Tarea

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Garrison llegó un día más a la escuela secundaria South Park, pensando en qué haría para vengarse de su clase.

Era una fría mañana, como todas. La escuela estaba vacía, salvo por el director PC y la subdirectora Victoria.

Garrison saludó sin muchos ánimos y siguió su camino. Llegó hasta el aula en el que iba a comenzar su jornada y dejó sus cosas en el escritorio.

Odiaba su empleo, odiaba los temas que debía impartir y odiaba a la misma revoltosa clase que increíblemente le seguían dando después de tantos años, con muchísimos de sus alumnos de la primaria.

Ya era todo tan predecible: Eric Cartman discutiendo con Wendy Testaburger para al final quedarse callado. Craig pegado a Tweek como chicle. Media clase haciéndole bullying a Pip y este no comprendiendo del todo. Clyde llorando por alguna estupidez. Bebe y Red hablando hasta por los codos.

De igual forma, era obvio lo que iba a pasar cuando dijera que debían formar parejas para el laboratorio de matemáticas: Kyle con Wendy, Tweek con Craig, Bebe con Red, El resto se juntaría también y sólo quedarían Pip y Eric, qué harían pareja pero el único trabajando probablemente sería el rubio.

Predecible...

Sin embargo no todo era trágico en la vida del viejo Herbert Garrison.

De vez en cuando, cuando la monotonía le era demasiada para soportar y se sumaban demasiadas travesuras de sus estudiantes, pensaba en alguna manera de causarle sufrimiento a sus alumnos como venganza. Cosas inocentes, pero efectivas para arruinarles la tarde, o incluso mejor, a veces hasta el fin de semana.

No sólo conseguía ver algo interesante y poder reírse unos minutos, sino que lograba darle un escarmiento a sus terribles estudiantes.

Pero, ¿qué se le ocurriría esa mañana?

+-×÷

Después de cinco minutos de llegado el profesor, los alumnos empezaron a entrar al aula.

Los conocía a todos prácticamente de toda la vida.

Garrison sabía que se los seguían asignando porque él fue de los pocos que no renunciaba cuando Cartman se cagaba en su escritorio, Kenny moría en su banca o Clyde lloraba ruidosamente de la nada.

Él, junto a la señorita Nelson, por alguna razón seguían ahí para las dos clases, en esta ocasión clases de primer año.

Garrison se repetía que la vida de los chicos no era su problema, pero definitivamente algo de aprecio debía tenerles para seguir ahí. Aunque claro... por mucho que fuera este aprecio, la labor de maestro en South Park iba de ser aburrida y tediosa a caótica y exasperante. Viendo a la clase completa después de la campana, se dirigió a todos. Ya tenía una muy buena idea de cómo joder a su querida clase aquel día:

—Bien, empecemos, cierren la maldita boca. La tarea de hoy es el laboratorio de matemáticas. Es importante así que lo explicaré ahora. Hoy en clase contestarán los primeros 20 ejercicios sobre funciones irracionales y los demás problemas con gráficas será en parejas que yo elegiré. Más les vale adaptarse porque este trabajo valdrá muchos puntos en su calificación final del semestre.

Murmullos, suspiros resignados y bufidos de cansancio se escucharon.

—Ambas partes del equipo deben realizar los ejercicios, y todo con procedimientos para probar que lo hicieron, claro. Pasarán por las copias a mi escritorio al terminar la clase.

Iba a dar eso por concluido, cuando escuchó a una de sus alumnas preguntar:

—Señor Garrison, ¿por qué no podemos elegir nosotros a nuestra pareja? Se supone que podemos...

Nerd. [SOUTH PARK]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora