Apoyo

1K 165 137
                                    

- ¿Qué carajo planeas?

Un profundo silencio embargó el ambiente. La expresión de Kyle era fría, esperando una respuesta del desconcertado Cartman.

- ¿Qué?

-Me oíste. ¿Qué planeas?

- ¿Planear?

-Te portas incluso... amable conmigo... me estás... ¿Estás tratando de hacer algo, una broma? ¿Es eso? No hay forma de que seas mínimamente agradable sin querer algo a cambio.

-Pero...

-No porque toda la jodida escuela piense que soy un nerd tú puedes venir y tratarme como uno, no soy débil...

- ¿De qué hablas? Yo solamente... yo...

- ¿Crees que sólo porque supiste algo que yo no te puedes burlar de mí, gordo idiota?

Cartman no respondía.

Kyle lo miraba en silencio, sintiéndose muy a la defensiva. El castaño también lo miraba, incrédulo.

- ¿Qué?

-Eres... eres Eric Cartman. No importa que no nos hablemos desde hace tiempo. Eres tú... y tú no cambias.

Cartman no quería admitirlo, pero todas las palabras de Kyle lo habían lastimado.

- ¿Y bien?

El pelirrojo habló, esperando el peor ataque del otro: un movimiento elaborado, un plan ridículo.

Sin embargo el castaño sólo se levantó de donde se encontraba, caminó tranquilamente y se fue al cuarto de baño en su habitación, cerrando la puerta con fuerza, completamente frustrado.

Kyle estaba sorprendido. El chico no había protestado ante sus reclamos. ¿Quién era él y qué le había hecho a Eric Cartman?

Entre la confusión y la molestia, el pelirrojo corrió detrás del chico y dio un par de golpes a la puerta.

- ¿Qué? ¿Qué carajo? ¡Abre la maldita puerta, culón!

- ¡No! ¡Y vete de mi casa! ¡La tarea ya está hecha!

- ¡No hasta que me digas qué significa todo esto!

Kyle siguió tocando pero se detuvo después de unos minutos, convencido de que el castaño no abriría.

Sin más qué hacer, el chico se retiró de ahí, y se fue.

Contrariado por lo ocurrido, y pensando que tal vez había sido injusto, se dirigió a la salida. Pasó junto a Liane Cartman, pero Kyle no tuvo la cara como para despedirse después de haberle gritado insultos a su hijo. Se sentía incómodamente culpable por su comportamiento.

+-×÷

-Ja, ja, qué gracioso.

Kenny seguía viendo la película con Stan, hasta que un mensaje de texto le interrumpió. El rubio encendió su ya algo viejo celular y leyó.

Gordito:
Mueve tu culo pobre a mi casa. (Por favor)

Kenny suspiró, levantándose y dirigiéndose a la puerta de la habitación.

-Oh... tengo que irme, cariño. Sé que no podrás aguantar mucho sin mí, pero trata.

Stan rodó los ojos y rio un poco ante las bromas de su amigo.

- ¿Por qué tan pronto?

-Necesitan a este héroe en otro lugar...

-Eso significa que no me dirás...

Nerd. [SOUTH PARK]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora