XI

466 52 7
                                    

*Después de la introducción, el resto del capítulo lo va a narrar Viktor :D

Viktor permaneció fuera de la sala de emergencias, esperando noticias de Yuuri, parado frente a la una de las puertas blancas del lugar, sostenía su barbilla con un semblante pensativo.

- Yuuri - murmuró...

-------------------------------------

Mi cuerpo sin mi se movió automáticamente al lado de mi compañero. Un sensación que jamás había sentido se apoderó de mí y sin darme cuenta en segundos ya sostenía a Yuuri entre mis brazos. La sensación fue tan rara, hasta hace unos minutos el chico para mi resultaba alguien fuerte y maduro, pero ahora, en mis brazos parecía algo frágil y hasta pequeño... así suelen ser los humanos, frágiles, cálidos y efímeros. Volviendo a la realidad, fuera de mi mundo el caos se desató ya que no se sabía a quien atender primero, entonces las preguntas que nadie sabía como responder a excepción de las dos personas que ahora estaban inconscientes podrían responder saltaron a mi mente. 

Al estar pensando en aquel pasillo, varias teorías se formularon en mi cabeza. Sin embargo, solo había una forma de obtener alguna pista. 

- Ahora está estable, está durmiendo y mi consejo es no despertarlo hasta que él solo lo haga. - El doctor a cargo de yuuri me dio el parte médico. 

- Entiendo - contesté. - No lo molestaré, solo necesito pasar a verlo ¿puedo? - levanté la mirada hacia el castaño y este algo confundido me dejó pasar haciéndose a un lado. Con algo de preocupación el doctor se retiró, después de todo no le quedaba más que ceder. 

Con sumo cuidado avancé al interior de la habitación, Yuuri parecía tranquilo al dormir, lo que me llenó de tranquilidad a mi también. Sin pensarlo mucho me acerqué a su cama, su faz tranquila me impulsó a pasar mi mano por su cabello y mi pulgar sobre su mejilla, el tacto de su piel se sintió tan cálido y terso que repetí la acción un par de veces. ¿a qué vine? me auto regañé y procedí con la idea inicial. Con cuidado de no despertarlo saqué de entre las sábanas blancas de la cama de hospital el brazo del pelinegro, con el mismo cuidado giré su antebrazo exponiendo a mi su muñeca. - Es mejor si hago esto rápido para no despertarlo - por mi nariz la suave esencia que despedía su sangre me llamó como la primera vez que lo mordí. Respiré hondo sintiendo como mis pulmones se llenaban con ese aroma tan exquisito para mi. Acerqué mi rostro a la muñeca de mi compañero y sin controlarme mucho clavé mis colmillos en aquella blanca tez. Aquella substancia que tanto ansiaba comenzó a salir y yo comencé a succionar, poco a poco el sabor y la conciencia de Yuuri comenzaron a inundar mi mente mientras trataba de concentrarme en busca de aquello que me podría dar alguna respuesta. 

Los recuerdos comenzaron a fluir conmigo siendo espectador del entorno de Yuuri. El chico se encontraba acuclillado, con las manos en sus orejas tratando de obstruir el sonido. Lo que vi, lo identifiqué como la bruma de Leo, -voilà- pensé y observé. Algunos segundos pasaron y escuché mi propia voz, no pude evitar sorprenderme, ¿desde cuando Leo podía hacer esto? en mi experiencia con su poder, él solo podía extender y alborotar esa extraña bruma, pero de eso a producir una ilusión sonora había mucha diferencia. Yuuri estaba preocupado... ¿por mi? No, debe haber algo más, algo que no estoy observando bien, con un poco más de concentración logré enfocarme en los recuerdos de Yuuri. 

- ¡VETE YUURI! - La voz y la frase que yo escuché en sus recuerdos la otra noche hizo que algo tuviera sentido. Yuuri había entrado en un estado de Shock cuando escuchó la voz de su hermana y eso lo comprobé cuando extendió la mano hacia la nada, y luego lo que yo mismo había presenciado y la confirmación de mi sospecha, yo sabía que Yuuri no había reaccionado así de la nada y eso me tranquilizó un poco.

Beber de tu sangreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora