Beber de tu sangre

IV

Continuación del flashback

La bestia sonrió con sorna al ver al pequeño. Sorpresivamente y para la desgracia del ser humano, los licántropos entendían a las personas: expresión corporal, lenguaje, capacidades, todo...

- Yuuri debe proteger a Mari-nee - dijo el niño con la voz temblorosa.

- No Yuuri, vete de aquí, no te preocupes, estaré bien - mintió para tratar de convencer a su hermano. 

El pelinegro sacudió la cabeza negándose a huir, entonces con la voluntad de salvar a su hermana y la desesperación que comenzaba a crecer en su interior por mantenerse a salvo juntó todo el coraje que lo ayudó a mover sus piernas en dirección a su hermana, no tenía un plan pero pensó que algo se le ocurriría al llegar junto a ella o que con suerte alguien vendría a rescatarlos. 

Vicchan se movió al lado de su niño y con más valor que antes mostraba sus dientes y gruñía al licántropo que no se había movido, solo observaba. 

- Vicchan, quiero que vayas por ayuda, ¿de acuerdo? - sin despegar la mirada del gran lobo seguía avanzando. El cachorro gimoteó como negándose a dejar su lado. -No te preocupes, estaremos bien, en tanto no te tardes mucho - El pequeño le sonrió a su compañero y este gimoteó una vez más preocupado. -Anda, puedes ayudarnos más si lo haces - al cachorro no le quedó otra más que obedecer, antes de irse el cachorro ladró y después salió corriendo.

Estaban solos ahora que el cachorro se había ido, la ansiedad y la angustia por el estado de su hermana no le dejaban tiempo de llorar. El pequeño podía tener solo 4 años y ser totalmente ignorante de la situación, pero solo una cosa ocupaba su mente y lo determinaba a seguir adelante y esto era salir de ahí junto a su hermana, deseaba que sus papás estuvieran a salvo y que pronto estuvieran juntos, sin embargo sabía que para que todo eso sucediera primero tendría que soportar lo que viniera hasta que alguien los ayudara a salir de ahí. 

El niño estaba tan concentrado en mantener sus pasos firmes que en una fracción de segundo en la que dejó de ver al licántropo, este hizo su movimiento. El gran animal pareció no moverse pero automáticamente estaba parado frente al niño. Con un terrible frió que nació en su espalda y se extendió por todo su cuerpo el pequeño quedó totalmente paralizado y sus ojos desorbitados declaraban el pánico apoderándose de todo él. Por su parte, Mari soltó un grito ahogado y gruesas lágrimas empañaban su visión esperando lo peor. 

El gran animal bufó ante la reacción del pequeño a lo que este con expresión desencajada solo logró levantar el rostro para verlo, lo había hecho por inercia y se arrepentía de haberlo hecho, la sorna con la que era observado solo le reclamaba su incompetencia contra la criatura que tenía enfrente. Esa criatura enorme, terriblemente musculosa e imponente por su pelaje azabache poseía unos ojos más temibles que el resto de su enorme cuerpo, los orbes de un azul brillante, pero para nada hermosos eran tan afilados y fieros que parecían desgarrar lo más profundo del alma para desproveer a su víctima de toda esperanza de salir con vida...

En un intento desesperado de apartarse, el pequeño reunió la poca fuerza que le quedaba y quiso correr al lado de su hermana, su mirada le dio la señal a la gran bestia que lo observaba con atención y antes de que el pelinegro diera un paso más un manotazo aterrizo en la boca de su estómago y lo aventó con gran fuerza contra uno de los tantos vehículos. Su espalda se estrelló con fuerza contra el mental al igual que su nuca, terminó aterrizando en el piso violentamente. 

Su consciencia comenzaba a desvanecerse a medida que una calidez húmeda se deslizaba por su frente y teñía su visión de rojo, sin embargo la situación en la que estaba su hermana lo hacía querer aferrarse a la realidad... su pequeña mano se estiró como si con ello pudiera alcanzarla, su triste intento no hizo más que desesperarlo al ver que el licántropo apartaba con facilidad el vehículo que protegía a su hermana. De inmediato Mari quedó a merced de la gran bestia, ella solo lloraba en silencio, no gritaba mientras el gran animal la levantaba por el brazo y la zarandeaba cual trapo...

- ¡¡NOOO!! ¡¡DESAPARECE!! - gritó Yuuri desesperado y frustrado, pero fue totalmente ignorado. Sus uñas se clavaban con fuerza al concreto, tanto que por encima de su frustración, un dolor punzante corrió desde la punta de sus dedos hasta su codo haciendo que sus lágrimas salieran con más fuerza y más dolor hasta que un sentimiento más grande comenzó a invadirlo, el ver como su hermana sufría por su falta de fuerza la ira fue nublando su razón.

- ¡¡¡ QUE TE MUERAS !!! - el grito desgarro el silencio y una gran onda casi invisible que expulsó de su propio cuerpo embistió a la gran bestia dejándola paralizada.

Yuuri permanecía alerta por la falta de movimiento del licántropo, pasaron varios segundos y nadie se movía. Mari estaba terriblemente herida, pero con las fuerzas que le quedaban levantó el rostro para encarar al lobo, después de todo ya no podría perder más que la poca vida que le restaba... lentamente levantó la vista y lo que vio la dejó perpleja, los ojos del licántropo carecían del brillo que provee la vida, ahora eran de un azul vació y por encima de eso todo signo de respiración había desaparecido, el animal antes bufaba y un caliente vapor salía por sus fosas nasales y boca, pero ahora todo eso se había desvanecido, ahora solo parecía uno de esos muñecos que se utilizan en los parques de diversiones: silencioso, sin movimiento, frío... muerto.

- ¡YURI, ESTÁ MUERTO! - gritó la mayor como pudo.

El pequeño no contestó, a penas pudo escuchar lo que su hermana dijo antes de cerrar los ojos y perderse en la inconsciencia...

Cuando abrió los ojos estaba en un lugar diferente, tenía vagos de recuerdos de lo sucedido... Entonces la mañana en que tuvo que enfrentarse solo a una nueva vida llegó. Abrió los ojos a un nuevo mundo donde su familia ya no estaba... 

Fin del flashback

__________________________

Hola!

Soy mexicana y por el terremoto de hoy me gustaría decir lo siguiente:

Lamentablemente muchas desgracias están sucediendo en mi país, pero de verdad es genial enterarme de la solidaridad de muchas personas que se han unido para ayudar a otros. Por mi parte, yo soy de un estado que no fue afectado, sin embargo me pongo en los zapatos de las personas afectadas y es realmente doloroso siquiera pensar en perder a mis seres queridos. Espero que si alguien lee esto y tiene familia en los estados afectados estén todos bien, espero que todos estén bien. Quisiera aprovechar para pedirles que siempre estén preparados para estas situaciones, como dicen los expertos, estos fenómenos no se pueden predecir, por eso es importante estar listos con lo necesario. 

Bien, eso era lo que quería decirles, saludos!

pd. El siguiente capítulo saldrá el fin de semana, espero sus comentarios, creo que la historia va un poco lenta, pero me gusta tomar las cosas con calma, ¿qué les parece?