Preparándonos 1.

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Advertencia este capítulo contendrá cosas hot, si no les gusta esto favor de no leerlo e igualmente menores de edad no lo lean si no les agrada.

Tú; En una semana Steve y compañía se irán a Singapur para aniquilar a Silas y sus inhumanos, yo quiero que antes de que Steve se vaya  entregarme a él, quiero que sepa que solo él será mi único amor y mi único hombre.

Ya estoy en camino a su antiguo departamento, pues según yo le dije que necesitábamos platicar en privado, y que le prepararía su cena, estuvo un poco en desacuerdo, más sin embargo lo convencí diciéndole que si íbamos a un restaurante habría paparazzi pues ya sabían que los vengadores estaban muy unidos y sería imposible poder platicar solos.

Por fin llegue a su departamento con cosas para cenar, toque la puerta y Steve abrió, me besó y entonces tomo las bolsas y entramos, me fui directo a la cocina, preparé pasta con salsa de tomate, también hice unos ricos medallones en salsa de champiñones, y de postre un rico flan napolitano, Steve se encontró totalmente sorprendido de verme cocinar,  encontré a una mujer multifacética, estoy muy feliz por ello.

Oh cariño que cosas dices, me he sonrojado, me ayudó a llevar todo a la mesa, incluyendo el vino tinto que ya estaba en una hielera y copas de cristal, servi la cena y planeamos casarnos después de que termine con Silas, yo acepté muy emocionada, terminamos de cenar y Steve se ofreció a lavar los trastes, yo me quedé sin palabras cuando lo miraba lavar, bebíamos más vino tinto.

Nos sentamos en su sillón y puso su antiguo estereo, escuchamos música de su época, estaba él muy concentrado y disfrutando de la música, cuando de pronto me puse encima de él y comencé a besarlo y mover mis caderas en círculos, noté como Steve no podía respirar normal, pues soltaba leves gemidos, se levantó, me cargo y nos encaminamos a su dormitorio y ya nos habíamos despojado de la ropa, solo hacía falta quitarnos la ropa interior.

Steve;  no puedo creer que voy a estar con _____, es la mujer que amo, la acosté en la cama fui quitando su ropa interior, noté que se había puesto muy roja y yo también, es la primera vez para ambos, bese sus labios con mucho amor y cariño, fui bajando mis besos hasta su cuello y sus pechos, ella dejo escapar un gemido, ella me quitó mi boxer y pude sentir su cuerpo ardiendo, separé sus piernas y fui acercando mi miembro hacia su entrada, poco a poco entre en ella y me detuve ya que ambos hicimos una mueca de dolor, nos relajamos y comencé a moverme lento, ambos nos besamos con mucho amor, seguí moviendome más rápido, noté como ella se retorcía debajo de mi, gritaba mi nombre y yo el suyo, en éste momento nadie importaba solo éramos ella y yo, seguía intensificando mis movimientos y escuchando los gemidos de ambos, hasta que ambos alcanzamos el clímax caímos rendidos y muy felices.

Amor surgido del dolor última parteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora