CAPÍTULO 17

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Atravesando el corazón de Senegambia, los cuatro muchachos avanzaban tan lentamente que no habrían sido rivales para una liebre

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Atravesando el corazón de Senegambia, los cuatro muchachos avanzaban tan lentamente que no habrían sido rivales para una liebre. La multitud parecía deambular sin rumbo por la carretera, mientras la luz del freno del coche delante iluminaba constantemente al conductor. El chico a su lado se asomó por la ventanilla y lanzó un grito, al que respondió otro joven con señas entusiastas. A medida que la iluminación del entorno aumentaba, se dio cuenta poco a poco de que el chico a su derecha era el mismo que había estado con el grupo de su tocayo esa misma tarde, burlándose de él. Miró por su ventanilla, restándole importancia al encuentro, pues había prometido a su familia no meterse en problemas esa noche. Una gama de bares y restaurantes iluminaba la carretera con su luz vibrante.

POV GERONA.

Entrada la noche y bajo la luz de las estrellas, se asomaba otra noche prometedora para los ahora tres fantásticos. Era noche de Suare pero esta vez en Gerona, donde los organizadores aprovecharon la situación de las eliminatorias del torneo de Salt para hacer la fiesta en un local mas cercano. Se había estado publicando durante varias semanas sobre esta fiesta, y parecía que la noche iba a ser una auténtica bomba. Mamadu que era uno de los que estuvieron promocionando la fiesta, era consciente de lo prometedor que resultaba y convenció a sus otros dos amigos para que asistieran.

Carlos subio el volumen de la música lentamente y se dispuso a aparcar, observó al coche que tenía delante que también quería aparcar en el mismo lugar y se adelantó provocando las risas de Omar quien se animaba cada vez más. El magrebí miró el asiento de atrás y negó con la cabeza al fijarse en como Mamadu acariciaba a una chica que tenía al lado, volvió su vista adelante y se dio cuenta de que Carlos ya había terminado de aparcar, se desabrocho el cinturón y abrió la puerta rápidamente.

Carlos: Bueno esta sala no es tan difícil de llegar –Dijo mientras salía del coche y observaba un puente que tenía más adelante que daba entrada a la autovía.

Mamadu: Ya, hoy Badman ha decidido hacerlo aquí, dicen que antes era una sala para fiesta latina –Agarró a la chica de la mano y la saco del coche con delicadeza.

Omar: ¿Ya ves no? Se lo tiene bien montado el negro este –Acelero su paso hacia delante.

Carlos: Bueno Mamadu, ¿tu decías que entrabamos gratis no? –Preguntó a este.

Mamadu: Si, tenemos que esperar al Yussuf Singateh.

Carlos: ¿Al de Olot? –Preguntó con sorpresa -¿Él también es promotor? –Volvió a preguntar.

Mamadu: Si, algo así –Contestó mientras miraba a la chica.

Omar: ¿Y ella? –Señalo a la chica.

Mamadu: La invito yo –Contestó con un tono chulesco.

-No tranquilo, ya me lo pagare yo misma –Respondió la chica.

Omar: El negro intento ser caballeroso y le salió mal... -Murmuro provocando una carcajada a Carlos que le hizo llorar de la risa.

Mamadu: En fin –rodeo el cuello de la chica con su brazo y se encaminó hacia la puerta –quedaros ahí, se nota que no queréis entrar gratis.

Los cuatro se dirigieron hacia la puerta donde todavía no había mucha gente. La gente todavía se encontraba en la entrada del campo de Salt y otros estaban en el Espai girones, un centro comercial que se encontraba cerca del campo de fútbol y donde los jóvenes aprovechaban para ir a comer después de los partidos, a otros les daba tiempo de ir a casa para cambiarse y luego volver.

Esperaron durante una hora en la entrada donde poco a poco ya iban viendo como llegaban coches de jugadores y otras personas, otra gente venía andando en grupo, pero ya se empezaba a notar el ambiente que empezaba a calentarse con la música de los coches que no dejaba de resonar por la zona. Mamadu se levantó un momento para buscar a Yussuf, quien le prometió que estaría en la entrada esperando a los promotores, se dirigió hacia la entrada y preguntó por él, uno de los trabajadores entro para llamarlo mientras que el chico se quedó esperando y contemplo como el bus llegaba cargado de gente, era difícil observar la gente que se encontraba en el interior a causa de lo húmedo que se encontraban las ventanas.

Yussuf: Ostia Mamadu, espera ahora mismo vuelvo –Dijo con prisas.

Mamadu: Tranquilo Wiss, estoy aquí –Contestó y volvió la mirada hacia el bus, observando como poco a poco bajaba la gente durante varios segundos.

Yussuf: ¿Vas a entrar ahora? –Volvió a aparecer de la nada.

Mamadu: Bueno es que venía para que no te olvidaras de mí –Dijo entre risas.

Yussuf: Que va negro, tu estas mal –Preguntó entre risas y se coloco enfrente  suyo.

Mamadu: Mas te vale –Observó a este -¿Y como ves esta noche? –Preguntó

Yussuf: Para empezar, vienen chicas de Zaragoza –Se acarició la barba que le hacía tener un aspecto más maduro.

Maamdu: Estoy casi ocupado –Se froto el cuello y agachó la cabeza.

Yussuf: Puto negro, pues para Carlos y Omar ya que Ibra no está –Contestó entre risas.

Mamadu: Pues sí.

Yussuf: Hablando de Ibra... Esa que está bajando del bus, ¿No son tu hermana pequeña y la hermana de Ibra? –Preguntó sorprendido y señalo el bus -Negro la cosa se os va de las manos -Añadió.

El chico giro rápidamente la cara y observó con un rostro sorprendido como bajaba su hermana y la hermana de Ibra del bus, tratando de entender lo que estaba viendo.

-¿Que coño? -Pensó.

DOS PAÍSES Y UN AMORDonde viven las historias. Descúbrelo ahora