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Capitulo 24: "Puntos que se alejan"

– ¿Laura?

Las voces perturbadas de sus amigas apenas llegaron a sus oídos. Estaba estática, paralizada en su posición agachada con las palmas contra el suelo y con la respiración atascada en la garganta. Sus ojos se encontraban extremadamente fijos en las imágenes frente a ella. Pasó saliva.

Estiró una mano para tomar algunas fotografías y las fue pasando lentamente, adoptando un leve temblor con el paso de cada una. En ellas los protagonistas eran Ross y una hermosa muchacha, ambos tomados de la mano, caminando por lo que parecía el campus universitario y luego por alguna calle. Otra foto los mostraba conversando en una especie de fino restaurante. El joven se veía calmado y relajado, mientras la otra lo miraba sonriendo con serenidad. Laura analizó cada detalle, notando que las fotos no parecían estar retocadas o alteradas de ninguna manera. Eran genuinas. Sintió que su poco autocontrol comenzaba a desaparecer. Un ardor demasiado fuerte se instaló como fuego en su pecho y garganta, mientras pasaba cada vez más rápido las fotografías hasta llegar a una en la que finalmente se detuvo, una que mostraba a aquellos dos compartiendo un beso.

– Laura...Qué suce- Las palabras de Maia se cortaron al ver que su amiga se levantaba precipitadamente y la apartaba de su camino con rudeza, desapareciendo por la puerta del salón. Vanessa miró hacia la puerta con asombro, y se giró luego a una totalmente perpleja Maia que había caído sentada contra un escritorio. Ambas notaron entonces las fotografías en el suelo y se miraron entre ellas lanzando ahogadas exclamaciones, apenas pudiendo creerlo. Comprendieron la actitud de Laura...

La puerta de un salón fue abierta ruidosamente. Olivia conversaba desde su puesto con algunas amigas, pero en cuanto sus ojos se encontraron con los de Laura enmudeció y se tensó. Miró cómo la muchacha esquivaba personas sin mirar a nadie más que a ella, y cuando la tuvo en frente a penas pudo pronunciar alguna palabra antes de ser tomada por el brazo y arrastrada fuera del salón. Todos observaron turbados la escena y algunos murmullos resonaron en los alrededores.

– Tú – Masculló Laura en alguna parte del pasillo, empujando contra la pared a Olivia que luego de una corta reacción de dolor la miró asombrada y ofendida.

– ¿Q -qué demonios te sucede? ¿Quién te crees que eres para tratarme así?

– Cállate – Demandó Laura con furia reflejándose en su tono apenas contenido. La otra casi sintió temor de su mirada – Se que tienes que ver con esas fotografías...dime cómo las conseguiste... ¡Quien te las envió!

Olivia la miró directamente, alzando la barbilla y frunciendo desdeñosamente – No sé de qué hablas – Murmuró, pero las manos de Laura de pronto presionaron con fuerza sus hombros contra la pared nuevamente, ella gimió y colocó sus manos en sus muñecas para apartarla, pero se sorprendió al ver que había una inexplicable fuerza en esa pequeña chica.

– Estabas sola en el salón, se que eres tú quien dejó ese sobre en mi escritorio...así que ahora vas a decirme...cómo conseguiste esas fotografías...– Dijo mordaz. Olivia respiró forzosamente, tragó con dificultad sintiendo un agudo dolor en su espalda.

– Realmente...no sé a qué sobre te refieres. Entré temprano sólo para...dejar una carpeta que la profesora de español me pidió ayer, es todo. No tengo nada que ver con tu problema...niña...

Laura siguió mirándola fieramente a los ojos un momento más. Su rostro parecía tornarse más rojo cada vez, hasta que al final soltó a la chica con un último empujón haciéndola tambalear y caer. Olivia, respirando aceleradamente para devolver el aire a sus pulmones observó con rabia desde el suelo cómo Laura se alejaba rápidamente por el pasillo.

A través de mi ventana |Raura|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora