Blumettra Z

19. Asalto al supermercado II

-Carapollas!!! Carapollas!!! Carapollas!!! -gritó exasperada Alex pasándose una mano por el pelo, estaba frustrada y enfadada con ellos pero sobre todo consigo misma.
Se sentía perdida sin la gente a la que quería en su vida, su familia, amigos, y ya no estaban para aconsejarla o aguantar sus rabietas.
No quería perder a nadie más.
La policía no le había preparado para ello por mucho peligro que corrieran todos los días, y enfrentarse a un mundo nuevo sin apenas conocidos, sin saber en quien confiar... Joder!!!!
Buscó a Elettra con la mirada, estaba tan estupefacta como ella y supo que tenía que hacerlo sola.
Que estaba sola.
Miró a izquierda y derecha en busca de dónde podían haber ido sus amigos, las calles estaban desiertas, destruidas, y solo se veían algunos muertos a lo lejos, prefirió no fijarse en los cadáveres que se apilaban por doquier.
Corrió al lugar en el que se encontraba el coche seguida de cerca por la italiana que inspeccionó el lugar buscando alguna pista del paradero de sus compañeros.

La ventana trasera estaba manchada de sangre pero no estaba rota ni la puerta había sido forzada de ninguna manera.
Los chicos habían tenido que salir por propia voluntad. O eso creía.
-Cálmate, los encontraremos, Daniela.
La policía la miró un segundo de nuevo y se marchó a la carrera hacia el supermercado dispuesta a enfrentarse a cualquier bicho viviente si encontraba a los que ya consideraba su segunda familia.
Siempre había pensado, desde que la conoció que le quedaría Elettra, a pesar de todo, pero no podía contar con ella.
No sino quería ponerla en peligro, no si ella no la quería en su vida.
Cuando acabase todo aquello la dejaría a salvo en aquel laboratorio y ella se iría lejos.
No sabía dónde pero lo más lejos posible.

La italiana la siguió a paso más lento, sabía que era peligroso pero no podía dejarla sola.
Normalmente Alex no perdía la compostura de esa manera ni la miraba así, tan enfadada, como si fuera culpa suya.
Pero ella no había hecho nada!!! Solo protegerla! No tenía culpa si esos dos eran unos Cazzos.

-Baby!!!!!!! -La voz de Alex casi consiguió que se le saltaran las lágrimas.
Lo oyó desde la otra esquina, estaba delante de Aly agitando la mano con una puerta abierta detrás de ellos.
-Nos asustamos, salimos corriendo, no sabíamos qué hacer. Aly no dejaba de chillar.
-Tú chillabas más, fucking idiot!!!
-Vale, calmáos -pidió Elettra harta de tantos gritos- Así solo conseguiréis atraer a los zombies.
-Jamás, jamás, jamás volváis a moveros de un sitio si os digo que no os mováis -les advirtió, sus ojos se habían puesto rojos de contener las lágrimas.
Se plantó delante de ellos con las manos en jarras y la voz tomada, visiblemente afectada.
-Tranquila, princesita, estamos bien. Fue culpa de un zombie.
-Sí, apareció de la fucking nada y nos asustó. Lo sentimos.
-Sí, lo súper sentimos, Baby.
Se disculpó de nuevo el rubio dándole un gran abrazo a Alex, Aly también se acercó y le puso una mano en el hombro porque no le gustaba demasiado el contacto físico.
Siempre que podía lo rehuía.

Elettra se quedó a un lado, vigilando que nadie se acercara, observaba la escena con un poco de asco, no porque le molestara que Alex fuera tan sentimental pero le repateaba tanto amor, sobre todo cuando no podía fiarse de nadie y no entendía las reacciones de Alex.
Ella aún seguía ahí para ella pero parecía que a la rubia no le importaba.
En Aless confiaba un poco más pero quién moriría por ella??
Alex se giró hacia ella cuando la escena terminó, más tranquila, sonreía y quiso cogerle la mano, sabiendo que sus pensamientos la habían traicionado, pero Elettra se pasó el bate de mano como si no la hubiera visto y pasó al lado de ella.
De todas formas Alex rozó su pelo antes de que la sobrepasara, la caricia la estremeció y le hizo un nudo en el estómago.

-La puerta estaba abierta?? -preguntó Alex unos minutos después de atravesarla.
Estaba muy oscuro en el pasillo al que entraron y solo las luces de emergencia, pequeños pilotitos naranjas, estaban encendidos.
Al menos era buena señal, significaba que había electricidad.