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Esto no es un adiós, es un hasta luego.

Narra Carolina

Mi vista estaba toda borrosa, solo lograba distinguir una silueta frente a mi. Creo que estaba en una cama, en una habitación pero que me era desconocida. Fue entonces que parpadeé hasta tener la vista clara y pude ver a Agustín mirándome atento. Cuando me vio abrir los ojos se saltó a mis brazos y me abrazo con todas las fuerzas que tenía.

—Me diste un susto Carolina.—dijo después de finalizar el abrazo—pensé que no te ibas a despertar a tiempo.

Fue ahí que sentí una puñalada en el corazón, me acordé que Agustín tenía que irse.

—Perdón, es que no entiendo que me paso.—dije incorporándome mejor aunque me dolía mucho la cabeza.

Agustín me tomó de las manos y empezó a explicar:

—Fue ese maldito Juan.—señaló la puerta y reparé que su mandíbula se tensaba—el te dio un golpe en la cabeza haciéndote caer inconsciente.—fruncí las cejas—no entiendo como pudieron ser amigos.

—¿Porqué me dio un golpe?—pregunté, no entiendo, el no me iría a golpear aunque ya lo tenía echo pero no lo iría a hacer frente a Agustín.

-1Falso movimiento, el quería golpearme a mi. Carolina ¿estás segura que eran amigos?

Entonces mi pulso empezó a alterarse demasiado. Me incorporé aún mejor lista para contarle la verdad sobre Juan pero alguien llamó a la puerta.

—Señor Bernasconi, perdón de interrumpirlos pero alguien lo está llamando a la recepción con una cierta urgencia.

Fue entonces que Agustín se levantó de la cama y me regalo una sonrisa.

-1Voy contigo Agustín.—dije antes de que saliera del cuarto, el me miró extraño pero finalmente asintió.

—¿Estas segura? No quiero que te lastimes.

—Obvio ya me siento mejor.—le tomé del brazo y empezamos a caminar afuera del cuarto hasta llegar a la recepción.

Agustín, al ver quien lo estaba esperando, me soltó lentamente y se dirigió hacia esa mujer. Me tensé al no saber quién era y no lograría presentarme de forma normal con lo nerviosa que estaba pero me acerqué a ellos. Agustín estaba por finalizar el brazo con la mujer y se volteó hacia mí.

—Ah por cierto.—se acercó a mi y me señaló—Carolina, ella es mi tía, tía, ella es Carolina.

Ay su tía como me pude olvidar de ella.

—Encantada señora.—le ofrecí mi mano y ella se tensó al verme mejor la cara. No entendí porqué.

—Me llamó Diana, Carolina ¿cierto?—preguntó con las cejas fruncidas.

Miré a Agustín quien me miraba con las cejas fruncidas y finalmente asentí con una sonrisa nerviosa.

—¿Segura que no nos vimos por ningún lado?—preguntó Diana.

—Perdón, Diana.—no estaba segura si llamarla por su nombre pero lo hice y pareció no molestarle—pero creo que nunca nos vimos antes, ahora con su permiso les voy a dejar solos que deban tener mucho que hablar—me di vuelta y fui hacia un sillón que estaba cerca y empecé a teclear en mi móvil.

Fue entonces que levanté un poco la vista después que varios minutos, y vi que la mujer me estaba mirando con cierta insistencia, Agustín le decía algo y ella paraba de mirarme, y empezaba a decirle cosas señalando por todos lados. No entendía que pasaba. Continué a fingir de teclear mi móvil cuando vi que Agustín se estaba acercando a mi. Diana se había ido, mejor dicho se había sentado no muy lejos.

—Perdón por todo esto, mi tía está un poco nerviosa, tenemos que irnos.

—Obvio te dejo ir tranquilo.

—No Carolina.—el se siento a mi lado y me acaricio el muslo—te llevo y después me voy.

—Ah cierto.

Agustín se levantó y me ofreció su mano, me levanté y entrelazamos nuestros dedos. Estaba un poco nerviosa pero estar con el me tranquilizaba. Agustín me señaló el carro para que vaya hacia el y me dijo que lo esperaba. El se despidió de su tía y yo le estaba esperando frente al coche. Lo vi llegar con su maleta, casi corriendo, me hizo un beso rápido en la mejilla antes de poner su maleta en el cofre. Me abrió la puerta y me senté en el asiento que me ofrecía. El hizo la vuelta y se sentó. Antes de arrancar jugó con sus manos, noté que estaba nervioso.

—¿Qué te pasa?—pregunté, desde que había hablado con su tía parecía raro.

—Nada, es que no quiero irme y dejarte.—se volteo a mi y me miró tristemente.

—No me mires así, esto no es un adiós, es un hasta luego ¿o no?

—Si que lo es, pero todavía falta un mes para que se acabe las vacaciones y quiero que disfrutes ¿lo sabes?

—Si.—fue lo único que le dije y el me acaricio la mano.

Agustín arrancó sin soltar mi mano, el trayecto era muy largo así que me arriesgué a descansar un poco.

—Descansa amor.—fue lo último que escuché de Agustín hasta dormirme por un rato.

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Otro capítulo, si estoy activando un poco esto y espero que les esta gustando la historia. Recuerden que un votito nunca esta a más y me hace muy feliz. Gracias por leer esta historia. ❤️

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Sam🌸

Peligrosa | Aguslina (TERMINADA) (EN PLENA ADAPTACIÓN NUEVA, NO LA LEAN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora