Venganza I

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Mientras las nubes avanzaban por el cielo a toda velocidad Alex se perdía en sus pensamientos.
La noche no podía ser más oscura y sus presentimientos más negros.

Por qué a lo lejos le parecía que los zombies causaban mas alboroto que de costumbre, por qué la tormenta no conseguía penetrar sus huesos como sería lo normal?

Había pedido a Krisha que la dejara pero ella, como una buena amiga, parecía no haberle hecho caso y la puerta se abrió.

No se giró esperando que su amiga llegara a su lado pero tampoco se inmutó cuando a la que vio aparecer no fue a ella.

Aída miró al horizonte como ella misma hacía y se sentó a su lado.
-Es un mundo aterrador, no?
Alex se encogió de hombros pensando que sí no le hablaba se cansaría y la volvería a dejar sola.

-Sé lo que te aterra de ese mundo, no es morir, es no poder proteger a la gente que quieres...
Alex apretó la mandíbula, gesto que no pasó desapercibido para la mujer morena que bajó un paraguas negro no podía evitar mojarse.
-Tengo la solución para eso -continuó- Sé donde están, podemos deshacernos de ellos..
-Qué??
-Los hombres que nos atacaron, los que arrasaron aquel edificio, sé dónde están.

Alex la miró por primera vez, tan fija y silenciosamente que Aída empezó a dudar de sí había sido una buena idea.
-Quieres acabar con ellos, no?! Podemos hacerlo.

Alex volvió a mirar al horizonte, a una ciudad que ya no conocía, sin vida. Tal y como se sentía ella.
Lentamente negó con la cabeza intentando aclarar sus ideas.

-Por qué no??

-No es mi estilo.

-No quieres venganza?

-Serviría de algo?

-Quieres conocer esa sensación de paz? De poder decir que todo está bien? Ellos mataron a toda aquella gente.

-No puedes volver en el pasado. No puedes evitar lo que pasó pero puedes evitar que le pase a otros.

Alex suspiró largamente sintiendo que esa tarea era la suya.
Podía evitar que aquellos hombres hicieran más daño, mataran a inocentes o incluso a sus amigos, y con ello también dejar de preocuparse de Elettra que estaba segura en aquel laboratorio.
Hacer su trabajo, comportarse como la policía que era.

Y entonces sucedió, la lluvia paró y la noche se despejó.
Estaba todo claro.

                                  ——————-

Elettra cogió de nuevo el walkie-talkie, no tenía nada que perder, no era como si se rindiera se repetía.
Solo quería saber si todo estaba bien, solo quería....
Bueno, más allá de dejar de sentirse sola saber de sus amigos, si seguían vivos, si podrían ayudarla a volver a "casa".

-Hola?? -probó- Hay alguien ahí???
No muy lejos de allí Aly escuchó la voz dentro de la mochila de Alex y no tuvo ningún reparo en registrarla para encontrar el origen del sonido.
-Hello!!!!!! Elettra!!!??
-Aly???? Me escuchas???
-Claro que sí!!!!! Qué wordenful saber de ti!!! Cómo estás??? Habéis descubierto algo de la cura del virus?? Entre tú y yo las cosas están aburridas aquí con esa bruja de Aída dando órdenes, se cree la reina de los zombies...

La americana hablaba sin parar ni dejar hablar a la morena que poco a poco estaba perdiendo la paciencia hasta que oyó la voz de su querido amigo.
-Aly, qué haces?? Con quién hablas??
-Es Elettra!!!
Aless le arrebató el walkie-talkie.
-Gatita!!!! -chilló histérico.
-Aleeeeeess -gritó la chica aguantando las lágrimas- Tengo que ir para allá, no sé dónde estoy pero tengo que conseguir ir.
-Ha pasado algo?? Estás bien???
-No, Aless, nada está bien...
-Qué están haciendo aquí???
La interrupción no podía haber sido más inoportuna.
-Aly, ve a buscar a Alex.
El corazón de Elettra se aceleró mientras oía lo lejos la voz de aquella bruja.
-Alex...? -murmuró.
-Desde cuando se pueden registrar las mochilas de los compañeros?? Tendremos que hacer una reunión sobre esto.
-Aída, es Elettra...
La mujer no le dejó terminar, le arrancó el walkie-talkie de las manos y le echó sin contemplaciones de la habitación.
El chico se fue a buscar él mismo a Alex porque no se fiaba mucho del mensaje que podía darle Aly.

-Aquí la gran y maravillosa Aída, cambio y corto.
Elettra frunció el ceño al escuchar a aquella mujer tan cerca de su oído. Era lo último que necesitaba ahora mismo.
-Hola -susurró sin ánimo.
Pero no le hizo falta hablar más, Aída tomó todo el peso de la conversación.
-Quiero informarte que gracias a que te fueras estamos todos bien, indudablemente eras un peligro aquí para nosotros, aquellos hombres nos hubieran buscado hasta encontrarte aunque la gran Aída les mantiene a ralla. Estamos todos bien, Irma, Emma, la gran Aída cuida de todo el mundo..

Elettra se llevó la mano a la cabeza dudando de sí apagar el aparato, si no fuera porque sí no había oído mal sabía que en algún momento llegaría aquella persona que esperaba, aquella que tenía esperanza que no estuviera muerta.

-Tu amiga la policía también está bien aunque se haya traído una nueva amiga, parece que esta niña no puede dejar de traer a gente a mi supermercado. Encima esa niña súper atlética es una mandona que solo quiere hacer yoga y controlarlo todo, esta misma mañana le decía que tenía que comer a Alexandra como si fuera una niña pequeña.

Elettra sin querer había prestado total atención, nueva amiga??? Muy unida a ella???

-...y gracias a mí y mis medidas especiales no volveremos a ser molestados por esos hombres... tú, querida niña, en lo que te tienes que centrar es en buscar una cura y la gran Aída cuidará de ti....

La mujer seguía hablando hasta que la puerta se abrió y una agitada rubia con la respiración pesada apareció a sus espaldas.

-Yo..... -murmuró mirando de hito en hito a la mujer y el walkie-talkie- Dámelo.

Sin permiso lo tomó.
-Elettra??

Nada pudo compararse con el alivio de escuchar su voz pronunciando su nombre. Aterida de frío su voz logró calentarla haciendo que un fuego interno se extendiera por su pecho y le hiciera sentir mejor aunque eso no le hiciera olvidar todo lo que le había dicho la otra mujer.

Blumettra ZDonde viven las historias. Descúbrelo ahora