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La consulta.

Carolina se había despertado rara esta mañana, no estaba triste después de mucho tiempo. Miro a su novio y hizo una sonrisa viéndolo dormir con la boquiabierta. La morocha no podía soñar con un chico más perfecto que Agustin, el estuvo ahí siempre para ella y nunca la dejó desde que hubo el accidente.

Ya no era la misma chica que antes, ahora vivía por el, por ese hombre de ojos miel. Ya no era la chica caprichosa de antes que jugaba con los chicos que encontraba cada noche. No, esa chica ya no existía, porque ahora era una mujer, una mujer que quería hacer feliz a su hombre y ser feliz para siempre. Quería tener hijos con el, tener una casa, un perro, casarse, una vida normal. Y sentía que Agustin de verdad la quería ayudar.

Pérdida en sus pensamientos, la chica no se dio cuenta que su novio estaba despierto y haciéndole besitos por todo el brazo.

—Hola amor.

—Hola.—Carolina le hizo un besito en la mejilla y se levantó—creo que voy a tomar un duche así me preparo para la consulta.

—Oh, Caro, me encanta que estes tomando esto tan bien. Al fin te diste cuenta que te quiero ayudar y nada más amor.—Agustin se acercó a Carolina—y, podríamos aprovechar y tomar ese duche juntos, ¿o no?

—Me parece una excelente idea.—los dos se precipitaron en el duche y hicieron lo que más les gustaba.

5 horas después

Carolina y Agustin se dirigían hacia el psicólogo, la chica no paraba de tocar sus manos y sus dedos, estaba nerviosa.

—Va a salir todo bien. Estaré ahí contigo.—tranquiliza Agustin.

Carolina se limitó a mirar Agustin y asintió. El le dedicó una sonrisa a lo que ella le correspondió tímidamente.

Llegaron al consultorio y esperaron a que llamen a Carolina.

—Señorita Carolina Kopelioff.—llamó la psicóloga, la mujer inspiraba confianza, tenía una sonrisa enorme, unos ojos azules y el cabello de un rubio muy claro, se veía que era una mujer de edad de la mamá de Carolina.

La morocha se levantó y siguió a la mujer quien le dedicó una sonrisa que tranquilizó a Carolina. Ella miro a Agustin quien le susurró un te amo.

Después de dos horas de charla, Carolina salió del escritorio de la psicóloga con una sonrisa, sintió un alivio gigante al hablar con la psicóloga.

Agustin al mirar a su novia feliz, lo hizo feliz también, pero al mirar a la psicóloga con una cara de preocupada y haciéndole una seña para que venga lo asusto.

—Carolina, anda hasta el auto, ya vengo tengo que ir al baño.

La morocha asintió y besó a su novio antes de desaparecer de la habitación.

—¿Agustin Bernasconi?—preguntó la doctora.

—Si, encantado.

—¿Podemos hablar dos minutos?

—Si, pero rápido por favor.

La rubia dejó pasar el morocho y cerró la puerta.

—Es acerca de Carolina, estoy muy preocupada. No debería decirle todo eso porque tengo que guardar el secreto pero la situación me parece muy grave para que me quede callada.—hablo con las manos, Agustin sentía su corazón acelerar—Carolina sufrió de una agresión de la parte de un hombre hace casi 3 años.—no podía creer lo que me estaba diciendo y no estaba preparado por lo que iba después—resuelta que ese hombre, era su padre señor Agustin.

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Les dejo mis redes por si me quieren preguntar algo o simplemente hablarme:

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Sam🌸 

Peligrosa | Aguslina (TERMINADA) (EN PLENA ADAPTACIÓN NUEVA, NO LA LEAN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora