Capitulo Diecisiete

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- ¡Buen día, Harry!

Poppy dijo suavemente cuando entró en la habitación de Harry, quitando rápidamente una mancha de ceniza que de alguna manera había perdido al salir de la red Floo.

Sabiendo que no podía usar la magia cerca de Harry, no hasta que le informaran al respecto. Que podría ser un largo tiempo aún, ya que Harry todavía se estaba recuperando, y podría tomar un año más para que él esté bien al menos físicamente, mentalmente sin embargo, era mucho más difícil de predecir. Incluso los mejores en el campo solo podrían dar una estimación calculada debido a la experiencia.

Poppy le dio a Harry una pequeña sonrisa mientras giraba alrededor de la cama, y ​​como siempre quitaba los platos vacíos, Harry había desayunado, todo, eso no era una sorpresa en realidad. Sin embargo, ella estaba muy contenta, él necesitaba comer. Estaba extasiada con el peso que estaba ganando, pero en general todavía le quedaba un largo camino por recorrer.

La chimenea ya estaba encendida, manteniendo la habitación caliente mientras quitaba las sábanas, Harry ya no reaccionó, consciente de su rutina ahora. Por la mañana después del desayuno, por lo general entre treinta minutos o una hora después, ella comenzaría su terapia física.

- ¿Estas lleno?

Poppy le preguntó, Severus le había ducho de que él le había dado una indicación no verbal, un asentimiento, de que estaba realmente hambriento hace unos días.

Le había incitado a comenzar a hacer sus propias preguntas, y no solo hablar con él sobre varias cosas como lo haría normalmente. No le sorprendió que ni siquiera recibiera una sola indicación de que Harry la había escuchado.

Paciencia, eso es todo lo que necesitaría, lo sabía, estaba convencida de que él confiara tarde o temprano, el fracaso nunca fue una opción para ella como bruja o curandera.

Sosteniendo su pierna, ella comenzó a trabajar, doblando su rodilla hasta que estuvo firmemente doblada antes de volverla a nivelar, y durante los siguientes diez minutos continuó su trabajo en una pierna.

- Tengo un libro que creo que te gustará, te ayudará a comprender los objetos que te rodean. ~ Poppy continuó hablando mientras se movía hacia el otro lado, después de darse cuenta durante sus terapias que Harry parecía consolarse con tonos relajantes no importa si él confiaba en ellos o no. Tal vez fue cómo Harry calculó si estaría herido o no.

- Después de esto, me sentaré contigo y te lo mostraré, ¿De acuerdo?

Tomando su otra pierna comenzó a repetir el proceso mirando su reloj para saber que lo estaba haciendo durante diez minutos.

Poppy no se molestó en tratar de hacer que Harry presionara con los pies, él o no tenía la fuerza o no entendía lo que querían. Incluso con Severus hablando lo más claro posible, Harry ni siquiera lo había intentado, así que la única alternativa para tratar de ponerlo en forma era ponerlo de pie, sin caminar, por supuesto, era demasiado pronto para eso.

Ella no podía hacerlo sola sin magia, por lo que Severus tenía que estar allí para eso.

- Voy a hacer tus brazos ahora. ~ dijo Poppy ~

Mirando con orgullo como Harry ofrecía un brazo, estaba llegando a que les tuviera confianza, comenzando a entender y procesar más palabras. Si eso era cierto, entonces existía toda la esperanza en el mundo de que Harry podría envejecer mentalmente.

El tiempo diría hasta donde fue capaz, podría no ser capaz de superar una mentalidad adolescente y siempre necesitaría ayuda.

Honestamente, a altas horas de la noche sin nadie a su alrededor no podía evitar llorar de desesperación, era una horrible pesadilla ver que esto le sucediera a alguien... especialmente cuando esa persona era a quien ella ayudó a traer al mundo.

Mi Protector OscuroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora