4. Despacio.

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— ¿De... de que se trata Abi? —cuestiono Jules, su piel estaba erizada y sus manos comenzaban a su dar estaba nervioso, muy nervioso es ese clase de nerviosismo que te pone los pelos de punta y se te retuerce la panza. Sabia que cuando Abigail daba una noticia no era una tontería iba en serio, muy en serio.

— Mi... ma...madre...ella... — su voz se corto de repente, Jules se alarmo, su miedo y su preocupación hacia Abi crecieron, el no sabia mucho acerca de la madre de Abi, a verdad desconocía mucho de su familia. — ella... es-esta. Ella esta... muerta —Sentencio Abigail clavo sus ojos en el suelo, su respiración era agitaba y su cuerpo temblaba Jules se quedo petrificado con el corazón en la boca luego reacciono abrazo a Abi, la apretó contra si tan fuerte como pudo ella no respondió se quedo allí con el cuerpo tan tenso y el corazón latiendo desbocado, el la abrazo mucho mas fuerte, bajo su mentón y lo apoyo en la coronilla de la cabeza de Abi acaricio su cabello ella se apretó contra su pecho y grito tan fuerte Jules se sentía tan acongojado por no poder aliviar su dolor quería hacerla olvidar aunque sea un segundo el dolor inimaginable por la muerte de su madre que tenia Abigail, se sintió extraño, era extraño pensar así de Abigail tan fuerte, dura, tan impulsiva y tan sincera a la vez y ahora era frágil como un pajarito indefenso.

Abigail no podía ni pensar, no podía distraer su cabeza de esa imagen espantosa que había visto, quería gritar hasta desangrarse la garganta, quería llorar, pero no podía. No podía hacer nada mas que pensar en eso recordar el cuerpo flácido de su madre tendido sobre el suelo con la garganta destrozada la sangre por todo el piso los ojos azules como la noche igual a los suyos sin vida todo había sido tan de repente.

Su padre había bajado de la escalera sonriente con tal luz en los ojos marrones Abigail nunca lo había visto así tan feliz, cínico, su madre le había sonreído desde el final de las escaleras Abigail los había estado observando desde la cocina con un te en la mano.

Era su aniversario de casados, su madre llevaba un vestido verde de seda veraniego y su padre una camisa cuadrille y unos pantalones caqui habían salido por la puerta a una cena por la noche, Abigail se había quedado allí, viéndolos tan felices.

Se había ido a la cama temprano feliz, luego tocaron las doce y escucho el ruido del pomo de la puerta abrirse sabia que habían llegado sonrío, se durmió feliz.

Al despertarse todavía con una sonrisa bajo de las escaleras y se dirigió a la cocina con el mejor humor posible, lo vio, vio a su padre parado, mirando el cadáver de su madre.

Se tapo la boca con ambas manos para ahogar el grito, sintió un gran peso en su corazón ganas de matar a su padre ganas de gritar, de correr y lo hizo, corrió hacia la escalera tratando de no hacer ni un mínimo sonido, se vistió y salio.

Jules agarro fuertemente la mano de Abigail, la condujo al interior del apartamento el ambiente estaba tenso corría una fuerte ventisca por la ventana abierta, inconscientemente Abigail se llevo la mano a la garganta el recuerdo no tardo en atacarla de nuevo tanto que la hizo temblar Jules lo noto la abrazo de nuevo ella se tenso, el sabia que Abigail no era de mostrarse susceptible ni débil ante nadie pero la situación no daba para mas, era una situación horrible todo lentamente se estaba desmoronando para ella y para el ya se había desmoronada hace tiempo.

Jules sabia como se sentía, ganas increíbles de llorar hasta quedarse si una lagrima y no poder, sentir ese gran dolor en el pecho mas bien en el corazón esas ganas de desaparecer por un tiempo un tiempo muy largo pero no podían escapar de ahí.

No puedes escapar de lo que te rodea, no puedes encerrarte; Tienes que afrontarlo tratar de ser fuerte la cobardía en estos casos no funciona, en ninguna situación de hecho.

Jules no iba y no podía proteger a Abi de lo que era, tenia que enseñarlo a afrontarlo iba a tomar tiempo, el lo sabia pero lo intentaría, ayudarla a afrontarlo.

Abigail no hablaba era comprensible, el lo entendía, no iba a presionarla a contarle lo que paso aunque ni el quería saberlo. Media hora mas tarde Jules hizo la comida, le puso el plato en frente a Abigail y el comió sereno sin hablar, si ella quería comer lo haría, una vez mas se repitió que no iba a presionarla.

Jules la miro y ella por primera vez lo miro, su mirada era vacía sus ojos azules había perdido esa luz tenia mirada triste. El le sonrío o al menos trato, ella bajo la mirada nuevamente.

Dos horas después Abigail se había dormido en el sillón, tenia la cabeza apoyada en las piernas de Jules se había quedado dormida mientras el le acariciaba el cabello, esa mata de cabello negro largo que le llegaba hasta la cintura tan suave.

The shades of the Jules mind [CANCELADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora