Peligrosa | Aguslina (TERMINADA) (EN PLENA ADAPTACIÓN NUEVA, NO LA LEAN)

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El mensaje.

Narra Agustín

—No, no puede ser.—me despeine con las manos, sentía nervios, de todo un poco. Necesitaba respirar.

—Y ahora ¿que hacemos?—preguntó ella acercándose a mi.

—Es que no podemos ser papás a esta edad, además no estamos en ninguna relación.—negué con la cabeza—no quiero que mi hijo pase por esto.

—¿Y qué? ¿Me estás pidiendo que quieres que haga un aborto?

—Parece ser normal.

Ella me interrumpió—No lo es, yo no puedo.

—¿Y quien dice que el bebé es mío?—pregunté, es verdad. Sara es una chica de fiestas quien sabe, quizás y espero, no soy el padre.

Ella rodó los ojos—No tengo sexo con nadie hace tres meses menos vos.

—Sara hacemos algo simple, yo no puedo ser papá y vos tampoco así que lo mejor es que hagas ese aborto, aunque duele.

—Es que no entiendes Agustín, el bebé ya no puede ser retirado.

—¿Porqué?

—Ya pasó el plazo, no puedo abortar aún si lo quería.

—¿Qué? Pero no era 12 semanas, todavía estás a 3 semanas por ahí.

—Te dije que no se puede ¿porqué tantas preguntas?

—Es que Sara esto es algo serio, es un bebé, un hijo que nos va a seguir toda nuestra vida. No es algo con lo que se juegue.

La vi tensarse.

—Lo sé, por eso creo que tendríamos que llevarnos bien para el o ella.—señaló su panza. Esto no me estaba pasando a mi, no era posible.

—No entiendes.—hizo una sonrisa para aliviar un poco mis nervios pero no funcionó—es que ese bebé, no va a existir. Vamos te llevo al hospital para qué hacemos lo que se tiene que hacer.

—¡No! Acaso no me escuchaste, no se puede. La próxima vez pensa mejor si te quieres acostar con cualquiera.—tomo sus cosas y se fue, dejando la prueba de embarazo sobre la mesa.

Me senté en el sillón y negué con la cabeza, esto no me podía pasar a mi. Tomé mi teléfono y llamé a mi tía, le dice que me iba a su casa a comer porqué no me apetecía nada de acá. Necesitaba estar solo, si, pero con una compañía que me impide de hacer locuras otra vez.

Narra Carolina

—¿Y? ¿Como me veo?

—Estas hermosa Caro.—dijo Male.

—Si, no lo voy a negar.—soltó Valen.

—Es que estoy muy indecisa pero creo que este es el mejor.—señalé mi vestido.

—Si, quédate con ese. Ahora ¿como me veo yo?—dijo Male, levantándose de la cama.

—Hermosa, ese color te queda súper bien.—dije con una sonrisa.

—Si, es verdad. Valen, no dices nada. ¿Una opinión, no?

—Es que me siento un poco mareada chicas, no sé si voy a ir a la fiesta.

—Ay pero Valu, vos fuiste la que me dijiste que vaya. Veni con nosotras dale.—le hice un puchero.

—Si, es cierto. Dale Valu.—Male se puso a mi lado.

—¿Acaso quieren que les vomite a la cara? Me voy a quedar en la habitación, descansando ¿dale?—imito nuestro tono de voz cuando pronuncio el "dale".