Pick Me (Justin Bieber y Tú)

Capítulo 5: El pequeño incordio te encanta

Aquella mañana me desperté temprano. Bajé enseguida a la cocina vestida con unos leggins y una camisa larga junto a mis zapatillas de deporte. En la barra de desayuno estaba Jesse. Le di un beso en la mejilla dándole los buenos días y me senté a su lado preparándome unas tostadas con mantequilla.

-¿Que hay de mi nerd favorito? – le pregunté en broma.

-Nada interesante – se encogió de hombros.

-¿Y qué tal con Amy? – me interesé.

-Bien, bueno … Ella es genial – suspiró. – Quiere que vayamos juntos de tiendas.

-Uh – me reí. – ¿Quiere que le des tu opinión sobre ropa?

-No, ella quiere opinar sobre la mía – se mofó. – Vamos a cambiar mi vestuario.

-Oh – me sorprendí. – ¿Y estás bien con eso? – lo miré a los ojos. Asintió – No te compres nada con lo que no estés cómodo. Si a ella no le gusta tu estilo de vestir, pasa.

-Estoy pasado de moda – rodó los ojos.

-No lo estás, solo tienes un estilo diferente. Si te van los cuadros, pues quédate con cuadros – le sonreí. – Créeme, te ves bien. Tu imagen es tu personalidad y te reflejas totalmente con la ropa que llevas. Deberías estar orgulloso de ser quien eres.

Puse mi mano sobre la suya para animarlo. Sabía lo inseguro que era y lo que menos quería era que se sintiera mal consigo mismo, menos por una chica.

Seguimos desayunando en silencio. Lo veía nervioso por la manera en que hacía rebotar su pierna y quería preguntarle que más le pasaba, pero esperé sabiendo que no se contendría.

-¿Qué pasó ayer con Drew? – se decidió a preguntar.

-Nada … Habló conmigo.

-¿Hablar? – sonó sarcástico.

-¿Insinúas algo? – lo reprendí con la mirada. – Escupe lo que piensas, Jesse.

-No debería meterme en tu vida – se dijo así mismo mientras seguía comiendo. – Os vi hablar en la piscina. Luego os fuiste juntos toda la santa tarde …

-¿No he hecho eso contigo multitud de ocasiones? – arqueé una ceja.

-No es lo mismo. Estamos hablando de Justin – cuchicheó.

-Sí, tu hermano – le recordé. – Parece que a veces olvidas que sois familia.

-Él no es bueno para ti ni para nadie, ____.

-¿Sabes algo que yo no sepa? – cuestioné. Negó con la cabeza – Entonces eso es muy egoísta por tu parte, Jesse. Siempre estuvo solo y yo …

-Y tú siempre has estado loca por él. Obviamente este día llegaría porque él está igual por ti. Pero la que acabará dañada eres tú y eso me preocupa porque eres mi amiga.

-Bueno, déjame comprobarlo por mí misma – repuse enfadada.

Me levanté de la banqueta y salí al jardín. Allí encendí mi móvil para que empezara a reproducir música. Hice unos cuantos ejercicios de calentamiento para distraerme y di un par de volteretas junto con algunos pasos de animadora. Me encantaba practicar. En algún momento escuché a alguien llamarme por mi nombre a lo lejos. Busqué por todas partes bajando el volumen de la música en el móvil. Entonces alcé la vista y vi a Justin en un balcón de la casa. Lo saludé con la mano tímidamente y el tono de llamada empezó a sonar.

-¿Demasiado vago para bajar al jardín? – lo desafié en cuanto contesté.

-No, suficientemente discreto para no llamar la atención del resto de habitantes en la casa – dijo con superioridad. – Además, las vistas desde aquí son geniales.