La historia de mis madres (Barbica)

Capítulo 18

Mamá salió del baño, pisando fuerte. Yo pretendí venir llegando, haciéndome la que no sabia nada.

-Oh, Nicole. ¿cuanto tiempo estuviste ahí?- me pregunto.

-El suficiente para saber que tengo que disimular y no decir nada- dije con una sonrisa en mi cara.

-Gracias.

-Hola Barbara- la salude, venía saliendo de baño.

-Hola Nicole- me dio una sonrisa y se acercó a mamá por detrás y plantó un beso en la mejilla de mamá. Eso me alegro el día, me imagino despertar todos los días y encontrarlas así en la cocina, seria un sueño.

-Nos vemos luego Mica- se colocó sus lentes oscuros y desapareció por el pasillo.

-O por Dios- pronuncie emocionada.

-No digas eso- mamá rodó los ojos, me puse a dar saltitos.

-Vos y ella. Awww ¡Son tan lindas! Parecen un par de conejitos - mamá bufó.

-Perros y gatos, más bien- empezó a caminar por el pasillo.

-¡Mica!- me puse a perseguirla, ella caminaba rápido y el tumuyo de gente era cada vez más grande. La perdí por un segundo pero la encontré al instante.

Muchos chicos se le acercaban mientras la miraban descaradamente ¿En donde estaba Barbara cuando se la necesitaba?

Seguro la vieron anoche, y como convenci a mamá se ponerse bonita hoy creen que es una zorra.

Me acerqué.

-Despejen el área muchachos, esta chica ya tiene dueña- les dije, usando mi cuaderno para ahuyentarlos como si fueran moscas.

-¿Ah si? ¿Y quien es? Si se puede saber. Pregunto un chico.

-Barbara Martinez- el abrió los ojos sorprendido, miro a mamá quien rodó los ojos pero no dijo nada, todos ellos se retiraron.

-¿Porque les dijiste eso?- pregunto mamá algo seca.

-Sólo quería ahuyentarlos.

-¿Y si quería salir con uno de ellos?- pregunto, yo reí.

-Cariño, vos sólo queres a Barbara- Ella cerró su casillero y se cruzó de brazos y recostó su espalda en este.

-¿Es tan obvio?- pregunto algo frustrada. Yo célebre por dentro.

-Aja- asentí con emocion. Ella sonrio y puso su mano detrás de su nuca.

-Me hace sentir maripositas en el estomago- dijo, yo hice un gesto de asombro, y me acerqué a ella mientras hacia sonidos raros.

-¿En serio?- Ella asintió con los ojos cerrados.

-Es increíble como se siente cuando está cerca- echo su cabeza hacia atras -Maldita Martinez, se metió en mi cabeza- dijo,  una vez más, mori y volví a nacer entró de mi. ¡Mi mama estaba enamorada de mi madre!.

-¿Irás por ella?- me miro y dio media sonrisa, se despegó de los casilleros.

-Tal vez lo haga.

****

Luego de la clase de historia que tenia, totalmente sola, es decir, sin mamá ni Barbara, busque a mamá por los pasillos de la escuela.

Pensé que nos veríamos en la cafetería pero allí no la encontré, fui a los baños pensado que podía estar con Barbara, en ese caso no interrumpiria pero no estaba.

Busque en cada rincón.

-¿Donde te has metido Micaela?- susurre para mi. De pronto una voz en mi cabeza me hablo "Ve a casa".

-¿Cris?- pregunte, el eco de mi voz resonó en el pasillo vacío, la voz hablo de nuevo, esta vez más fuerte "Ve a casa, tu mama te necesita"

Corrí por las calles como alma que se llevaba el diablo, podía sentir la tristeza de mamá, sus lágrimas corriendo por sus mejillas, su corazón roto, pero no sabia por que.

Mis lágrimas empezaron a salir. Y de pronto ocurrio; empecé a quedarme sin energía, empecé a desvanecerme pero logre sentarme en un banca. De pronto mis recuerdos se habían ido. No recordaba mi primer día de clases, ni las excursiones, ni cumpleaños número 13, como dije, sabía que había ocurrido pero la imagen ya no estaba, como si lo hubiera inventado todo. Trataba con todas mis fuerzas recordar algo, quería sacarme el cerebro y exprimirlo como una naranja pero no podía. Recordé que tenia una barra de chocolate en mi bolsillo y la tome, la abrí sin fuerzas y la lleve a mi boca.

-Oh, si- empecé a sentir como la energía volvía a mi cuerpo, solo un poco faltaba para llegar a la casa de mi abuela.

Ahora mi dilema era ¿Que paso con mamá?

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