flashback
Yuuri era el menor de la familia Katsuki. Contándolo a él, en su familia se contaban cuatro personas: los señores Toshiya y Hiroko Katsuki y Mari Katsuki, la hermana mayor. El pequeño era la adoración de la casa y al lado de su cachorro formaban una familia animada y unida. El pequeño Katsuki pensó que esto sería así para siempre. Sus padres decidieron esconder de él la terrible verdad del mundo, por lo que el chico permaneció ignorante hasta ese día...
La mañana y la tarde transcurrían con total normalidad pero al caer la noche por todo Hasetsu resonó aquella alarma que solo se utilizaba durante los desastres naturales. El pelinegro solo tenía 4 años cuando una horda de licántropos invadió todo Japón. Nadie estaba prevenido por lo que la matanza no tuvo cese hasta que el gobierno pudo medio organizarse para desalojar a quien se pudiera... Por suerte para los Katsuki uno de los pocos puntos de evacuación que se lograron instalar estaba en Kyushu, exactamente en el puerto de Hatsesu.
A los ojos del pequeño todo era confuso, sus padres y su hermana corrían de un lado a otro de la casa, sacando cosas de cajones y dejando desastre a su paso. Al pequeño Yuuri solo se le encomendó abrigarse y ponerle la correa a su vicchan para salir de inmediato.
- Toshiya-san, debemos darnos prisa, lleva a Yuuri al auto, yo voy por Mari-chan, no podemos seguir aquí - Hiroko llevaba en las manos la mochila de su hijo, se acercó a él , se arrodilló y se la pusó. - Querido, en esta mochila llevas lo que necesitas por si algo llega a sucedernos, ¿sabes? Mamá y papá siempre te protegerán, debes crecer bien y quedarte al lado de tu hermana, ¿bien? - En los ojos de la castaña había una gran tristeza y añoranza, en el fondo de su corazón deseaba permanecer al lado de su niño, pero sabía que ese sueño no sería fácilmente concedido, al menos quería aferrarse a que sus pequeños vivieran.
Los ojitos redondos de un color chocolate, centellaron con el amor hacia su madre. - Mami, no entiendo bien, pero todo va a estar bien ¿verdad? - posó su manita en la mejilla de su mamá y esa calidez hizo que una lágrima rodara por el rostro de la castaña, ella cerró los ojos guardando el calor de su hijo y sonrió.
- Hiroko, es hora - Toshiya llegó al lado de su esposa y le puso una mano en el hombro. La castaña puso su mano sobre la de su esposo y se levantó para ir a buscar a su hija mayor.
- Vamos pequeño - le tendió los brazos al niño y con una ancha sonrisa lo recibió en sus brazos para cargarlo y llevarlo al vehículo.
Al poco rato, Hiroko y Mari subieron a la camioneta, de inmediato el mayor encendió el vehículo y con un chirrido de llantas salió a toda velocidad. Mientras se alejaban de su hogar, Hiroko miró hacía atrás, extrañando su hogar. Su esposo la miró con tristeza - Vamos a volver - dijo aquello más para consolarse a sí mismo que para su esposa o su familia. En esa casa se quedaban los preciosos recuerdos del comienzo de una vida juntos, en ese lugar habían construido con esfuerzo lo que sería la herencia de sus pequeños, y dolía perder todo aquello, sabían que jamás podrían volver ahí...
- Mari-nee, ¿Porqué tienes aquí el arma de papá? - la vocesita del niño atrajo la atención de todos.
- Por que vamos a ir de caza muy lejos de aquí, ¿quieres? - la mano de la mayor revolvió el cabello del pequeño y este rió divertido. Por el retrovisor la mirada de su padre atrajo la atención de la hermana mayor, ella asintió... Antes de partir, su padre había hablado con ella pidiéndole que solo se preocupara por protegerse y proteger a su hermano, ella se había negado a cualquier insinuación de no huir juntos, pero su padre se arrodilló rogándole que se protegiera y viviera sin importar qué.

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Beber de tu sangre
Fiksi PenggemarMundo alterno en el que humanos y vampiros se ven obligados a trabajar en conjunto para proteger al resto de la humanidad de la amenaza de los licantropos. Los humanos luchan por su derecho de vivir y los vampiros por proteger su territorio y su fu...