Peligrosa | Aguslina (TERMINADA) (EN PLENA ADAPTACIÓN NUEVA, NO LA LEAN)

40

Vamos a salir de esto, juntos.

Carolina se había encerrado en el cuarto durante horas desde que habían llegado del hospital. Agustin no aguantaba escucharla llorar pero no podía hacer nada más que esperar.

El chico empezó a cocinar algo rico para que su novia se sienta mejor y salga de la habitación.

Después de una larga espera, Carolina salió del cuarto con los ojos anchados y rojos de tanto llorar. Agustin paro lo que estaba haciendo y corrió a abrazar a su amada, ella no reaccionó pero lloró aún más.

—Caro,—el cordobés se apartó del abrazo para mirar a los ojos de Carolina—¿porque te pones así?

La chica no habla, solo mira a Agustin en los ojos para que el la entienda, entienda todo ese sufrimiento que tiene adentro, todo el mal que le paso en eses últimos meses. Carolina nunca fue feliz como de antes, y no era por causa de Agustin, no, pero la chica no sabía que la ponía así.

—Estoy acá por ti mi amor. Estoy acá.—la abrazo, acariciando su espalda, comprehensivo y entendiendo a su amada. Carolina le correspondió el abrazo al fin de unos segundos.

—Abrázame.—se limitó a decir la chica.

—Vamos a salir de esto, juntos.—dijo Agustin mirando los ojos de su chica.

Ella asintió y volvió a abrazarlo.

Al día siguiente, Carolina todavía se sentía rara, Agustin se quedó toda la noche despierto con ella.

—Deberías volver al colegio Agustin. Estoy bien.

—Eres muy mala mentirosa.—dijo el chico abrazando a Carolina que estaba sentada en la cama y el acostado—no me cuesta nada quedar acá contigo.

—Si, pero estás faltando mucho. Yo por suerte tengo a mi profesora por internet pero tu no.

—Aprenderé contigo, podrías ser mi profesora.—dijo Agustin acercándose peligrosamente de Carolina.

—Ahora no, Agustin.—se levantó y fue a buscar una bolsita azul con puntitas blancas en el armario—voy a llevar el regalo a Simón.

—¿No quieres que te acompañe?—pregunto preocupado Agustin, tenía miedo de lo que podría hacerle a Carolina ver al bebé.

—No, quiero ir sola. Así aprovecho y hablo con Valentina.—Carolina noto la actitud rara de Agustin—No te preocupes, no puedes seguirme por todos lados tampoco.—se acercó a su novio y le acarició la mejilla.

—Lo sé, bueno anda pero con cuidado. Te amo.

—Te amo.—Carolina hizo un beso en los labios de su novio y se levantó.

Agustin fue a tomar un duché y en ella, tuvo una idea. Al salir, buscó su celular y llamó un número que encontró el día de antes en internet.

—Hola...Si, buen día. Es para saber si es posible marcar una charla con usted...No, no es para mi, es para mi novia...¿Mañana, a las cuatro de la tarde?...Ok, está apuntado, gracias doctor.

Agustin había marcado un encuentro al psicólogo para Carolina, pensó que le haría bien a la chica de hablar con alguien experto y salir de su estado.

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Narra Carolina

Me daba miedo salir sola, sin Agustin pero no podía llevarlo por todos lados conmigo. No quiero que se sienta obligado a eso, no soy una niña. Por fin, llegue al hospital. Tome la bolsita para Simón y encontré el cuarto de Valentina después de haber preguntado en la recepción.

—Hola.—dije al entrar. Valentina lucia siempre perfecta con su pelo largo y rubio, creo que es por eso que Simón es tan lindo—te traje algo para ti.—camine hacia Simón.

—Ay, no era falta Caro.—dijo mi amiga.

—Toma, abre. Creo que el todavía es muy pequeño para abrirlo.—reí con mi amiga.

Valentina abrió la bolsita con cuidado y de ella salió un peluche oso blanco y beige.

—Que lindo, me muero.—dijo Valentina mirando al peluche de frente, de lado y de tras—Gracias por el.

Valentina me devolvió el peluche y le di a Simón. El bebé hizo una pequeña sonrisita y creí que me iba a morir de ternura ahí mismo.

—Caro, no te importas de quedarte acá dos segundos con Simón, tengo que ir al baño.

—No, como no. Anda tranquila.

Ayude a Valentina a levantarse y ella desapareció del cuarto. No tenía mucho tiempo, era mi momento.

Busque rápidamente el carrito de Simón hasta que por fin lo vi. Cargue con mucho cuidado al bebé y lo instalé en su asiento.

¿Que estaba haciendo? ¿Raptar el bebé de mi mejor amiga y mi mejor amigo? ¿Que me estaba pasando?

Encontré la bolsa de Simón y la cargué, ahora iba a ser su mamá y tendría al bebé de mis sueños.

Cuando estaba lista por salir, la imagen de Agustin diciéndome que íbamos a salir de esto juntos me llego a la mente. No podía, no podía hacer eso a mi amiga. Cargue a Simón y lo deje en la cama de Valentina. En ese instante, alguien entró en el cuarto.

—¿Que pasó acá?—Agustin llegó y miró la escena asustado—el carrito de Simón con su bolsa dispuesto en salir.

—Nada, nada. Estaba solo viendo cómo funcionaba el carrito.—mentí y mentí muy mal al parecer.

—Carolina.—Agustin cargo al bebé y lo acostó delicadamente en su camita—¿Que ibas a hacer?

—No sé.—y no sabía mismo, no sabía que estaba haciendo. Es como si fuera una voz malvada que me decía que tenía que raptar a Simón. Agustin me abrazo y lloré una vez más en sus brazos—Perdón, perdón. Estoy haciendo todo mal, perdón.

—Amor, te entiendo. Estas pasando por un periodo complicado pero no te preocupes. ¿Que te dije ayer? Vamos a salir de esto juntos. Además, te marque una consulta con un psicólogo, te hará bien.

Me aparte del abrazo.

—¿Hiciste que?—dije casi gritando pero vi la carita asustada de Simón y me calmé—Agustin, no tenías el derecho. No estoy loca.

—¿Y quien dijo que estabas loca? Ir al psicólogo solo te hará bien, no es para los locos, al contrario. Ningún loco iría ahí.

—No quiero Agustin.

Agustin decidió poner el carrito en su lugar antes de que Valentina llegue y la bolsa de Simón igual. Todo mi plan salió mal pero tuve suerte que fuera Agustin en encontrarme y no Valentina.

—Carolina, yo te quiero ayudar. Sé que estás pasando por un periodo duro pero yo estoy acá y te voy ayudar. Así que vamos ir juntos mañana a esa cita.

No podía decir no, al final, mi novio solo me quiere ayudar. Pero, ¿porque me siento así, porque nadie me entiende?

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Sam🌸