Capítulo 20

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Corrí por el pasillo detrás de Barbara, sentía que estuvo ignorandome todo este tiempo, ya era miercoles y yo estaba impaciente, dos días más y era viernes.

Cada vez me sentía peor, tenia que comer grandes cantidades de comida para sentirme mejor, porque podía desvanecerme en cualquier momento.

Cris había dicho que el tiempo se terminaba y que mis madres estaban cada vez más separadas. Y yo, cada vez más débil.

-¡Barbara!- al fin se volteo, enfrentándome como si estuviera enojada.

-¿Que es lo que quieres? ¿Acaso Micaela te envío para humillarme más?- grito colérica. Frunci el ceño.

-¿De que estas hablando?- pregunte.

-Estoy hablando de que Micaela es una Perra- abrí los ojos como plato y estampe mi mano derecha contra su cara.

-¿Cómo te atreves a hablar de ella de esa manera?- pregunte indignada.

-Es lo que se e merece, y tu, tu eres una Perra, igual que ella- Ella siguió caminando. Me quede helada, mi propia madre me había llamado perra, alguna vez me llamo cachorrita ¿pero Perra? ¿Que estaba pasando? Mi madre jamás hablaría de ella de esa manera, por muy enojada que estuviera ella no se expresaba así.

Me decidí a perseguirla hasta que me dijera que era lo que estaba pasando.

-¡Barbara!- grite, entro al gimnasio.

-¿Que es lo que quieres?- pregunto enojada una vez que estamos adentro. Me cruce de brazos.

-¿Porque decis esas cosas de mi y se Mica?- Ella se río sarcásticamente.

-¿No has visto las fotos?- pregunto. Negué con la cabeza, se saco algo del bolsillo y lo tiro en el piso. Lo levante y abri.

Eran unas fotos de una chica con la misma ropa que mamá había usado hace unos dias. Tenia el mismo cuerpo y el mismo peinado, no podía creer que fuera ella, estaba besando a un chico que varias veces he visto por los pasillos, y luego a otro chico.

-No me digas que crees esta mentira- tire las fotos al piso.

-¿Y como no hacerlo? Es ella, yo pensé que era mejor que eso, mejor que una cojida en el auto, mejor que unos besos y palabras sucias detrás de las gradas. Por lo visto...estaba equivocada- suspiro y se sentó en un a banca mirando hacia el campo.

-No creas esto Barbara, está no es ella, no lo es- puse su mano en mi hombro, ella me miro, estaba decepcionada, triste, furiosa pero mas que todo, parecía tener el corazón roto.

-Ella era especial, pensé que podía confiar en ella, pensé...- su voz se quebró.

-Ella no es como Daiana...¿Quien te mostró estas fotos?- pregunte.

-Daiana y sus amigas- gruñi.

-Esas malditas zorras...Barbara ¿Sabes que Daiana golpeó a Mica?- Ella me miro sorprendida.

-¿Que?- se levantó.

-Le dejo un moretón, lo ha estado cubriendo con maquillaje.

-Por Dios, ella esta bien, ¿No fue grave?- estaba más preocupada que yo, eso me demostró que le seguía importando aunque creyera que es una zorra.

-Está bien, ha ido desapareciendo, pero su autoestima no está bien, ella esta deprimida, aunque me engaña diciendo que enfrentará a Daiana, pero no tiene las fuerzas suficientes y yo ya no se que hacer.

-Quiero ayudarla- dijo, y yo sonreí.

-Entonces ve- apremié. Apretó sus labios.

-¿Está en su casa?- pregunto.

-Si.- Ella camino hacia la salida pero se giro antes de pasar por la puerta.

-Lamento haberte llamado perra. No lo eres, solo estaba enojada.- asentí.

-Está bien, no podría enojarme contigo- Ella camino hasta mi y me abrazo, le devolvi el abrazo.

Jamás había abrazado a mi madre, no de ese modo y aunque no lo demostrará, siempre había querido hacerlo.

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Perdon por la demora.

I have question: ¿Que le dirían a sus padres adolescentes? Los leo.

Gracias por leer y votar💕

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La historia de mis madres (Barbica)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora