Recordaba aquella tarde, después de clases.
Había un clima agradable, sus compañeros salían de clases mientras conversaban entre ellos. Pero el no estaba de humor.
Su hermano le había dicho que no se preocupe, pero cuando vio a su madre llorando silenciosamente en la cocina no pudo sentirse más miserable y culpable. Su padre le había gritado, había tenido una discusión y había golpeado a DongYoung por interferir.
Con pasos pesados se dirigió a la salida del plantel, muchos ya habían tomado sus caminos respectivos a casa.
En su mente, se recriminaba el no haber prestado atención al ir por la calle, el no haber visto el carro negro blindado pasar al lado suyo, los hombres bajarse cuando vieron que no había nadie alrededor y luego tomarlo de los brazos, tapando su boca con un pañuelo.
El comienzo de su pesadilla fue como una espiral negra en su pequeño mundo.
✝
Le dolían las extremidades, las lágrimas se le salían mientras intentaba dejar de pensar en lo que había pasado hace unos minutos.
¿Así se sentía DongYoung cuando su padre...?
Negó, intentando aferrarse a los momentos felices que podía recordar. Estaba más que seguro que su familia lo estaba buscando.
Dentro de ese lugar de paredes grises, donde no había ventanas, donde no se sentía el transcurso del tiempo, se sentía morir poco a poco... Sus esperanzas de volvían trizas.
Con su mano, tocó poco a poco sus partes íntimas, sintiendo el dolor punzante, haciéndolo retorcerse y esconder el rostro en las sábanas que olían a sexo... Olían a lágrimas. Todas las que había llorando mientras abusaban de él.
La puerta se abrió y el cuerpo de RenJun volvió a temblar, desesperado mirando hacia todas partes. Realmente jamás encontraría una escapatoria.
Lo habían trasladado hace apenas unos días al lugar, los mismos hombres que habían dicho que ya no servía.
Hubiera preferido quedarse en aquel otro lugar.
Pero había terminado en otro mucho peor, y su estómago se revolvía cada vez que pensaba en las porquerías que pasaban allí.
Hasta el suicidio parecía tentador.
Lo agarraron de los hombros, arrastrándolo por el suelo mientras esté se quejaba. El pasillo era de un rojo bastante fuerte, casi luminoso. Abrieron otra puerta y sus ojos se toparon con muchos más.
Iguales o más jóvenes que ellos.
El hombre que lo había jalado lo lanzó hacia dentro, y el tan indefenso como era, no hizo nada para evitar el golpe en el concreto.
"Porquería." Escupió el hombre, cerrando la puerta tras de sí.
RenJun se quedó ahí, hasta que alguien tomo su brazo y colocándolo sobre sus hombros, lo ayudo a llegar a una esquina de la gran habitación. Mantuvo los ojos cerrados mientras lloraba.
"Niño bonito... No llores." Susurraron mientras sentía como un paño pasaba por su brazo, limpiándolo.
Abrió sus párpados ante los suaves tratos y se encontró con el rostro de alguien apenas más grande que él, su mejilla tenía marcado un gran moretón, y su labio estaba roto. Sin embargo cuando el lo miro, su sonrisa lo deslumbró y sintió como si, después de días de infierno, algo le diera un poco de calidez a su existencia.
"Soy JaeMin." Dijo mientras le extendía el paño húmedo y este lo tomaba dudoso.
"S-soy RenJun." Se presentó mientras se sentaba en el frío suelo y una punzada de dolor lo hacía doblarse.
"RenJunie, se fuerte." Escucho como dijo el niño frente suyo, haciendo que los ojos se le llenaran de nuevo de lágrimas. "No llores, por favor." Pidió y una mano cálida revolvió su cabello. "Si necesitas algo, solo dímelo."
Sus hipidos le hicieron imposible responder, sintiendo sus hombros sacudirse fuertemente.
✝
"Mamá, DongYoung hyung, papá... Esperemos por favor... No se olviden de mi. Búsquenme... prometo esperar."
Su mente recitaba esto mientras dormía abrazado de su hyung. JaeMin era un ángel, un ser cálido lleno de luz... Era su ángel de la guarda.
Si el se iba... Entonces JaeMinie también lo haría. Se irían ambos... Huirían ambos.
Se aferró más a la camisa de su hyung mientras las lágrimas que lo acompañaban desde hace dos semanas se hacían presente.
"RenJunie, no llores por favor."
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The One I Can't Love [TaeDo]
FanfictionLee TaeYong, comandante de la policía de Seúl es transferido a una pequeña ciudad lejos de la capital donde se han reportado un incremento alarmante de desapariciones. En medio de su trabajo y adaptarse a su nuevo ambiente, su destino se verá atado...