MELINA
Llegamos en 30 minutos a donde Luca me quería llevar.
- Hemos llegado, pero debes de cerrar los ojos.- me dijo Luca.
- ¿Y si me caigo?- pregunte, en ese momento pasaron muchas ideas por mi cabeza.
- Confía en mí, yo te iré guiando.- extendió su mano hacia mí, yo la tome y cerré mis ojos. -Ten cuidado aquí hay un escalón.- me iba guiando.
- ¿Ya llegamos?- le dije apretando su mano.
- Tranquila que no te voy a comer.- se comenzó a reír, yo sonreí nerviosa. -Bien ya llegamos.-
- ¿Ya puedo abrir los ojos?-no quería abrir aun los ojos, no sabía que me esperaba al abrirlos.
- Espera.- dijo. -Antes de que abras los ojos, quiero decirte que con nadie más he estado aquí antes.- susurro en mi oído, esas palabras sembraron un poco de curiosidad en mí. -Ábrelos.-
- Luca ¡esto es hermoso!- estábamos arriba de un colina, desde ahí se podía apreciar la ciudad, todas las luces la iluminaban parecían pequeñas luciérnagas, el cielo complementaba ese cuadro.
- ¿Te gusto la sorpresa?- me volteo a ver yo aún seguía maravillada con la vista.
- Es de las mejores sorpresas que me han dado.- lo vi a los ojos, después tome su mano y la apreté. -Pero ¿Por qué yo?, ¿Por qué me traes aquí?- no sabía porque él me había llevado ese lugar, nos sentamos los dos en el pasto. -¿Cómo diste con este lugar?- en ese momento tenía tantas preguntas para él.
- Oye una pregunta a la vez.- sonrió. -Este lugar hace un tiempo que lo encontré, cuando necesito pensar, quiero estar solo o solamente quiero desaparecer un rato vengo aquí.- tomo con su otra mano mi mano, dejándola en medio de sus dos manos. -Sabes, es cierto lo que te dije antes a nadie más he traído aquí, ni siquiera a los chicos, quería traerte aquí porque quería compartir este lugar contigo, que fuera de los dos.- me le quede viendo detenidamente. -Te has convertido en una persona importante para mi.- volteo a verme, me quede muda ante sus palabras, hasta que tome aire para contestarle.
- Gracias.- dije.
- ¿Por qué?- se me quedo viendo.
- Gracias por compartir este lugar tan especial conmigo, por las palabras tan bonitas que me acabas de decir y a pesar del poco tiempo que nos conocemos te has vuelto igual importante para mi.- le di un abrazo, después bese su mejilla, nos recostamos en el pasto a ver las estrellas, platicando sobre cualquier cosa que se nos ocurriera.
LUCA
Estaba ansioso el saber la reacción de Mel al enseñarle aquel lugar que era una parte importante para mí, llegamos y no quería que viera aun a donde la llevaba así que le pedí que cerrara los ojos, creo que al principio no estaba segura de eso ya que su mirada me lo decía, pero al último accedió y cerro sus ojos, yo la tome de su mano para irla guiando por el camino, cuando llegamos hasta la cima me dijo que si ya podía abrir los ojos, pero antes de que los abriera quería que supiera que era la primera a la que había llevado ahí, así que me acerque a su oído.
- Antes de que abras los ojos, quiero decirte que con nadie más he estado aquí antes.- le dije.
Ella se quedó sin palabras por ver el lugar, realmente le había encantado la sorpresa que le había dado, me tomo de la mano y después me comenzó a hacer un sinfín de preguntas, creo que pensándolo detenidamente ella hablaba mucho, pero eso no me importaba me gustaba escucharla hablar, su voz era tan cálida y hermosa que no me importaba si hablaba como periquito, ante las preguntas que me comenzó a hacer quería contestarle con las palabras correctas, me tomo un instante hacerlo, pero me deje llevar por lo que sentía en ese momento, estábamos en mi lugar favorito, estaba con ella así que deje que mi corazón hablara por sí mismo esa noche.
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Tres amores tuve en la vida
Teen FictionMelina Jimenez o Mel como le gustaba que le llamaran, es una chica de 16 años, que llega de Canada a México con sus padres y su hermana. Hace 16 años que vive en Canada, pero su familia decide hacer un viaje a México por el trabajo de su papá y est...