CONTIGO TODO, KIM TAEHYUNG (LEMON ROMÁNTICO, BTS +18)

18- Justicia.

8:00 am. Despertaste antes que él.
Tu cuerpo seguía enrojecido por la noche anterior.

(T/N): Ay Tae, creo que amanecí de malas. *Dijiste, riendo bajito mientras hacías una inspección por tu piel*

El chico dormía tranquilamente. Te dirigiste a tomar una silla de la habitación y la pusiste justo frente a la cama viendo hacia Taehyung...

Fuiste hasta el, moviste un poco su cuerpo hasta despertarlo, atontado.

(T/N): Despierta, flojo, ya es de mañana.

Taehyung: mmhh....claro.
*Soñolento intenta tomar el control de la televisión, falla.*

-qué haces ahí?

(T/N): Sólo me apetece mirarte.

Taehyung: ah...
*Segundo intento...* Ah! (T/N) que me hiciste! *Al percatarse que estaba atado de sus muñecas al respaldo de la cama*

(T/N): Kim Taehyung. *Dijiste imponente y un tanto risueña* debo terminar lo que dejaste inconcluso anoche.

Taehyung: No. Recuerda que era tu castigo. *Finge indiferencia ante su situación como un niño pequeño*

(T/N): hubiese sido mejor que hicieras el trabajo completo *Con una voz de...un voz un tantito... Está bien, de zorra*

Taehyung: *resignado a su situación, y bastante molesto, prefiere callar y fijarse en la televisión, que estaba justo sobre donde pusiste estratégicamente la silla, pues ya sabías que haría eso* - uff...has lo que quieras (T/N).

Gateaste hasta la silla, y una vez tumbada ahí, comenzaste a desabrochar de a poco la camisa de él que traías puesta. Uno, dos, tres y cuatro botones, dejando ver parte de tus senos.

Taehyung desvió la mirada de la televisión hacia ti por un momento, y entendió a lo que estabas jugando. Tomó más firmeza y volvió a fijar la vista en la televisión, con una gran seriedad.

(T/N): Tae...si no quisiste llegar hasta el final, tendré que hacerlo yo misma.

Pudiste ver cómo su mirada cambió a una nerviosa, definitivamente le despertaste sus instintos de animal. Pero no. Mantuvo la vista en la televisión.

No te ibas a rendir. Era tu turno de jugar y que sufriera un poquito.

Levantaste uno de tus pies hasta la silla, elevando tu rodilla, y qué sorpresa! No traías ropa interior.

Hay que admitirlo, lo que estabas a punto de hacer sí que te avergonzaba un poco, pero pues, después de hacer un trío con el y su amigo, esto no era nada, y querías volverlo loco por lo que te hizo la noche anterior.

Pasaste dos dedos por tu lengua, notoriamente y mirándolo fijo.
Los dirigiste a tu intimidad...
Su respiración se agitó y pudiste notarlo.

-Seguro que no quie...
-No. Replicó

¿Por qué se estaba poniendo tal difícil? Maldito!

Comenzaste a masajear tu intimidad con tus dedos, soltaste un leve gemido y echaste tu cabeza hacia atrás.
Fuiste dándole más intensidad a tus dedos.

Mmmjj! - soltaste un par de gemidos más, y tu mano que estaba desocupada la usaste para apretar uno de tus senos.

Estabas exagerando un poco, para provocarlo aún más, pero era innegable el placer que estabas sintiendo.

Bajaste tu cabeza para volver a mirarlo.
Esta vez su mirada estaba totalmente puesta en ti, con sus oscuros ojos y pupilas dilatadas, podías notar la desesperación que tenía por ir y comerte.