La historia de mis madres (Barbica)

Capítulo 6

Llegamos a la cafetería Rock'it. Que Sobre llegue me di cuenta que más que una cafetería era como un bar con karaoke.

Estaba lleno de gente. Versiones más jóvenes de personas que había visto alguna que otra vez. Haciendo cosas que ahora les prohíben a sus hijos.

Negué con la cabeza al ver a tío Kevin, un gran amigo de mamá, sentado en el regazo de tío Pablo. Si tan sólo el pequeño Alejando los viera. O su hija mayor, Emma. Bueno, no es nada que no hicieran de mayores, muchas veces vi a Emma esconder su cara entre sus manos ocultando su vergüenza antes las demostraciones de afecto de sus padres. Estoy segura que metería su cabeza en el suelo como avestruz al verlos ahora, juntando sus narices como conejitos. El tío Kevin no solia ser tan romántico pero con el tío Pablo eso cambio.

Mi madre tosió falsamente al llegar a su lado.

-¡Mica!- soltó tío Kevin del regazo de Pablo para abrazar a Mamá -Pensé que no vendrían- dijo soltandola.

-Nos vimos obligadas, ya que alguien nos grito por el teléfono- dijo mamá. Y tío Pablo rodó sus ojos.

-Nos les grite, solo les di un incentivo.- dijo Pablo.

-A Kevin no le das incentivos- dijo Karen.

-Cállate y pone tu culo en el sillón- apunto al sillón de enfrente. Yo estaba junto a Mamá, parada frente a ellos esperado que alguien me notará.

-¿Y vos quien sos?- pregunto Tío Kevin.

-Ella es Nicole. Es nueva en la escuela, es nuestra amiga ahora- explicó mamá. Les sonreí.

-Bienvenida al grupo, Nicole- dijo Kevin revolviendole el cabello a su novio Pablo. Pablo era amigo se mamá desde que tienen uso de razón ya que sus padres y mis abuelos fueron muy unidos. Mamá y Pablo eran como hermanos, sentada en esa mesa me di cuenta que se comportan prácticamente 2 niños cuando están juntos, igual que en mi época.

A lo lejos pude ver a Barbara y yo me felicite a mi misma al tener la maravillosa idea que me acababa de ocurrir.

Barbara se acercó a la barra, y pidió algo que no escuche que fue.

-Mica- la llame. La tome del brazo, la aleje de donde estábamos. Caminamos unos pasos hasta la barra sin decir nada y justo cuando Barbara recibió su pedido, se giro para ir con sus amigos, empuje a Mamá contra ella haciendo que esta derramará todo el contenido de su vaso sobre el subo de lana que llevaba mamá.

-Carajo. ¿Porque te atravesarte?- grito mi madre molesta. Yo frunci el ceño, mamá todavía no asimilaba la información. Todo el lugar entero comenzó a reírse de mamá, excepto claro la mesa del fondo, donde se encontraban mis tíos. Mamá los miro a todos, repasando a cada uno con la mirada, sus ojos estaban llorosos y sus mejillas estaban rojas. Se veía como un perrito abandonado bajo la lluvia.

-No- murmuró mi madre al verla a los ojos. Dirigió una severa mirada a los que se reían y estos se callaron y volvieron a sus asuntos -Déjame ayudarte- le paso un par de servilletas y mamá las agarro con furia. -Sólo quería ayudarte, no es necesario que actúes así.

-Claro, porque se están riendo de vos no de mi- dijo mi mamá de forma muy irónica.

-Perdon- ¿Porque siento como si tuviera un déjà vu? Ah si. El famoso "perdón, me siento mal pero no haré nada para arreglarlo" de Barbara Martinez. Rode los ojos.

-Yo siento que eres una idiota- Mamá tiro las servilletas y salio corriendo al baño. Me cruce de brazos y me acerqué a mi madre.

-Sos una maldita insensible. Deberías pensar en lo que decis y haces- la regañe. Ella tenía la mirada abajo y los labios apretados.

-Yo no quería que se burlaran de ella...- dijo. Note arrepentimiento en su mirada.

-Bueno, entonces comprale un batido de chocolate, es su favorito. Es lo menos que podes hacer.-le dije. Ella suspiro y asentío. Se acercó a la barra denuevo y pidió lo que le había dicho.

Luego de un rato, mamá salió del baño, la mancha no se había ido, era una gigantesca mancha.

-Ve- la empuje. Ella camino hasta la mesa, en cada paso que daba miraba hacia los lados, estaba avergonzada.

-Micaela- Mamá levantó la vista. Ella puso el batido de chocolate frente a ella, sobre la mesa -Es lo menos que puedo hacer por haberte echo pasar vergüenza. Perdoname fue sin querer, lo juro.- vi una leve sonrisa en los labios de mamá y miro a mi madre a los ojos marrones.

-Gracias Barbara.

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