el pelirrojo era demasiado bueno para él, y que él merecía algo mil veces mejor, pero aún así no podía dejarlo ir.

Jonas le había cortado las alas a Cameron rehusándose a dejarlo libre.

Watch me burnDonde viven las historias. Descúbrelo ahora