III

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Nota de la autora:

Buenas, como cada viernes os traigo capítulo. ¡Espero que lo disfrutéis!



El portero volvió a su rutina, pero manteniendo la amistad que tenía con su prima.

La futura modelo volvió a sus estudios y a sus castings. No fue hasta el quinto que la cogieron para una agencia en la propia Suiza.


Me alegro tanto por ti, Jeneera


Gracias, Roman. Iré a verte al partido


¡Muchas gracias! Seguro que tenerte

apoyándome me dará ánimos


La suiza se puso la camiseta de su primo y acudió la mar de feliz al partido.

El equipo de Roman acabó ganando y él mantuvo la portería a cero.

Para celebrar, los dos se fueron a cenar juntos.

-Te sienta tan bien mi camiseta.

Ella río por lo que él le acaba de decir. Y como no, volvió a sonrojarse. Siempre que estaba al lado del moreno sus mejillas acababan rojas como un tomate.

-Gracias por regalármela.- Pudo decir finalmente con un hilo de voz.

-Te la mereces, por tomarte el tiempo de venir a verme y por apoyarme.

-Lo mereces. Solo con verte en la portería una vez dan ganas de volver a verte.

Se agarraron las manos y la gente del restaurante se quedó mirando la escena de los dos enamorados, pero ninguno de los dos terminaba de conocer lo que el otro sentía.

Se despidieron con dos besos y Jeneera pilló un taxi para llegar a su casa mientras que el portero suizo decidió conducir hasta casa.

Ella se había negado a que él la acompañara, prefirió ir pensando hasta casa sobre lo que había pasado sin Roman cerca de ella.

-La veo algo distraída, señorita. ¿Vamos bien?

Jeneera miró por la ventanilla y reconoció las calles al instante.

-Sí, no se preocupe.

Le sonrió al amable taxista.

-Si quiere contarme, puede hacerlo.

-Es algo difícil.

-¿Mal de amores?

-Podríamos llamarlo así.

-¿No le corresponde la persona a la que ama?

Asintió ligeramente. Al taxista le costó ver su gesto.

-¿Le ha preguntado?

-No.

-Entonces no diga que no siente lo mismo.

-Pero es obvio.

-El amor a veces nos hace ciegos.

-De todas maneras no podríamos estar juntos.

-¿Por qué? ¿Es acaso un criminal?

Ella río soltando la tensión que su cuerpo acumulaba.

-No, es solo que es familiar mío.

-Ah, teme lo que diga la familia y la sociedad por el supuesto incesto.

-Así es.

-Si hay amor, qué más da el qué dirán.

-No es tan fácil.

-¿Problemas en la familia?

-Sí, demasiado antiguos.

-Ya veo... Lo único que puedo decirle es que no se rinda. Si hay amor, al final todo lo puede.

-Gracias señor.

La estudiante se despidió del hombre y entró en su casa.

Aún vivía con sus padres y ellos sabían que había quedado con un chico, pero no sabían que se trataba del sobrino del padre.

Cuando entró en casa, todos dormían por lo que se dirigió directa a su habitación.


¿Llegaste bien?

Sí, Roman

Descansa, pequeña 💖


El corazón de la joven se aceleró y se durmió con el móvil cerca de su pecho como si pudiera sentir al moreno a través del teléfono.

Ella pone mi mundo al revésDonde viven las historias. Descúbrelo ahora