La Hermana De Sebastián Starling.

CAPÍTULO 8 "Campamento de verano".

Me encontraba ya en mi casa, hace un rato que Sebastián me trajo, me alegra de que por fin hayan comenzado las vacaciones.

Eran las 3:30Pm cuando llegamos y se me hizo tarde ya que nos detuvimos a comer en un restaurante.

Subí por las escaleras y me quede unos segundos parada frente a la puerta de mi cuarto, aun tenia que hacerme la idea de que dé una u otra forma iría a ese campamento así que entre a la habitación, saque una maleta del coset y comencé a empacar mis cosas.

La llene de Suéteres, pantalones, Shorts, blusas, botas, zapatos, etc.
Y aparte una mochila en donde guarde mi laptop, el cargador de esta y el de mi cel, cremas, perfumes, unos audífonos y un par de discos de Slipknot.

Se hicieron las 7:30pm cuando termine de empacar todo y me sentía muy exhausta, estaba sudando y es raro ya que la temperatura esta a 5 grados, así es, algo frío.
Estuve a punto de entrar a la ducha cuando sono mi celular con una llamada de Luisa, supuse que era para ponernos de acuerdo sobre el campamento.

Inicio de la conversación:

-¿Que paso Luisa?-. Pregunté exhausta y un poco agitada.

- Woo ¿que hacías amiga?-. Contestó en tono picara.

-¿Yo? Nada, supongo que me hablas para lo de mañana ¿verdad?

-Con que cambiando de tema ¿eh?, pues si, veras, mi mama dijo que ella me llevaría, ¿Gustas irte con nosotras? ¿O te llevará el guapo de tu hermano?

-¿Quien? ¿Sebas? ¿Guapo? JAJA, lo dices por que ya te lo comiste, y nop, el no me llevará ya que dijo que estará ocupado planeando las vacaciones del Yate que por cierto también iré.

-¡¡Genial!! Por Dios creeme que estoy brincando de emoción, nos divertirnos en ese Yate...

-Pues eso espero-. Interrumpí-. Ha y no podre irme contigo lo siento, me gustaría ir con ustedes pero Sebas quiere que Benjamin me lleve, ya que el conoce mejor y cada año va.

-A ver espera... ¿Sebas sabe que tu y el ya se conocían? Bueno, yo lo digo por que hace un rato dijiste que tuviste una "Historia" con el-. Preguntó confundida.

-Suspire-. No, Sebastián no sabe que el y yo nos conocíamos antes. Aparte... no te dije que clase de historia-. Dije apagada y al parecer esta notó mi reacción.

-Oh, lo siento, bueno si quieres te dejo, mañana nos vemos en el campamento... Chao.

Fin de la conversación.

Viernes 10 de junio del 2009.

Estaba totalmente relajada, profundamente dormida, de esas veces en las que no sientes si estas vivo o muerto, tal vez quede bastante exhausta ayer a pesar de que me di un buen baño con agua tibia.
Seguía dormida, no lo sentía pero a leguas se miraba que mi respiración era muy fuerte y profunda.

Uno

Dos

Tres

Cuatro vibraciones acompañadas de un sonido irritante invadían mi habitación de escandalo.
Así es, se trataba de mi alarma, era un reloj el cual me regaló mi mama para mi cumpleaños número 9, redondo, color morado y con una pequeña Luna dorada al lado izquierdo.

Abrí mis ojos de golpe e hice un gesto de desaprobación acompañado de un largo bostezo.
Quería seguir dormida pero sabía que si lo hacia Sebastián vendría por mi de alguna u otra manera.

Me giré hasta el lado en donde estaba el reloj y con una mano logre apagarlo.

Me puse de pie con la cara adormilada, me talle los ojos y camine hacia la ventana del cuarto, de ahí se lograba apreciar toda la ciudad y la vista era hermosa, era una mañana bastante fría, en verdad tenía frío.
Estire un poco mi cuerpo y después de unos segundos comencé a desvestirme para vestirme nuevamente.