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TaeYong tomó su propio camino apenas escuchó la puerta de su casa abrir y cerrarse, como señal de que Yoon Oh llevaría sano y salvo a Ten a casa. En parte, estaba aliviado de que se fuera, porque el también tenía que solucionar las cosas con DongYoung, necesitaba ir a verlo y decirle todas las cosas que deseaba expresar de corazón.

Tenía miedo, que al final, escogiera a Nakamoto Yuta por encima de él.

Así que apenas estuvo solo tomo un bolso con ropa para DongYoung y las llaves de la casa, le envío un mensaje al japonés pidiendo su dirección y mientras éste le respondía, TaeYong encendió el auto y comenzó a conducir hacia el centro, donde podría tomar una ruta hacia cualquier parte de la ciudad.

La dirección llegó y luego de revisar una y otra vez con seguridad, siguió las instrucciones del mapa en la pantalla del auto, llegando a una una zona donde se encontraban condominios que, para un estudiante como Yuta, eran accesibles.

Timbró al número del japonés y este respondió casi al instante. Diciéndole el piso y el número del departamento.

Durante la subida al séptimo piso TaeYong se permitió pensar en muchas cosas. En como hablar con DongYoung, en si debía darle un abrazo y un beso, si debía permitirse llamarlo suyo nuevamente. Prácticamente le había mentido en la cara.

En si debía decirle la buena noticia o debía esperar.

Todo pensamiento se vio congelado cuando la puerta del elevador se abrió y no fue necesario avanzar hacia el  departamento de Yuta para avisar que estaba fuera, porque DongYoung permanecía de pie esperando por el en la entrada, con los ojos rojos y manos nerviosas.

TaeYong se acercó despacio, dejando caer la maleta para luego atraer al Omega hacia el, oliendo su dulce aroma que aún no desaparecía. DoYoung se aferró a la camisa del alfa y gimoteó despacio mientras hipaba.

"Tenía miedo de que no vinieras." Susurró contra el firme pecho de TaeYong.

"¿Cómo podría no hacerlo?" La preguntó hizo que DongYoung suspirara y que negara lentamente. "Te traje algo de ropa y si quieres iremos a comer algo luego."

Los pasos de alguien a espaldas del Omega alertaron al alfa, que hizo contacto visual con el japonés. Solo lo miraba, su boca parecía no querer abrirse nunca más. Pudo ver el semblante de dolor y se permitió sentir simpatía por Yuta. El amaba a DongYoung de la misma manera, compartían un sentimiento por alguien en común. Sabía que podía contar con Yuta para proteger al Omega.

"TaeYong." Las palabras de Yuta fueron dichas con fuerza, jamás mirando hacia otro lado que no fuera el rostro del antes nombrado. "Cuida bien de DongYoungie, dale todo el amor que puedas."

Sus palabras fueron tan impactantes que hasta el Omega se giró a mirarlo perplejo.

Dejar ir algo era la muestra de amor más grande que se podía dar.

DongYoung estaba sinceramente agradecido por haber cruzado sus caminos con el japonés, fueron por sobre todo, esos momentos en los que compartían cada día lo que le había dado una felicidad indescriptible.

"Lo haré." Respondió mientras miraba al omega que se sonrojó levemente y sonrió complacido.

Salieron del departamento con un DongYoung bañado y cambiado.

Estaba agotado, porque la mitad del trayecto a un restaurante de la ciudad lo hizo totalmente dormido en el asiento del copiloto.

Entraron a un restaurante tomados de la mano. Las paredes estaban llenas de afiches de cinematografía y música. Al fondo una gran televisión pantalla plana que se encontraba apagada y la música que sonaba ligera en el ambiente.

The One I Can't Love [TaeDo]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora