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La primera vez.

Narra Carolina

De un movimiento me quedé otra vez sobre el y el soltó una risita.

—Eso es tener fuerza Kopelioff.

—¿Estas preparado Bernasconi?

—Siempre.—me respondió.

Me acerqué aún más a el y lo miré a los ojos. Nuestras ropas anteriores ya estaban a más. Entonces con su mano me quitó el sujetador. Y me quedé casi totalmente desnuda frente a el.

El tomó uno de mis pechos y lo beso, lo acaricio, lo chupo y me dio mucho placer. Hizo los mismos movimientos con el otro. Yo me limitaba a gemir y a acariciar su espalda.

El quedó otra vez sobre mi y busco algo en la mesita de luz. Sabía lo que buscaba.

—Te voy a dar mucho placer no te preocupes.—me dijo con las manos en mis bragas.

—No tengo dudas de eso.—y me las quito.

Acaricio con su mano mi entrepierna y yo me estremecí toda con ese contacto. Con su dedo me dio algunas cosquillas en mí feminidad terminando por adentrarlo.

—Agus..Agustín...—susurré con los ojos cerrados, esto era demasiado bueno.

—Calma princesa...—murmuró—estás tan mojada, me enloqueces.

Adentro otro dedo y me moví con ese contacto tan especial. Hacia mucho que no había sentido tanto placer y aún faltaba lo más importante.

Se levanto de mi y se quitó los bóxers. Observé con atención su masculinidad. El me miró y río. Se puso el condón y volvió arriba de mi.

—¿Estas lista?

—Siempre.—use la misma palabra que el y dos segundos después el se adentró lentamente dentro de mí.

Se movió un poco con miedo de hacerme daño pero yo le sonreí haciéndole percibir que me hacía sentir placer. Entonces se movió más rápido y yo gemí. El también gimió y me beso para callar mis gritos.

Me volví a poner encima de el y el se sentó. Estaba como a horcajadas sobre el todavía el dentro de mi. Esa sensación era tan buena. Me moví un poco más rápido y gemía tanto. Nunca nadie me dio tanto placer como el.

El volvió encima de mi y se movió tan rápido.

—¡Ay dios!—grite—vamos Agustín, más.

Y el me dio unas cuantas embestías más y me sentí correr.

—Vamos córrete para mi Carolina.—me dio dos embestías más y alcanzamos el climax. Nos liberamos y nos sonreímos.

El dejo caer sobre mi su cuerpo mojado y yo lo abracé. Me sentía bien, amada y deseada.

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Narra Agustín

Con Carolina hicimos el amor toda la noche. Eran en este momento las nueve y media y ella estaba abrazada a mi con su cabezo en mi pecho aún dormida. Se veía tan tierna. Los recuerdos de la noche pasada volvieron en mi mente y no pude no sonreír.

La miró y tiene una expresión relajada y una pequeña sonrisa dibujada en sus labios. Nunca pensé que una chica me pudiera hacer sentir todo esto. La quiero. Esa es la verdad. Todavía no estoy enamorado pero ella hace parte de mi. Es muy importante para mí.

Peligrosa | Aguslina (TERMINADA) (EN PLENA ADAPTACIÓN NUEVA, NO LA LEAN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora