Capítulo 8

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Ruggero fue hacia el pueblo más cercano, donde Vivian sus padres, con la lancha. La ató en un pequeño poste del puerto. De un saltó, bajó a tierra firme. Atravesó las calles. Tenía un aspecto muy sensual y misterioso... con su chupa negra, los pantalones grises y las gafas de sol Ray Ban aviator. Razón por la que muchas mujeres se giraban un par de veces a observarlo. Vio algunas tiendas donde podría comprarle algo de ropa a Karol, mientras permaneciera bajo su responsabilidad. Pero prefirió ir mañana o más tarde con ella... suponía sus tallas, pero era malo en escoger ropa del sexo opuesto. Renovó el cargamento de alguna de sus armas y fue a visitar a sus padres.

- Ru... - dijo Antonella (Su madre) pellizcándole una mejilla - ¿Qué te trae por el pueblo?

Ruggero pasó adentro.

- ¿No están Agustín ni Lionel?

- Si, Agustín salió un momento... iba a ir a comprar, pero él me dijo que ya lo hacía.

- ¿Y Lionel?

- Lionel vino ayer por la noche... no sé qué es esto... tantas visitas de repente. - se quejó el Sr. Pasquarelli. (Eduardo, padre).

- Papá, tened cuidado... - dijo Ruggero sentándose en una de las butacas.

- ¿Ha pasado algo, hijo? - dijo Eduardo quitándose la pipa de la boca.

- Si... hay una mujer que me quiere... hacer sufrir. - rectificó. - y puede que os quiera hacer una visita... así que será mejor que tengáis cuidado... por eso Agustín y Lionel están también atentos. No salgáis solos a la calle, hasta que consigamos detenerla...

Estuvo por una hora más en la casa de sus padres, hablando con ellos y con Liam, hasta que decidió que tenía que irse. Había bastante distancia con la lancha, hasta la cala de Ruggero, así que aún tardaría un rato en volver. Cuando paró el motor del vehículo en frente de su casa de la playa, tuvo un mal presentimiento. Cargó su calibre del 38 y abrió la puerta. Un gemido provino de la habitación de Karol. Fue directo hacia allí. Pero antes de llegar al cuarto de su testigo, se encontró con un hombre en el suelo. Un pasamontañas tirado más allá. Ruggero le tomó el pulso. Estaba muerto, pero no sintió nada. Seguro que era uno de los hombres de Jorge. Prosiguió, atravesando el salón y el pasillo. Abrió la puerta y se acercó hacia Michael y Karol. Ruggero sintió un tirón en sus entrañas al ver a Karol llena de sangre.

- ¿Qué ha pasado? - dijo preocupado. Se puso en cuclillas en frente a ella, al lado de Michael.

Vio que Michael tenía una aguja y algo de hilo en la mano. Atravesando la pierna de Karol.

- Le han disparado. Tuve que sacarle la bala y hacerle un torniquete. Pero pronto la presión cesó. Ruggero, tengo que cerrar esta herida antes de que se desangre.

Karol se arqueó.

- ¿Lo estás haciendo a carne viva, bruto? - dijo Ruggero alterándose.

- No, le inyecté anestesia, pero no había suficiente para que no sintiera nada.

Ruggero apartó a Michael y se puso donde él estaba.

- Karol... - dijo acariciando su brazo.

- Que...

- ¿Estás bien?

- De puta madre. - dijo ella irónicamente.

- Oh, veo que aun te quedan fuerzas para picarte conmigo... así que te quedaran fuerzas para aguantar... unos cuatro puntos más.

Ruggero acarició su muslo, intentando tranquilizarla. Parece que eso sirvió de algo. Pasó aguja e hilo, cerrando el corte que había hecho la bala. Karol gritó.

¡Protégeme! #1T |Hot/Ruggarol|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora