Ibrahim es un joven de 18 años de raíces gambianas que tiene claro que nada ni nadie cambiará su estilo de vida. Su comportamiento nocivo ha desencadenado el distanciamiento entre él y sus seres queridos, evitando a toda costa a su madre Ñuma que ha...
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Narrador
Solo se oía la música de la radio susurrar bajo esas pequeñas gotas que caían del cielo e impactaban contra el cristal delantero que obligó a Carlos a activar el parabrisas. Ibra observaba la calle a través del cristal, mientras por su mente veía una y otra vez a su hermana mirándole con ojos desconocidos, rodeado de ese silencio, que acompañaba a los dos amigos desde la noche anterior en la que el chico con un rostro confuso se presentó en el portal de su amigo, y en la que fue invitado a pasar la noche, sin pronunciar siquiera lo que le ocurría durante toda la noche. Era mejor no molestarle cuando se encontraba sumergido en su mundo interno y su amigo lo sabía. Carlos giró el volante para entrar en el parking del instituto, cuando un gato se cruzó por delante de ellos obligándole a dar un frenazo que les hizo saltar de los asientos.
- Mierda, casi lo mato - Expreso con alivio.
Ibra ni se inmutó.
- Oye tu bájate aquí, tengo que volver al barrio a coger los demás, ¿Te traigo la mochila o qué? -Pregunto Carlos.
- No, no hace falta... Más tarde nos vemos bro.
Se bajó del coche fijándose en como Carlos daba marcha atrás, acelerando y haciendo volar un charco de agua que había por ahí cerca, se dio la vuelta y acelero su paso hacia el instituto. Esperaba abajo dando vueltas por aquí y por allá y sentándose de vez en cuando. Notó que el ambiente estaba muy calmado. Le picó la curiosidad de saber que hacían los alumnos para que todo estuviera así de callado. Se dirigió hacia la biblioteca, que no estaba muy lejos de la puerta principal y desde el cristal de la puerta, que estaba rodeado de fotos de alumnos, observó cómo los chicos estaban atentos, escuchando al profesor. Recordó que ese mismo profesor les llevaba de vez en cuando a la biblioteca para usar los ordenadores o a ver películas, para luego debatir sobre lo que habían visto. Era su profesor favorito y se alegraba de volver a verlo de nuevo, después de todo. Se dio la vuelta y regreso al mismo lugar donde esperaba, donde Juan ya le esperaba.
- ¿Leyendo en la biblioteca? -Pregunto de manera irónica el profesor.
- No, solo miraba -Desvió la mirada hacia un costado.
- Pensaba que no vendrías –Prosiguió el profesor.
- No tenía nada que hacer – Le devolvió una mirada fría.
- Ya veo, vamos dentro.
Entraron en uno de los departamentos del instituto. Era bastante pequeño, con tan solo entrar te daba la impresión de que la mesa y el armario lleno de libros ocupaban todo el espacio. Juan hizo un gesto a Ibra invitándole a sentarse mientras le miraba fijamente como quien trata de leer la mente para averiguar lo que está pensando. A su vez, su alumno repasaba su departamento y acabó cruzándose con su mirada diligente, observándole con atención.
- Bueno Ibra, ¿Qué tal estos días?
- Pues bien, como siempre –Dijo con rostro serio.
- Me alegro, ¿Sabes porque estas aquí verdad? -Puso sus brazos sobre la mesa.
