Esfuerzos

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–Umh... No, no entiendo esto.

–¡¿Qué?! ¡Te lo he explicado tres veces!

Dos rubios se encontraban en la residencia Stevens haciendo tarea. Y tenían problemas.

Tweek trataba de que Bebe ayudara con el trabajo, pero era imposible. La chica no entendía, pero tampoco hacía un intento por comprender las explicaciones de un desesperado Tweek que temía no poder terminar a tiempo.

–Ugh, esto es aburrido, Tweek...

–¡Son matemáticas, no se supone que sean divertidas!- el pobre Tweek se estaba empezando a alterar. Apenas llevaban la mitad de las hojas con actividades y ya tenían 2 horas en la habitación de la chica.

–¡Además no pude elegir mi pareja! Pude haber convencido a Wendy: ella ya habría acabado todo, y luego de eso nos hubiéramos puesto a charlar...

–Bebe, t-tenemos que...

–¡Oh, pero no te ofendas, querido, tú también me caes bien! ...aunque sólo quieras trabajar sin parar en esta aburrida tarea...

– ¡Ngh, vine justamente para hacer la tarea! ¿Qué más quieres hacer?

–¿Podemos tomar un descanso? Lo siento... no soy buena con estas cosas de números.

Tweek suspiró, y asintió. Sonrió al ver cómo Bebe se tiraba en la alfombra de su habitación y se estiraba despreocupadamente como si estuviera agotada.

Él también dejó la silla junto al escritorio en la que estaba, y se sentó junto a su anfitriona, cruzando sus piernas y soltando una pequeña risa. 

–Ni hiciste nada...

–Cállate, Tweek. Ahora hagamos lo que hago con mis amigas...- Bebe se enderezó y se sentó rápidamente, quedando frente a su compañero.

– ¿Y qué es?

– ¡Hablar de chicos! Por suerte eres gay.

–P-pero... a mí sólo me gusta un chico...

–Ugh, entonces... ¡Hablemos del culo de Kyle! ¡Oh-por-dios! ¿Has visto esa cosa Tweek? ¡Es gigante, y tan perfecto! Es decir, claro que lo has visto... ¿No? ¡Qué envidia! A veces te sientas detrás de él, ¿verdad? A mí me prohibieron sentarme detrás de él desde quinto grado...

Tweek estaba un poco asustado, pero Bebe seguía pareciéndole simpática. Durante la escuela se mostraba cool y no tan expresiva y enérgica como en ese momento.

–Digo, mis amigas dicen que tengo un problema, ¡pero no puedo evitarlo! Es decir, ¡no cuando algo tan bonito se pasea por la escuela a diario! Me gustaría hablarle pero desde ese poema que le hice a su trasero no se ve muy interesado...

El chico estaba un poco asustado y sorprendido. La rubia por su parte hablaba muy rápido, casi sin respirar pero feliz. Tweek pensó con diversión que a pesar de ser tan popular y tener tantos pretendientes que soñaban con acercársele y hablarle, Bebe no sabía nada de cómo hablar con un chico sin dar un poco de miedo. 

Después de unos segundos, toda la conversación le empezó a dar una pequeña idea al rubio, pero no dijo nada por el momento y se limitó a escuchar las locas pláticas de la chica.

+-×÷

–... y entonces Bebe dijo que no había tomado nada, pero yo sé que el rizador de pestañas que tenía en su bolsa no era suyo...

Pip sonrió, y asintió. Faltaban un par de ejercicios; él y su pareja estaban avanzando a un buen ritmo, pero cada dos problemas Red se detenía y platicaba algo. Pip la escuchaba atentamente. No estaba familiarizado con lo que hacían las chicas, pero escuchaba con atención, feliz de que alguien hablara tanto y tan animado con él.

Nerd. [SOUTH PARK]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora