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Ahora sí iba tarde. Entró corriendo al local, donde Max lo esperaba con expresión preocupada, pero cuando lo vio perfectamente bien y con una gran sonrisa en el rostro se puso severo.

"¡Cada vez llegas más tarde!" exclamó mientras el pelirrojo pasaba atrás de la barra.

"Relájate, Max" le dijo poniéndose el mandil azul del trabajo.

"¿Qué me relaje? ¡Estábamos preocupados por ti, más un cuando no llegabas y mira nada más esa cara de felicidad! ¡JUEGAS CON MIS SENTIMIENTOS, CAM!"

"Déjalo en paz, amor" dijo Johana poniéndole tapa a un café y entregándose a una señora "Si viene tan feliz es por algo, y yo creo que es porque Jonas no te hizo nada ¿cierto?"

"Hicimos el amor."

"¡Wow, Cameron, no queremos saber gracias!"

"No, escúchame, Max" dijo Cameron "Esta vez no peleamos, no me golpeó, no me hizo nada. Cuando peleamos terminamos teniendo sexo en vez de hablarlo, y ya era rutina, si no peleábamos ni nos besábamos" se veía la emoción y la felicidad en sus ojos.

Las cosas perecían estar cambiando para Cameron, no sabía que carajos estaba haciendo Jonas para canalizar su ira, pero rogaba al cielo que lo siguiera haciendo si las cosas iban a seguir igual de bien como estaban.

"¿No te dijo nada sobre...?" preguntó Johana.

"¡No! ni lo mencionó" exclamó.

"¿No está haciendo nada diferente?" preguntó Max.

"No que yo sepa, pero si lo está haciendo, que no deje de hacerlo."

"Algo aquí no está bien" dijo Max.

La campanita sonó y los tres voltearon a ver quien era. El mismo chico rubio de ayer entró con su laptop, la dejó en una mesa y fue a hacer su pedido. Cuando vio al pelirrojo le sonrió amigable, Cameron quería sonreírle, solo por modales, pero Johana lo jaló de la mano y lo llevó al cuarto de empleados.

"No importa que tan manso esté Jonas, no creo que debas acercarte a ese chico" dijo preocupada.

Antes de que Cameron abogara para si, Johana se fue dejándolo solo, con la orden de sacar la basura como castigo por haber llegado tarde.







Jonas se volvió a mirar el ojo en el espejo, se veía bastante mal, pero no le pudo importar menos. Agarró las llaves del auto y salió de la casa, esta vez no arrancó rosas del rosal, estaba decidido a ser un mejor novio para Cameron, si no lo iba a dejar ser libre, le iba a adornar la jaula en la que lo tenía lo más bonita que pudiera. Manejó casi hasta el centro, donde se bajó para comprar un ramo de flores. No sabía mucho de flores, solo que a su novio le gustaba dejarlas secarse boca abajo para así guardarlas para siempre. Miró la gran variedad de tipos y colores sin saber ni que hacer, no quería regalarle rosas a Cameron, eran muy comunes, eran muy simples, quería un ramo de algo como su pequeño; diferentes, hermosas, fuertes.

Crisantemos.

La flor favorita de Cameron eran crisantemos. El pelirrojo le había dicho una vez hacía ya tiempo, cuando apenas comenzaban a salir, no le había puesto mucha atención, pero ahora venía a su mente. Fue a un puesto donde una chica de pelo azul lo miró de arriba a abajo.

"Un ramo de crisantemos" dijo Jonas.

La chica se puso de pie a hacer el ramo. No solo le puso crisantemos, también rosas rojas, margaritas y unas hojitas de lavanda. Cuando le dio el ramo envuelto en papel azul cielo sonrió al pensar en la expresión de Cameron cuando lo viera. Paró en una tienda y compró un perrito de peluche y unos chocolates. Y unos cigarros.

Era hora de que su novio saliera a comer, por lo que manejó a toda prisa al café y corrió con las cosas para alcanzarlo. Vio como la mata de cabello naranja salía por la puerta mientras Johana cerraba detrás de él.

"¡Cameron!" gritó y corrió a su lado.

El pelirrojo se volteó de golpe al oír la voz de su novio y cuando lo vio tapando su rostro con un ramo de flores y un perro de felpa, gritó de la emoción. Corrió a los brazos de Jonas tirándole el perro y la caja con dulces, le quitó las flores y brincó a sus brazos anclándose a su cuello y rodeándolo con las piernas por el torso, haciendo que los dos cayeran al suelo. Su caída se había visto amortiguada por su novio, pero igual se había torcido un tobillo.

"Salvaje" dijo Jonas y atrapó sus labios con cariño.

"Cursi."

"Te encanta."

En realidad, lo que le encantaba a Cameron era que Jonas hubiera hecho más que solo arrancar una vieja flor mal regada y llevársela, le encantaba que hubiera gastado su preciado tiempo en ir a comprarle esas cosas, no porque fueran cosas materiales, sino porque eran señal de que pensaba en el, que se estaba esforzando de verdad, que estaba cambiando, que no iba a ser el Jonas violento de hacía tres días.

"Te amo" dijo Cameron con una gran sonrisa en el rostro.

"Te amo" Jonas se puso de pie y lo besó.

Watch me burnDonde viven las historias. Descúbrelo ahora