Levi.-
No sé qué es lo que me molesta más, que Alex y Aris estén encantados con su nueva niñera, o que ninguno de los dos estén dispuestos a pasar tiempo con Jaeleen, entiendo que mi novia, a veces –casi siempre- está hablando banalidades, pero el hecho de que se preocupe por su aspecto, no quiere decir que no pueda ser capaz de preocuparse por alguien más. Además, Skye se preocupa y pasa tiempo con ellos, porque ese es su trabajo. No porque realmente quiera hacerlo.
—¿Podrías prestarme un poco de atención?—pregunta Jaeleen, posando sus ojos verdes -perfectamente delineados de color negro- en mí.
—Estoy escuchándote—le digo ofreciéndole mi mejor sonrisa.
—La nueva niñera de tus...hermanitos, es una grosera.—me espeta en tono despectivo.
—¿Por qué lo dices?—cuestiono lanzando una mirada en dirección a las escaleras. Jaeleen por supuesto, no sabe que la camisa de diseñador que me regaló por mi cumpleaños terminó siendo un desastre por culpa de la chica que está en el piso de arriba.
—¿Puedes creer que me llamo invitada?—pregunta entre una mezcla de irritación, indignación y enfado.—La criada esa, ni siquiera sabe el concepto de la palabra criada.—hace una mueca con sus labios de color carmesí.—No tengo idea de porque Esthela la contrató para cuidar a tus hermanos, parece una analfabeta. La inteligencia de Alex y Aris, peligra con ella—concluye.
Y entonces considero las palabras de Alex, "Ella es como la reina de blanca nieves y los siete enanos", por supuesto, yo no tengo ni la más remota idea de a qué se refería mi hermana con eso, y luego vienen las palabras de Skye, "La reina...era malvada. Quería asesinar a blanca nieves".
—Es nueva, y nunca te había visto, solo eso—antes de que me dé cuenta, las palabras ya escaparon de mis labios y mis ojos vagan por la habitación para encontrarme con el par de aceitunados ojos de Jaeleen, que me miran con curiosidad. No, no la estoy defendiendo.
—¿La estas defendiendo?—cuestiona totalmente indignada.
—¿Qué? Claro que no. No estoy defendiéndola—le digo tratando de convencerla, porque lo menos que quiero es que en la sala de mi casa, se inicie la tercera guerra mundial, eso o tener una novia enojada.
—Levi, ¿tú me amas, cierto?—cuestiona observándome atentamente. Es un poco intimidante, ahora que lo pienso mejor. Aparto mi mirada de ella y la llevo de nuevo a lo alto de las escaleras, pero su fino dedo hace una ligera presión en mi mejilla y me obliga a mirarla.
—¿Qué? Por supuesto que sí. ¿Por qué estas dudándolo?—cuestiono.
—¿Alguna vez me cambiarias por una chica como ella? ¿Me dejarías a mí, para estar con una chica como la niñera de tus hermanos?—suelto un suspiro y le ofrezco una pequeña sonrisa.
—¿De verdad crees que alguien como yo, podría estar con una chica como ella?—pregunto. Jaeleen parece relajarse y se inclina hacia mí para unir sus labios a los míos. Llevo mí vista de nueva cuenta hasta las escaleras y mi corazón se detiene medio segundo, cuando mis ojos se topan con los de Skye, esta parada en el barandal de las escaleras, observando el suelo.
—Oye tu—interrumpe Jaeleen haciendo que los ojos de la chica se posen en ella—¿Cuál dijiste que era tu nombre?
—Skye—responde la pelinegra.
—Oh, cierto. Consígueme un vaso de agua, sin gas. No, espera. Mejor consígueme un jugo de naranja, sin demasiada azúcar. No, ya se. Un licuado de fresas, con leche light. No...
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La Niñera de Alex y Aris|TERMINADA.
Teen FictionLevi Fernsby, el chico popular de la universidad, tiene la vida perfecta. Goza de lujos y comodidades, tiene absolutamente todo lo que quiere, desde ese celular súper moderno con el cuál la mayoría de los chicos de su edad suelen soñar, una novia pe...