14. Cosas pendientes.

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Aquella brusca interrupción por parte de Aly hizo que ambas volvieran a la realidad.
- Oh yaasss bitch!
Dijo la americana abrazándose a Alex que sonreía aunque se sentía un poco incómoda.
- Esto merece una copa
Alex la miró algo indecisa...
- Come on, this is a party!
-Bueno, vale, no me vendría mal una copa, la verdad.
Igual una copa conseguía relajar un poco la tensión que sentía después de aquella "pelea" con Elettra.
Por otra parte la forense seguía estática en la misma posición que se había quedado después de la interrupción, no podía moverse seguía temblando en parte por la tensión de la "pelea" y en parte porque tener la cara de la policia tan cerca no era algo de lo que una se recuperara tan fácilmente.
"Ma vaffanculo!" Pensó para si misma.
Justo antes de que Aly volviera con las copas Alex buscó la mirada de Elettra y la encontró, vaya que si la encontró, la forense tenía una mirada en la que se podía leer perfectamente "esto no va a quedar así" mezclada con un brillo de excitacion. Alex se quedó hipnotizada por unos segundos, pero le sostuvo esa mirada de manera algo desafiante.
- Here you go, Daniela.
Le dijo Aly tendiéndole su copa... 

Elettra salió del hechizo y se alejó inmediatamente.
Todo había cambiado en esos pocos minutos entre ellas.
Intentó que sus miradas se encontraran pero no volvieron a coincidir.
La rubia estaba demasiado ocupada celebrando con Aly y brindando, furiosa se fue hasta el sofá donde dormitaba su amigo.

Estaba un poco avergonzada por lo que había sentido durante la pelea, su cuerpo nunca le había traicionado de esa manera dejándola tan en evidencia, aún lo sentía cosquillear con toda la energía sexual recorriéndola.

-Vamos, parshero!!!! Se me ha ocurrido algo para animar a todos los que viven aquí.
El rubio se sobresaltó por los gritos de la italiana pero cuando se repuso la miró con ojos entrecerrados. Normalmente no solía dormir tanto pero cuando lo hacía era la persona más perezosa del mundo.
Alex que seguía con Aly pegada a su culo blanco se acercó y prestó atención.

Evitaba a Elettra intencionalmente pero no quería separarse de ella.
"Ufff, ni contigo ni sin ti, cariño".

Necesitaba encontrar un momento consigo misma para analizar la situación y a ella misma.
Antes, cuando estaban peleando, había sentido algo más que una simple atracción que pudiera controlar, había sentido una necesidad irracional de empujarla contra la pared y pegar cada centímetro de su cuerpo junto al suyo haciendo que sus caderas se movieran al compás pero lo más importante es que pensaba que Elettra también había sentido esa fuerza que las atraía tanto como ellas luchaban por alejarse.
Por un momento habían estado en la misma frecuencia y eso la confundía y entusiasmaba.

Había sido tan intenso, la energía de Elettra, su dureza, su intención de hacerle daño sabiendo que al final no lo haría y después la comprensión de su rabia.
La italiana era una niña muy bonita y muy desconfiada.

Sus ojos sin darse cuenta no se habían apartado de ella ni un solo segundo mientras hablaba con Aless.
Cuando volvió de sus pensamientos se obligó a retirarlos y a prestar atención a algo de lo que hablaban sus amigos pero Aly no quería beber sola así que le cogió del brazo y la llevó a bailar con ella.

A regañadientes fue con ella, cada paso un poco más lejos de la italiana, aunque estuviesen en la misma habitación, le costaba cada vez más.

-Cuéntame, gatita, de qué me hablabas??
-Tú déjame a mí, baby, solo necesito unos cuantos productos de limpieza y algo de pegamento y nos divertiremos -le guiñó un ojo divertida.
Aless la miró confuso pero no dijo nada, empezaba a comprender que con la italiana casi todo era un misterio, además seguía teniendo demasiado sueño para pensar.

-Then pijama party, haremos pizzas -gritó Aly- prepararemos margaritas y jugaremos al karaoke.
-Yujuuu -se animó Alex, era un buen plan y por qué iba a decirles que no a una buena pizza.

Blumettra ZDonde viven las historias. Descúbrelo ahora