Capítulo 9: 1945

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Lólek se encontraba en el interior de la iglesia de Cracovia, la gente había asistido a misa; con los hechos ocurridos en la universidad, se temía que la gente no saliera de sus casas debido al miedo; pero resultó todo lo contrario. Muchos feligreses habían llenado el recinto y escuchaban hablar al cardenal.

Stauffenberg, Maxwell y Edmund prestaban atención a las palabras de Lólek; sobre la insistencia en no temer como a su vez recriminaba las acciones del "Estado comunista" en contra de la población polaca.

-Éste hombre es único; tiene poder de convocatoria sin necesidad de recurrir a las armas. –Expresó en voz baja Maxwell.

Sin embargo, en medio de la exhortación, el cardenal no puede continuar porque sus emociones están a punto de hacerle pasar por un mal momento. Sin embargo la feligresía empieza a cantar en polaco un canto de aliento, dirigiendo sus plegarias hacia el ser supremo. Ese gesto de la comunidad hacia el cardenal Wojtyla le devuelve la fortaleza para continuar con la celebración.

-Un buen líder siempre escucha las necesidades de su gente, Lólek merece nuestro respeto. –Mencionó Stauffenberg con ciertos sentimientos, aunque ese comentario se lo dirigía a Maxwell.

-Han hecho un buen trabajo en proteger al humano. Estoy sorprendido al ver tu madurez Whilhelm. –Habló Maxwell con cierto sentimiento.

El alemán se siente un poco tímido ante las palabras del americano.

-Caballeros, la celebración está a punto de terminar; debemos regresar a la curia. –Expresó Edmund en voz baja.

-No lo olviden, debemos proteger a Lólek. –Indicó el alemán.

Alucinaciones

Emilia Wojtyla ingresaba a la habitación en donde se encontraba Owen y Silvia; ella entra de forma tímida, ya que sabía que su comportamiento había dejado que desear. Sin embargo observa que su madre ya no tenía conectado los "instrumentos" de la transfusión, se encontraba sentada en una silla cuidando de Owen.

-Debes descansar mamá. –Habló tímidamente Emilia.

Silvia no logra responder ya que en ese instante Owen empezaba a tener una crisis delirante.

-¡Alpha, activa la centuria! ¡Debo ir por mi familia! ¡Arcee, por favor; perdóname! –Expresaba el americano.

-Emilia, pásame un trapo húmedo. –Expresó Silvia en voz de mando.

La joven cumplía con la petición, entregándole el trapo a su madre quien con sumo cuidado lo colocaba en la frente de Owen.

-¡Estás a salvo, descansa por favor! –Dijo Silvia con la voz entre cortada.

-Mamá, dime por favor ¿qué pasó aquella noche en que dejaste Cybertron? –Preguntó la joven Wojtyla acercándose a su madre.

Silvia observa a su hija con unos ojos que expresaban ternura.

-Cuando se inició el proyecto Centuria, tu padre y yo discutimos; situación que te afectó demasiado por lo que he observado, un mech "autobot" le metió ideas a tu padre sobre la chispeante que llevaba no era de él.

-¿Fue Sentinel Prime quien hizo eso? –Expresó la joven con dolor.

-Sentinel era un oficial de alto rango, y tenía una "hermandad" con tu padre; pero su principal defecto era el que tu padre me eligiera como su sparkmate; tenía sucias intenciones ese maldito. –Decía con rabia Silvia Wojtyla.

-¿No le bastó arruinar la vida del Tío Whilhelm?

-En ese entonces desconocía la existencia de Whilhelm Emilia, sin embargo; tu padre quiso enmendar el error porque fue a buscarme en una asignación que teníamos con Bumblebee y Bulkhead: Recuerdo que él quería hablarme, yo le dije que no era el momento; sin embargo una fuerte explosión causó que colapsará partes de un edificio en el cuál haríamos un cateo de rutina; tu padre me protegió tal como lo hizo hoy contigo; pero el peso derrumbado lo dejó inconsciente.

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