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No podía sacar a Jonas de su cabeza. Todo él estaba siempre presente en su mente. Y el nuevo Jonas lo hacía tan feliz y lo hacía sentir de cierta manera orgulloso. Había dejado las peleas, ahora se preocupaba más por su aspecto físico, se ponía trajes, se veía más tranquilo. Y ver que Jonas estaba bien le dio tranquilidad.

Pero ahora no podía dejar de pensar en él.

Esa noche se fue a dormir y soñó que bajaba las escaleras de la otra casa y ahí estaba él, haciendo desayuno con un cigarro matutino en la boca. Soñó que le sonreía de esa peculiar manera que solo él podía hacer, que lo sostenía de la cintura como solía hacerlo y que lo besaba en los labios con ese especial cuidado pero a la vez su característica rudeza como solía hacerlo. Pero al despertar vio a Tyler dormido a su lado. Se mordió los labios y se puso de pie. Con solo una pluma y su viejo cuaderno lo describió. Plasmó todo lo que sentía, todas las palabras sin sentido y las acomodó hasta que finalmente significaban algo. Sintió como Tyler se movia en la cama despabilandose y escondió el cuaderno bajo la cama para hacerse el dormido dándole la espalda. Tyler dejó un beso en su hombro antes de ponerse de pie y salir del cuarto camino al baño.

Ese día Cameron no dejó de escribir sobre Jonas. Había llenado tantas páginas del cuaderno que igual y podía publicar otro libro. No solo escribió poemas, también unas cuantas historias cortas dignas de ser quemadas y esparcidas por la brisa para no ser encontradas nunca.

No quería que nadie supiera que había visitado a Jonas. Ni Max, ni Johana, ni su madre y mucho menos Tyler.

Aún recordaba lo furioso que se había puesto cuando le contó de su relación con Jonas; de como se trataban el uno al otro, de las cosas que Jonas hacía, de su temperamento y de como no quería dejarlo solo. Había intentado explicar lo que sentía por él pero no habia encontrado las palabras correctas confundiendo Tyler y haciendo quedar peor a su ex. Pero aún lo amaba tanto. Y quería a Tyler, pero no sentía esa misma emoción que Jonas le brindaba.

Incluso el día de ayer el solo tenerlo cerca había hecho que sus manos hormiguearan y le dieran solo un recuerdo de lo que se sentía estar con él. Tyler no hacía que se sintiera como se sentía con Jonas. Tyler aunque era más cuidadoso y amable lo había mal criado a que él hacía todo, no era tonto, sabía que el rubio se guardaba muchas cosas y comentarios acerca de su forma de ser, o de que a veces llegaba muy tarde a la casa o no hacía sus tareas. Probablemente porque no quería ser como Jonas habia sido. Pero Jonas era todo lo contrario.

Cuando habían empezado a vivir juntos si él tiraba algo o ensuciaba algo, él tenía que lavar, Jonas no lo iba a hacer por él. Siempre decía que tenía que aprender a cuidarse solo. Incluso lo ponía a barrer, cosa que nunca había hecho y que le tomó semanas dominar como mover la escoba de manera, por lo menos, decente. Jonas siempre quería saber donde estaba y con quien, y si planeaba llegar tarde, y Cameron de igual manera siempre lo mantenía vigilado. Muchas veces Jonas no le dejaba salir en las noches con Max, por lo que peleaban, pero antes de comenzar a gritarle Cameron veía como su rostro se iluminaba al verlo entrar hecho una furia por la puerta. Y en cuanto le gritaba el primer reclamo, el pelinegro se entristecía, luego comenzaba a gritar. Cuando Cameron tardaba en empezar un proyecto Jonas no dejaba de decirle que se pusiera a trabajar, esa era otra razón constante de peleas.

Y mirando hacia atrás, se daba cuenta que Jonas solo lo cuidó desde un principio. De no haber sido por Jonas, Cameron no tendría ni idea de como barrer o trapear, de como cambiar un neumático, como conectar la corriente de la casa, como robarse el cable del vecino, como revisar y cambiar el aceite del carro, no sabría lo que significaba responsabilidad o dedicación. Tal vez Jonas le decía que no fuera al bar con Max y Johana a las diez de la noche porque no lo habia visto en todo el día y lo extrañaba y quería estar con él y él llegaba a reclamarle y arruinaba sus planes de ver películas.

Pero obviamente eso no cambiaba el hecho de que Jonas lo habia golpeado, le había gritado y llamado mierda en más de una ocasión. Y por supuesto que él también lo habia golpeado y gritado. Su relación no habia sido para nada sana. Y tal vez eso se debía a la falta de cariño que sus padres habían tenido con Jonas o a la misma falta de cariño de los de Cameron. Los padres de Jonas lo habían dejado solo en varias ocasiones para irse a drogar hasta que finalmente su abuelo lo sacó de la casa para llevárselo y cuidarlo. Mientras que Cameron veía a su madre una hora al día, pues sin padre, su mamá habia tenido que trabajar mucho para proveer, lo dejaba con su tía, la cual ya tenía las manos ocupadas con tres hijos por lo que el caso que recibía era nulo. En realidad ninguno sabía como amar, y no eran idiotas, sabían perfectamente bien que como lo habían hecho no era la manera correcta y se habían acostumbrado a amar de tal manera. Pero, tal vez, si les dieran otra oportunidad, lo harían perfectamente.

Watch me burnDonde viven las historias. Descúbrelo ahora