Capítulo 1: ¿Quieres apostar?

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Alguna vez, cuando era pequeña, le pedí a mi madre un hermanito o una hermanita. En retrospectiva y viendo el panorama que teníamos donde vivíamos en ese entonces, fue bueno que me quedara como hija única.

Después de que mi padre muriera a causa de una terrible enfermedad como era el cáncer, mi madre y yo habíamos pasado dos años de tremenda soledad en casa apoyándonos la una a la otra.

Afortunadamente, ambas teníamos amigos que también se preocupaban por nosotras y … No sé si finalmente fue algo del todo genial, pero una vez que Pattie se había divorciado de su rico marido y él se marchó de Stratford, ella también se sintió sola en su enorme casa y le pidió a Rose, su mejor amiga, psicóloga y mi madre, que nos trasladáramos con ellos para ayudarla. Y digo ellos, porque Pattie tenía tres hijos. Trillizos. ¿Que por qué se sentía abandonada con tres hijos? Digamos que los tres tenían dieciocho años, como yo cumpliría en unas semanas, y cada uno estaba preocupado de su vida, ya fuera por los exámenes, el equipo de baloncesto o … ¿Quién sabe de lo que se preocupaba Justin? El caso es que ninguno estaba en casa y no llevaban muy bien lo del divorcio de sus padres.

-¡Podrías dejar de hacer ruido! – escuché a través de las paredes.

-¡Jódete! – respondió otro.

Qué novedad. Dos hermanos discutiendo otra vez. Llevaba instalada en mi nueva habitación meses, es decir, desde que había empezado el curso. Podría haberlo hecho el verano pasado pero yo preferí irme a pasar el verano con Lesley, mi amiga desde que empecé el instituto. Era curioso que solo faltaran una semana para que nos estuviéramos graduando. Y sí, era una última semana llena de exámenes. Y sí, yo también quería salir al pasillo a gritar que cerraran la boca porque tenía que estudiar pero no me iba a rebajar así que tomé una profunda respiración y levantándome de la cama cubierta de resúmenes me dirigí a la puerta que daba al amplio y largo pasillo. Tras abrir, me asomé para ver que los que discutían eran Jesse y Justin. Al otro lado, Derek había copiado mi acción y estaba asomado en su habitación esperando a que pararan el espectáculo, o quizá disfrutando de él.

Sacudí la cabeza y empecé a caminar hacia ellos con mis pies descalzos abrazándome por la cintura y enfriando mi mirada.

-Chicos, es tarde – dije cansada. Jamás intervenía entre ellos pero al día siguiente tenía un final de filosofía y necesitaba concentrarme. – Podríamos tener una noche en paz.

-Dile a este inepto que deje de dar con la pelota en la pared – refunfuñó Jesse.

Si te preguntas como diferenciaba a esos tres idiotas, era muy fácil. Podían tener las mismas facciones e incluso realizar expresiones idénticas pero el pelo, la postura y el estilo de vestir los delataban de lejos. Los ojos de Jesse estaban molestos detrás de sus gafas negras y podía notar que fruncía el ceño a pesar de que su largo flequillo tapaba sus cejas. Era tan mono …

Volví mi vista a Justin. Apenas me relacionaba con él, o más bien, él no se relacionaba conmigo. Era frío y distante con todo el mundo. Ni siquiera me miró. Estaba cruzado de brazos con una postura relajada sobre el marco de la puerta de su habitación, lugar que aún no había visto ni me atrevía a explorar por lo que él pudiera hacer si me metía.

-No es por nada, pero los cuatro tenemos los mismos exámenes esta semana. Tendríamos que estar jodidamente tranquilos y concentrados si queremos aprobar – rechisté.

-Digo lo mismo – Derek apareció a mi espalda y apoyó una mano en mi hombro – El profesor Calver no nos lo va a poner precisamente fácil mañana.

Miré a mi alrededor … Los trillizos juntos, hablando, era algo difícil de ver muy a menudo. Seguía siendo impactante ver tres rostros idénticos pero al mismo tiempo tan diferentes.

Pick Me (Justin Bieber y Tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora