Peligrosa | Aguslina (TERMINADA) (EN PLENA ADAPTACIÓN NUEVA, NO LA LEAN)

26

¡LEAN EL AVISO SOBRE EL CAPÍTULO AL FINAL!

Un embarazo.

Narra Agustín

Me desperté y ya eran las doce y media, tenía un dolor terrible de cabeza. Parpadeé unos minutos hasta tener la vista clara, no recordaba nada de la noche pasada aparte de que había tomado un liquido negro muy fuerte. Tomé mi teléfono y vi que había recibido un mensaje..de Carolina.

Nuevo mensaje de Carolina:

"Cuando estes mejor, me llamas ¿si?"

Abrí los ojos como platos para mirar mejor el mensaje pero había visto muy bien, ella me había dicho que la llame así que lo hice, al segundo toque logré escuchar su voz.

—¿Hola?

—¿Carolina?

—Soy yo ¿estás mejor?

Una sonrisa se formo en mis labios, ella todavía se preocupaba conmigo—tengo un dolor de cabeza terrible pero ya me va a pasar.

—Ayer te noté muy raro, pero ahora que estás mejor no tengo con que preocuparme así que..

La interrumpí—no, no Carolina. Sé que te hice mucho daño pero necesitamos hablar.

—Creo que lo dejaste muy en claro Agustín, no me quieres ver más pero si, necesitamos hablar para que después no no veamos más.

Esas palabras si que dolieron, pero en esas palabras entendí el mal que le hice, ella estaba dolida por mi causa. Me sentí enfadado con mi mismo, ella no se merecía todo esto. Pero recordé mi padre y todavía no entendía nada en esta historia.

—Quiero hablar con vos sobre mi padre.

—Hablaremos de eso cuando regrese de vacaciones, ahora disfruto de ellas.

—Sobre todo con Julián ¿no?

La escuché suspirar—¿qué quieres?

—Nada, solo que sé que el gusta de ti.

—¿Y?

—Nada, déjalo.—en realidad no pasaba nada, la quería y por eso no quería que el este cerca de ella.

—Bueno, si no tienes nada más que decir, te dejo.

—Que la pases bien Carolina.—y colgó.

Me levanté de la cama, todavía estaba confundido por todo. Me fue a duchar a ver si me sentía un poco mejor y después tomé una pastilla. Me senté a ver un poco de televisión hasta que mi celular vibró, Sara.

—¿Bueno?—dije con tono indiferente.

—¿Agustín? ¿Como estás? Ayer saliste de la nada.

—¿Como? Así que vos también estabas al bar.

—¿Y eso que tiene de malo? Todavía me puedo divertir.

—Bueno, haz cuidado con el bebé.

—Siempre, ay y te quería hablar de eso. Me siento un poco incómoda, quiero que nosotros nos entendemos bien para el o ella.

—Sara, ya lo hablemos. Nos entendemos bien, ósea no nos peleamos siempre ¿qué quieres más?

—Amor, necesito amor. Necesito que estes acá conmigo, que me acaricies la mano cuando me sienta mal. Necesito que vos sientas las primeras patadas de nuestro hijo, te necesito Agustín.

Pase mi mano por mi cara- Sara, creo que te confundiste mucho conmigo. Lo nuestro fue un error y ahora vas a tener un hijo que es mío pero solo eso, yo estaré ahí para el o ella pero hasta ahí.