CAPÍTULO 11

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Gambia, joya africana conocida como "THE SMILING COAST" por su geografía que simula una sonrisa en el mapa, emerge como uno de los países más pequeños del continente

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Gambia, joya africana conocida como "THE SMILING COAST" por su geografía que simula una sonrisa en el mapa, emerge como uno de los países más pequeños del continente. A pesar de su posición entre los más pobres, sus tierras fértiles lo consagran como un tesoro agrícola, respaldado por la pesca y el turismo. La sonrisa no solo se refleja en su forma geográfica, sino también en la amabilidad innata de su gente, que, en cualquier situación, te recibe con una amabilidad que podría resultar un tanto abrumadora, ¡hasta pareciendo un poco pesados!

La independencia llegó en 1970, liberándose de la colonización británica. Aunque el inglés es el idioma oficial, desde 2014 el árabe se incluyó como lengua principal. Dawda Jawara lideró tras la independencia, sucedido posteriormente por Yaya Jammeh, un joven militar que instauró una controvertida dictadura. Dos décadas después, como un giro divino, Adama Barrow emergió para arrebatarle el poder al presidente Jammeh, respaldado por la voz del pueblo.

En el presente, con Barrow en la presidencia, las opiniones sobre el cambio de poder son variadas entre los habitantes, y las comparativas entre diferentes épocas políticas siguen siendo objeto de animadas discusiones en Gambia.


Narrador

Habían pasado dos semanas desde el incidente entre Ibrahim y Aliyah, un suceso que se propagó por cada rincón de su barrio y luego se extendió como un rumor veloz por toda Cataluña. El tema fue especialmente debatido entre las familias soninkes, la mayoría de las cuales desaprobaban las acciones de Ibrahim y brindaban su apoyo a Suaibo, quien aprovechaba la situación para dañar la imagen de la familia de Ibrahim.

Tras el tumulto, Ibrahim pidió perdón a sus padres a su propia manera, explicándoles lo sucedido y omitiendo la parte en la que intentó besar a Aliyah. Aceptó la propuesta de irse de vacaciones como una forma de desconectar y liberarse de los pensamientos tóxicos que lo atormentaban. Sus amigos se despidieron días antes, y aunque las lágrimas fueron inevitables en ese momento, Ibrahim se mantuvo firme, asegurándoles que serían solo dos meses y prometiendo traer recuerdos a su regreso.

No tuvo la oportunidad de hablar con Aliyah ni de verla. Su número de teléfono no funcionaba, y durante esas dos semanas, no tuvo noticias de ella. Aunque se preguntaba qué le estaría sucediendo, decidió cortar contacto con ella después de todo lo ocurrido.


El chico observaba a través de las ventanillas mientras el avión se elevaba por encima de un paisaje pintado con la paleta de un ente divino. Desde las alturas, la tierra desplegaba sus campos inmensos y pequeños puntos de color verde, como si un artista celestial hubiera esculpido con esmero cada rincón de este edén terrenal, creando una obra maestra que solo el cielo tenía el privilegio de contemplar. Ante sus ojos se extendía un panorama surrealista: árboles altos como guardianes del tiempo, casas que parecían surgir de la tierra como recuerdos olvidados, círculos gigantes trazados con la impronta de un titán invisible y vastas extensiones desiertas que susurraban historias olvidadas. Ibra absorbió cada detalle, deslumbrado por la singularidad de aquel lugar que, poco a poco, se iba integrando a su conciencia. Sintiendo un nudo en la garganta, Ibra inhaló profundamente, tratando de calmar los nervios que le embargaban. Se acomodó en su silla, elevó la mirada y, de repente, el recuerdo del rostro angelical de su hermana emergió en su mente. La imagen de ella, entre lágrimas, abrazándolo con fuerza para retenerlo, resonó como un eco melancólico en su corazón, recordándole la importancia de aquel lazo familiar que ahora quedaba atrás.

DOS PAÍSES Y UN AMORDonde viven las historias. Descúbrelo ahora