Mi Protector Oscuro

Capítulo ocho

Remus apareció en el piso de los dos, desde que Sirius había salido de Azkaban, se habían mudado al piso que el tío de Sirius había pagado. No importaba ahora, ya que él era Lord Black. Por alguna razón, los padres de Sirius no lo habían desheredado oficialmente en Gringotts. Sólo en el árbol genealógico en su casa, y le habían impedido conseguir más dinero, pero desde que murieron él era el único que quedó capaz de hacerse cargo.

Tal vez se dieron cuenta inconscientemente de Sirius tenía la mejor oportunidad de supervivencia, Regulus se había unido a Voldemort después de todo. Había traído sus cosas aquí, no que hubiera sido mucho, pero todo estaba en el sótano ahora. Sirius había contratado a alguien para rehacer toda la casa; se podía decir que tenía el sello de un purasangre ahora, en lugar de una soltera que había sido antes.

- Tengo las pociones. ~ dijo Remus, poniendo la bolsa sobre la mesa, antes de abrirla y entregar en silencio los antibióticos.

Había oído todo lo que había dicho Poppy, sabía que Sirius estaba completamente mortificado, tal vez debería haber dicho algo. Seguramente habría sido mejor venir que él se lo dijera, en vez de Poppy.

Sirius gruñó entre dientes, antes de que él a regañadientes agarró la poción, la descorchó y la tomo de una sola vez. Odiaba las pociones, ¿Por qué tuvo que tomar las malditas cosas? Oh sí, sabía por qué, porque Poppy estaba amenazando con no dejarle ver a su ahijado si no lo hacía. No tenian derecho de decirle cómo vivir su vida. Lo que es exactamente lo que le dijo a Remus, sintiendo como si todo el mundo estuviera pendiente de él.

- ¿Oíste lo que dijo, si Harry termina con una infección, podría matarlo... no quieres eso verdad?. ~ Dijo Remus suavemente. ~

- No. ~ murmuró Sirius, sacudiendo la cabeza irritado. ~

- Entonces completa el tratamiento, estarás bien antes de que te des cuenta, entonces puedes ver a Harry. ~ dijo Remus, no estaba bajo ninguna ilusión de que Poppy repentinamente cambiara de opinión. ~

No, Harry necesitaba mantenerse sano, por todos ellos. Si moría... Remus sabía que Sirius se suicidaría por desesperación. No podría vivir sin Sirius, ya había perdido a tres miembros de su grupo, dos estaban muertos y el tercero se unió a su enemigo.

- Pero podrían ser tres meses ~ dijo Sirius. ~

- Puede ser ~ convino Remus. ~ pero podría no ser así, podrías estar mejor en una semana después de los antibióticos.

Tenía cuatro pociones que tomar cada día, una hora antes de comer cualquier cosa. Se sorprendió honestamente de que una infección era todo lo que tenía. Con la manera en que Sirius lo había estado evitando, asumió que había estado mucho peor en su salud.

- Espero que sí, quiero estar allí cuando Harry despierte. ~ dijo Sirius con determinación. ~

Remus cerró los ojos con desesperación, parecía como si Sirius estuviera en alguna forma de negación. Sentándose, exhaló bruscamente, no sabía qué hacer.

- Harry no se despertará y se arrojará a tus brazos, recordando quién eres como si los últimos catorce años no hubieran ocurrido.

Señaló con la mayor suavidad posible. Dudaba mucho que Harry confiaría en alguien en cualquier momento, poco después de lo que había pasado. Oh, él sabía que debía ser malo, para que un mago como Severus perdiera el control.

Después de todo lo que había visto como un mortífago... sí, de alguna manera lo que esa mujer le hizo, logro romper su temperamento.

- No, pero él sabrá que estoy allí, que siempre estaré allí para él. ~ dijo Sirius con firmeza. ~