Al despertar lo primero que ven mis ojos es su perfecto rostro, aun duerme y se ve relajado y tranquilo. Lo observo por un instante, no se puede negar que este hombre es hermoso hasta dormido, me levanto y tomo una ducha. Como mi ropa aun no llega, tomo una de sus camisas manga larga, de botones. Salgo de la habitación sin hacer ruido para no despertarlo.Decido bajar, ya mi estomago comienza a hacer ruidos de hambre, el maratón de orgasmos de anoche me ha abierto el apetito esta mañana. Veamos que tiene en la cocina para desayunar.
Al poco rato ya tengo listo un delicioso desayuno al estilo venezolano, huevos revueltos, pan tostado, tocino, un zumo de naranja y no podría faltar un café, para despertarme.
—Buenos días Isabel. –Le oigo decir a Nicholas.
Me giro y me sorprendo al verlo ya vestido, con uno de sus trajes como siempre.
—Buenos días Nicholas, tu desayuno está listo. –Le informo.
—Gracias pero no tengo tiempo, solo tomare una taza de café. –Me dice, mientras mira su teléfono.
—¿Vas algún lado? –Pregunto un poco desconcertada por su falta de atención.
—A la academia, tengo asuntos pendientes. –Responde.
—Pensé…El timbre del intercomunicador suena interrumpiéndome, Nicholas se dirige a contestarlo.
—Diga –Nicholas solo asiente–. Está bien, dígale que suba. –Dice él al colgar.
Se acerca nuevamente a la encimera y toma unos papeles.
—Es John, viene subiendo. Siéntete como en tu casa –Dice mientras se aleja.
Miro la puerta cerrarse tras de él, sin nada que decir.
¿Qué demonios fue eso? Es como si lo de anoche no significara nada para él, no entiendo.
Seguramente iba tarde. Comenta mi voz interior.
Dudo mucho que así sea. Comenta mi razón.Las puertas se abren y veo a John entrar.
—Buenos días señorita Isabel, he traído lo que me pidió. –dice acercándose a mí–. ¿Dónde quiere que coloco las maletas? –Pregunta.
Viendo la actitud tan distante y fría de Nicholas esta mañana, creo que es mejor no compartir la habitación con él.
—Ven conmigo John, te indicare donde dejarlas. –Le pido al empezar a subir las escaleras.
Llegamos a la planta de arriba y decido que escogeré la habitación del fondo, mientras más lejos este de la tentación mejor.
—Justo aquí John. –Le indico.
—¿Necesita otra cosa? –Pregunta.
—No John, muchas gracias.
—De nada señorita.Acompaño a John al ascensor.
Nuevamente en la habitación desempaco, y encuentro todo lo que necesito y principalmente mis píldoras.
Recuerdo que al llegar a Manhattan decidí ir a un ginecólogo, para empezar a usar la píldora. Después de lo ocurrido con Mark, era mejor no correr el riesgo.Al terminar abro mi portátil para ponerme al día con el trabajo, dejando que las horas corran…
Cuando miro el reloj veo que son las 4pm, que rápido se me ha ido el día, y ni siquiera he comido nada, cierro el portátil y bajo a la cocina. Al llegar comienzo a prepararme un sándwich, de pronto oigo mi iPhone sonar.
—Hola Chris. –Lo saludo al contestar.
—Hola hermosa, vamos al bar de siempre. –Me invita.
—Hoy no creo que sea buena idea.
—No acepto un no como respuesta, tenemos muchas cosas de que hablar.
—Está bien, te veré ahí a las 7pm.
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Destino ¿Te atreverías a creer en él?
RomanceSinopsis La música es el más grande sueño para Isabel Banner, una mujer hermosa y brillante que, huyendo de su familia y de su pasado, decide comenzar de nuevo la historia de su vida mudándose con su tío Ben. Desde aquel trágico día que marcó su vid...