"Estoy bien mamá, Hyung está cuidando de mi." Contó RenJun mientras mantenía el teléfono pegado a su oído, con los ojitos llenos de lágrimas. Había extrañado escuchar la voz de su madre y su tono dulce.
"RenJunie... iré a verte lo más pronto que pueda y llevaré unas cosas para ti. ¿DongYoung si te contó?"
RenJun enroscó su dedo en el cable telefónico y asintió como si su madre pudiera verlo. Si era lo que él pensaba entonces sí, DongYoung le había mencionado la separación abrupta de sus padres.
"¿Qué cosa?"
"RenJun... mamá ya no está viviendo con papá." Dijo la mujer con el tono más dulce que pudo, intentando aminorar el golpe que recibiría su hijo menor. "Ahora estoy trabajando a unas cuantas horas de la ciudad y vivo en un cuarto de la casa de tu tía." Le explicó y el entendió lo que vendría después.
"¿No podré vivir contigo?" Preguntó, y el suspiro de la mujer al otro lado de la línea fue desalentador.
"Por ahora no, mi bebé, por eso iré a pasar un fin de semana contigo y tu hermano. Necesito ver a mis bebés. Saber que están bien. Sobre todo tu mi RenJunie... Dios, me siento tan bendecida del solo pensar que estás a salvo ahora mismo." La voz se le quebró y un llanto ligero hizo eco en la línea de teléfono. Su madre estaba llorando.
Sollozos fuertes se escucharon y palabras murmuradas.
"Soy la mujer más feliz del mundo... Soy tan feliz... Quiero tenerte entre mis brazos para saber que esto es real."
"Mamá, es real." Dijo RenJun bajito, mientras unas lágrimas corrían por sus mejillas. "Soy yo... volví."
"Mi bebé..."
La línea se quedó un momento en silencio mientras ambos intentaban contener sus hipidos para que el contrario no se pusiera más ansioso o triste. La señora Kim iría a comprar los boletos de tren al día siguiente sin importarle si faltaban tres días antes de que llegaba el viernes.
"Mamá, también conocerás a alguien aquí." Susurró el niño.
"¿Alguien? ¿Tu hermano tiene un bebé?" preguntó y el rió para luego responder.
"Lo verás cuando llegues a visitarme."
"Oh, entonces esperaré hasta ese entonces." Ambos rieron mientras en sus mentes se proyectaban imágenes diferentes.
"Pásame con DongYoungie, debo hablar un poco con él."
Colgó la llamada con su madre después de ultimar unos detalles sobre su estadía y algunos temas sobre su hermano que estaba viendo televisión junto a JaeMin en el mueble de la sala hasta quedarse dormidos. RenJun y JaeMin tomarían terapias psicológicas a partir de la próxima semana, las harían por separado para ayudarlos a superar el trauma que pudo causarles estar en un lugar haciendo Dios sabe que cosas. Y esa misma semana el comenzaría sus clases de música gracias a la ayuda de TaeYong.
TaeIl tomaría talleres para terminar de aprender cuidados sobre bebes así que la casa estaría sola por unas cuantas horas antes de la cena. Le aliviaba que nadie se quedara solo en el lugar. Era bastante paranoico en ese aspecto.
La luz de día desapareció y la cena permaneció en la cocina metida en el microondas. TaeYong no llegaba y era bastante tarde. Seguramente estaría muy ocupado pero aun así, no podía evitar necesitar su llamada para saber que estaba bien. Algo en su pecho comenzó a removerse de manera inquietante durante las horas de la tarde, como un presentimiento de que algo no estaba del todo bien e intento disuadirse de ello.
Pero las horas solo empeoraban sus nervios.
Sumados a los llantos de TaeIl provocados por las hormonas y la falta de Johnny a la que aun no se acostumbraba. Después de mandarlo a tomar un baño y darle algo de cenar, el omega quedo rendido en la cama, cerrando sus ojos mientras leves ronquidos escapaban de sus labios.
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The One I Can't Love [TaeDo]
FanfictionLee TaeYong, comandante de la policía de Seúl es transferido a una pequeña ciudad lejos de la capital donde se han reportado un incremento alarmante de desapariciones. En medio de su trabajo y adaptarse a su nuevo ambiente, su destino se verá atado...