Mi Protector Oscuro

Capitulo tres

- Severus, ¿Qué está pasando? ¿Por qué está aquí abajo? ¿Es así como los muggles tratan los suyos?

Preguntó Albus, mirando horrorizado. La cama era claramente una de hospital, no se podía negar que, y los armarios que rodean la habitación también dieron que se trataba de algún tipo de instalaciones de hospital muggle. Le recordó la sección muggle de St. Mungo's, que fue usada principalmente para los Muggles que fueron maldecidos accidentalmente con magia, o los Squibs. Incluso la parte muggle de St. Mungo's era más limpio, más cálido y simplemente... mejor que esto.

La habitación apestaba a cosas asquerosas que ni siquiera quería identificar, ¿Donde estaba Harry?

- Él no pertenece aquí.

Dijo Severus, apretando los dientes, Harry era uno de ellos, era mágico.

El muchacho se sentía absolutamente helado a su toque, apresuradamente desabrochó su capa y lanzó un encanto cálido sobre ella para ponerla sobre el adolescente inconsciente.

No parecía tener quince años, querido Merlín, ¿Qué le habían hecho?

- ¿Dónde estamos?

Preguntó Albus, acercándose a una puerta del otro extremo de la habitación y abriéndola para ver qué había más allá. Era otra habitación, ésta que contenía una silla, una cama y jaulas vacías. Su estómago se agitaba incómodo cuando los vio; sus ojos azules, sin su brillo, se endurecieron con la furia que lentamente se estaba cocinando bajo la superficie de su dulce rostro.

Se volvió para mirar a Severus, observándolo atentamente.

- Estamos bajo el Hospital del Priorato, su especialidad es ayudar con la atención de salud mental. Harry fue trasladado aquí, pero alguien debió asegurarse de que cualquier registro de eso desapareció. Si no hubiera lanzado un hechizo para que me mostrara donde estaba, habría estado en otro callejón sin salida.

Respondió Severus, su tono ligeramente distraído mientras se movía con facilidad. Un goteo intravenosa aseguraba que Harry al menos tenía líquidos en su sistema. Había muchas marcas de aguja en sus brazos.

¿Por qué tendrían que hacer eso, cuando ya había un lugar para lo que iba a entrar en él? Ni siquiera quería pensar en eso, mientras seguía buscando en la zona inmediatamente alrededor de la cama de Harry. Rápidamente descubrió lo que él muggle o los muggles estaban poniendo en el niño, leyendo las etiquetas, empezó a gruñir entre dientes. Deslizándolos en su bolsillo,

- Alguien no quería que encontrarán a Harry o algo relacionado con él.

Dijo Albus agudamente, entendiendo lo que Severus estaba diciendo sin más explicación siendo necesaria.

- Ellos se han arriesgado mucho la pregunta es, ¿Por qué?

Dijo Severus oscuramente. Sabía que cualquier razón que tuvieran para esto... no fue con la mejor intención para Harry. Él los mataría por esto, no seria un problema para él y era lo mejor. ¿A cuántos otros le habían hecho esto? Oh, se aseguraría de que sabían que habían hecho lo incorrecto por atreverse a hacer daño a un mago, especialmente uno que juro proteger.

- Buena pregunta ~ murmuró Albus. ~ ¿Podemos llevarlo a Poppy?

- Ni siquiera creo que sea una buena idea moverlo ~ admitió Severus con cautela ~ Él tiene que ser movido, pero es arriesgado de cualquier manera. ~ Hizo una pausa para pensar la situación un momento antes de decidir ~ Un traslador o aparición sería demasiado para su extenuante sistema.

Severus, dejó que sus ojos se movieran hacia el fondo de la cama, donde Fawkes estaba observando todo atentamente. Como si entendiera la pregunta no formulada, Fawkes sonó una suave melodía que los hizo relajarse un poco. El mago oscuro ni siquiera se atrevía a lanzar un "Enervate" en Harry; su corazón podría no ser capaz de tomar la tensión. Estaba tan delgado y drogado, el abandono y el maltrato obvio debieron afectar su corazón y otros órganos internos.